Mediados de agosto, el momento para dar los últimos retoques a las plantillas, de fichar jugadores de final de banquilllo, de la tercera rotación, de los que año tras año se dejan sangre sudor y lágrimas para continuar en la liga.
Como ya comentamos días atrás, cuando los Philadelphia 76ers cerraron la renovación de Andre Iguodala, la gerencia de la franquicia buscaba un refuerzo interior para suplir la más que posible baja para toda la temporada de Jason Smith. Y, como también relatamos, Theo Ratliff se perfilaba como la alternativa más sólida. Por veteranía, por disponibilidad y porque era un viejo conocido del equipo, con el que jugó hace ya una década.
Y como era de esperar, el guión se ha cumplido. Ratliff firmó un contrato de un año por el mínimo (algo más de 1.2 millones) con Philadelphia, que obtiene en él un veterano cuya importancia se espera que aumenta conforme aumenta la temporada. Ya no es el gran intimidador que fue antaño, pero sigue siendo un jugador con capacidad para dar diez minutos de descanso a quien sea necesario.
Uno de los equipos que más ajetreado anda estos días son los Miami Heat. En primer lugar, firmaron la renovación de Dorell Wright. El aún jovencísimo alero fue una de tantas víctimas de las lesiones en Miami durante la última campaña y, tras un prometedor inicio de año, tuvo que ver el final de la liga regular desde casa por culpa de una lesión de rodilla. Ese desgraciado problema le ha terminado perjudicado en las negociaciones con su equipo, puesto que ha firmado un contrato de sólo dos años. La primera temporada cobrará 2.9 millones, por lo que el montante total andará ligeramente por encima de los 6 'kilos'.
El que no se quedó fue Earl Barron, que tras unos años intentando ganarse un puesto, ha terminado desistiendo y tomando el camino hacia Europa. El pívot jugará durante la temporada que viene en la Fortitudo de Bolonia, con la que ha firmado un contrato de un año y dos millones de dólares. Allí se encontrará con otro jugador que en su día perteneció a los Heat, Qyntel Woods, que cambia el Olympiacos por los transalpinos.
Tras la marcha de Barron, los Heat andan a la búsqueda de un pívot suplente. Con la continuidad de Alonzo Mourning aún en el aire (todo depende, como siempre, de su estado físico), Miami se ha entrevistado durante estos días con algunos candidatos al puesto, entre los que se encuentran los nombres de Jamaal 'fui All-Star' Magloire y DJ Mbenga.
En una situación similar (renovación de un exterior y búsqueda de otro interior) se encuentran los Spurs. Hace unos días, ESPN adelantaba que San Antonio había llegado a un acuerdo con Michael Finley para que éste continuara adherido a la disciplina de los tejanos. Aunque a día de hoy no se han conocido todavía los datos concretos del concreto, sabemos de boca del agente que el contrato es por más de una temporada (dada su edad, es de suponer que como mucho incluya un segundo año opcional) y por un valor superior al mínimo salarial para veteranos.
El escolta, que cuenta ya con 35 años, manejó ofertas de los Boston Celtics, quienes le pretendieron como refuerzo para tapar la salida de James Posey. Ese interés de los de Massachusets motivó que San Antonio tanteara las opciones de contratar a Jannero Pargo. Al final, renovación y todos felices, puesto que ya habían dejado marchar este verano a Brent Barry y una nueva baja hubiera supuesto un golpe duro al banquillo de los tetracampeones.
Además, la franquicia tejana ha tenido a prueba durante estos días a Nick Fazekas, ala-pívot formado en la Universidad de Nevada que a pesar de su buen cartel, ha pasado ya por Dallas y Clippers sin suerte. Con su incorporación, los Spurs cubrirían la baja de su segunda ronda, James Gist, que como ya dijimos a su debido momento, jugará el año que viene en Italia.
Los Clippers le extendieron a Fazekas la Qualifying Offer, pero al haber llegado al equipo a través de un contrato temporal, el salario no estaba totalmente garantizado. Ante esta situación, el jugador llegó a un acuerdo con los angelinos para que retiraran la oferta y le dejaran convertirse en agente libre para poder fichar por otro equipo. El propio jugador ha comentado que si no consiguiera su objetivo, vería con buenos ojos desembarcar en Europa, aunque sin abandonar su sueño de hacerse un hueco en la NBA.
Los que sí jugarán en el Viejo Continente durante esta próxima temporada serán el anteriormente mencionado Jannero Pargo, que se rindió al influjo de los petrodólares del Dínamo de Moscú, y Gordan Giricek, que hizo lo propio con el Fenerbahce turco.
El ya ex base de los New Orleans Hornets firmó un contrato de un año con el conjunto moscovita a cambio de 3.5 millones de dólares después de impuestos, lo que supone una cantidad muy superior a lo que cualquier equipo hubiera estado dispuesto a ofrecerle en la NBA. Allí coincidirá con otros ex-NBA como Bostjan Nacbhar, otro de los protagonistas del éxodo de regreso, o Yaroslav Korolev, así como viejos conocidos de la afición española como Travis Hansen o Hollis Price.
Mientras tanto, el escolta croata, que hace unos veranos tuvo la osadía de autoproclamarse mejor jugador europeo en su posición, firmó un contrato de dos temporadas, con la opción de quedar libre el verano que viene en caso de poder regresar a la liga norteamericana. Allí, ocupará el hueco que deja libre Tarence Kinsey tras su fichaje por Cleveland.
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