El elemento que ha definido el estilo Warriors durante los dos últimos años, el hombre que ayudó a resucitar a toda una ciudad, y a terminar con una larga espera de doce años sin Playoff, renunció a su útlimo año de contrato y probará suerte en el mercado de agentes libres.
Una noticia que ha caído como una bomba en Oakland. No por el nivel de compromiso que haya podido demostrar 'Too Easy' durante su corta etapa en Golden State (algo que siempre esta en duda para todo jugador), sino por las condiciones en las que lo hace: renuncia a un último año de contrato que le hubiera reportado nada menos que 17.8 millones de dólares, cifras a las que muy pocos jugadores pueden optar... Y a la que él tampoco se podrán volver a acercar.
Porque seamos sinceros, no sólo hay muy pocos equipos capaces de ofrecérselo, sino que es ya demasiado veterano (bonita forma de decir viejo) para poder alcanzar esas cifras en un contrato de larga duración.
Quizá eso es lo que busca con esta decisión: renunciar a la seguridad que le hubiera dado permanecer este año con un salario descomunal, a cambio de poder optar este verano a un contrato de mayor duración. En un jugador tan castigado por los problemas físicos, poder disputar los 82 partidos no es un factor que pueda aprovecharse muy a menudo. Haberlo conseguido esta campaña es algo que puede utilizar a su favor para espantar (en la medida de lo posible) el fantasma de la duda que recae sobre sus rodillas para que alguien se atreva a apostar por él con un contrato de larga duración.
En estos momentos, toda opción parece posible menos la de quedarse en Golden State.
Los Warriors dejaron expirar esta semana la 'trade exception' de 10 millones de dólares que consiguieron el verano pasado gracias al traspaso de Jason Richardson, y únicamente lo hicieron para poder afrontar sin riesgo alguno las renovaciones de Monta Ellis y Andris Biedrins, los dos jugadores llamados a ser pilares de la franquicia en un futuro cada vez más cercano.
Desde luego que, ni el jugador parece dispuesto a firmar un contrato poco lucrativo, ni la franquicia a poner en peligro dos renovaciones tan cruciales para satisfacer los deseos de Baron.
Dejarle marchar tampoco sería una opción bien recibida por la afición (y tampoco hay muchas opciones este verano por las que perder el culo), aunque la opción de lograr el regreso de Gilbert Arenas seguro que es una opción que eriza el bello púbico a más de uno.
Aún así, la opción que se presenta como más posible podría ser la del 'sign & trade'. El problema será encontrar un pretendiente, y que la moneda de cambio no reduzca el espacio salarial de que disfrutan ahora.
Mientras tanto, Davis podría estar pensando en su próximo equipo. Nativo de Los Angeles y con los Clippers siendo uno de los tres equipos con mejores condiciones económicas con las que afrontar el verano, las piezas parecen encajar en ese puzzle.
Para poder hacerlo efectivo, los Clippers deberían renunciar a Corey Maggette y lograr renovar a Elton Brand por una cantidad no muy desorbitada, de tal forma que aún les quedara espacio salarial suficiente para convencer a B Diddy.
De confirmarse su marcha, Monta Ellis se encontraría ante sí con la complicada tarea de soportar el peso del equipo sobre su espalda, algo para lo que ruego que se me permita mostrar mi escepticismo.
Hasta que el entuerto se resuelva, Davis parece que no se lo pasa mal.
...All I keep thinking about is Baron in my arms
and I'll never be the same until you are mine...
No hay comentarios:
Publicar un comentario