Los Clippers están tan cerca de desintegrarse como de continuar tal y como acabaron la temporada. La pasada madrugada, Elton Brand y Corey Maggette renunciaron a su último año de contrato, convirtiéndose en agentes libres sin restricciones. Aunque esto no significa el final de sus carreras en el 'Hermano Pobre', ya ha sembrado la incertidumbre en California.
La de Elton Brand ha sido sin duda la que más ha sorprendido en el seno de los Clippers. Mr. 20-10, el paradigma de la regularidad, renunciando a 16 millones de dólares para probar suerte en el mercado de agentes libres. Sin embargo, los primeros gestos deberían infundir tranquilidad en la parroquia 'clipper', pues parece que su intención va más encaminada a renegociar su futuro con la que ha sido su casa durante los últimos 7 años.
El jugador ha mostrado interés por quedarse en Los Angeles, tanto por motivos personales (su mujer espera un hijo) como profesionales (una productora de cine). Yendo aún más lejos, sigue refiriéndose a los Clippers como su equipo, y habla de las necesidades a cubrir durante el verano. Ahí, en el capítulo de refuerzos, estaría la principal condición para quedarse.
Y es que, según se ha podido conocer a través de su agente, David Falk, las intenciones de su representado van encaminadas a que el equipo haga un esfuerzo por fichar a otro agente libre de renombre que dé al equipo el empujón definitivo para establecerse firmes dentro de una Conferencia Oeste que este año ha estado más salvaje que nunca. Su principal preocupación parece ser el puesto de base, donde la presencia de Shaun Livingston está en 'stand by' (más adelante hablaremos de su caso), Eric Gordon es toda una incógnita y Brevin Knight aparece como único inquilino estable.
Es aquí donde entra en escena la gran sorpresa de este inicio oficial de mercado: Baron Davis. La barba más funky de la liga renunció también al último año del contrato que le vinculaba a los Golden State Warriors, y las alarmas se han encendido. Puede que se trate, como en la mayoría de los casos, de un intento por conseguir mejores condiciones económicas, pero esta opción parece la menos probable cuando aún le quedaban por cobrar 18 millones de dólares.
Por esta razón, los Clippers aparecen ahora en el horizonte como un pretendiente muy serio para hacerse con sus servicios. No cambiaría de Estado, California, pero sí de camiseta, convirtiendo al equipo con su llegada en una nueva fuerta del Oeste. Dinero habrá de sobra, y necesidad de un base también, por lo que la historia de 2003 se estaría repitiendo: los Clippers cortejan a un base (en aquella ocasión Gilbert Arenas, también en los Warriors) para contentar a su buque insignia.
El problema es que alguien podría pagarles con su misma moneda. Por todos es sabido que Philadelphia quiere a toda costa un ala-pívot de renombre que termine de apuntalar su ilusionante proyecto. Brand entra dentro de esa descripción, y la situación salarial del equipo les permite optar por cualquier jugador que esté ahora libre de contrato.
El '42' de los Clippers sale de una temporada muy complicada: el pasado mes de agosto, mientras entrenaba en el gimnasio, se rompió el tendón de aquiles, una desgraciada lesión que le mantuvo alejado de las canchas durante ocho meses y que sólo le permitió jugar los últimos ocho partidos de la temporada. Sin embargo, una década siendo uno de los principales 'cuatros' de la liga es un aval más que suficiente para que un equipo como los Sixers pierda la cabeza por él.
Corey Maggette cumplió con lo esperado y también probará suerte en el mercado.
El otro nombre que preside la actualidad de los Clippers no es otro que Corey Maggette, el jugador de la actual plantilla que más tiempo lleva en la franquicia. Su caso era el más esperado, pero no por ello se acoge con más tranquilidad.
Durante las últimas fechas, este hercúleo alero, que viene de firmar una temporada sobresaliente, se ha dejado querer por la franquicia que fuera su cuna en la liga, los Orlando Magic. Sin embargo, no parece que su regreso a Disneyworld sea el escenario más factible. En el apartado deportivo, la presencia de un desconocido Hedo Turkoglu y Rashard Lewis, le deja sin hueco en un hipotético quinteto titular, pero los principales obstáculos se encuentran en el económico.
El desmesurado contrato (nunca será olvidado aquel error tan grave) que le firmaron el verano pasado a Lewis en Orlando ha dejado sin margen de maniobra a los Magic, que tan sólo podrían ofrecerle a Maggette una mid-level exception que, recordemos, aún no llega a los 6 millones de dólares (por los 8.4 que ha renunciado a cobrar). ¿Aceptaría Maggette rebajar sus pretensiones económicas para llegar a un equipo en el que las opciones de anillo seguirían siendo testimoniales? Sinceramente, no creo.
Otro frente es el que se encarga de abrir la ESPN. Según esta cadena, los Phoenix Suns serían uno de los equipos que más interés habría mostrado por el jugador, tratando de hacer encajar un 'sign & trade' en el que estaría incluido Leandrinho Barbosa, ayudando de paso a los Clippers a cubrir la que parece su necesidad más imperante: la de un base.
Como bien recuerda hoy el L.A. Times, en el verano de 2003, ambos jugadores eran agentes libres restringidos. Elton Brand había firmado con Miami y Maggette había hecho lo propio con Utah. Sin embargo, los Clippers acudieron al tanteo e igualaron ambas ofertas. Ahora no tienen restricción alguna y son libres para firmar con cualquier equipo. ¿Conseguirán mantenerlos esta vez?
El incierto futuro de Shaun Livingston.
La carrera de Shaun Livingston va camino de convertirse en una de las pequeñas historias que se recordarán dentro de años. La historia de un base que lo tenía todo para triunfar, menos un físico que sostuviera semejante montaña de talento. Las rodillas se han empeñado en hacer la vida imposible a este miembro contemporáneo de los Jackson Five, y la última jugarreta le ha costado 18 meses de inactividad.
Sí, ha pasado ya año y medio desde que aquella monstruosa lesión contra los Charlotte Bobcats nos estremeciera a todos. El mes pasado, Livingston alcanzó su meta: poder volver a jugar al baloncesto. Sin embargo, su recuperación total sigue siendo una incógnita, por lo que los Clippers decidieron no hacer efectiva la Qualifying Offer. En estos momentos, el jugador es libre sin restricciones, pero puede que su futuro no se haya alejado aún del equipo que le seleccionó en la cuarta posición del Draft de 2004.
Desde la franquicia californiana, se ha reiterado que se sigue de cerca la evolución del jugador, y el interés permanece en pujar por volver a hacerse con sus servicios (tendrían que acudir al mercado como cualquier otra franquicia, sin derecho preferencial) si se comprueba que su estado físico es el óptimo.
Mientras tanto, quienes sí recibieron la Qualifying fueron Nick Fazekas y Marcus Williams, dos novatos que llegaron la temporada pasada a través de la agencia libre, en un movimiento escaso de riesgo pero que podría reportar grandes beneficios. El primero abandonó Nevada como un interior de calidad y experiencia sobrada, aunque su papel en Dallas no pasó de meramente testimonial. El segundo, afrontaba el draft como uno de los mejores tiradores de la camada, pero en los Spurs no encontró acomodo y sólo encontró desahogo en la liga de desarrollo.
Ninguno de los dos ha cumplido aún con las expectativas, ni siquiera a una mínima parte de ellas. De hacerlo, la franquicia se encontraría con una grata sorpresa en el banquillo. De lo contrario, sus escasos emolumentos impiden mayor tristeza que la de cortalos y pasar página.
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