
Al menos las últimas noticias nos hablan de un jugador que trata de reconducir su camino (estoy hablando como un predicador), que trabajó con el equipo de verano y que hizo lo propio con el equipo de jóvenes promesas que sirve todos los veranos de 'sparring' a la selección de Estados Unidos durante su preparación.
En su descargo, debemos decir que, efectivamente, año a año va haciendo pequeños progresos, todos en el mismo sentido, afinando siempre la puntería y convirtiéndose en una amenaza constante desde el perímetro. Bien haría, sin embargo, en aplicarse más en defensa y mejorar su toma de decisiones en juego, que a día de hoy no es mayor que la que pueda tener un lápiz de colores.

Y es que Nichols ha tenido un inicio de carrera algo complicado. Drafteado por New York, el equipo de la Gran Manzana le propuso pasar un año en Europa para poder hacerle hueco en plantilla. Una propuesta a la que no sólo se negó, sino que hizo que despidiera a su agente. Con su nuevo representante consiguió, por fin, que Isiah Thomas le contratara... pero no que se quedara. Cleveland fue su siguiente destino, pero con más pena que gloria acabó siendo cortado. Así hasta llegar a Chicago, donde si bien continúa sin tener minutos, al menos ha conseguido ha conseguido que se interesen en retenerle.
El 'Training Camp' dirá, pero seguro que en Illinois andan más preocupados por las últimas declaraciones de Ben Gordon, en las que daba por finalizado su ciclo en el equipo. El año pasado, el asunto ya tenía tintes de acabar en culebrón, y hasta el momento no está defraudando. Nadie, salvo los Grizzlies (que no le necesitan), tienen dinero para ofrecerle lo que pretende, por lo que la única salida viable parece ser la de aceptar la 'Qualifying Offer' y salir a la agencia libre sin restricciones en 2009.

Tras la marcha de Jannero Pargo a Europa, y a pesar de la llegada de James Posey, los de Byron Scott andaban detrás de un jugador que añadiera más profundidad al equipo en posiciones exteriores, sobre todo en la de escolta. En Brown, consiguen un jugador con buena capacidad anotadora y que no desentona en defensa. Lo que se dice un abonado a la clase media.
Este clon de Usher llegó al equipo de Chris Paul en la temporada 2006-07 (habiendo sido incluso campeón con San Antonio), pero tardó en entrar en la dinámica del equipo. Sin embargo, conforme avanzó la liga regular, creció su juego y fue aprovechando las lesiones de jugadores como Peja Stojakovic o Bobby Jackson, de tal forma que acabó el año como un fijo en las rotaciones.

Este tirador por condena llegó a los Seattle Supersonics mediada la temporada, en el mismo traspaso que llevó a Wally Szczerbiak a Cleveland. Pero si ya había contado poco para Mike Brown, la llegaba a un equipo desahuciado no mejoró su situación. Marshall apenas tuvo minutos con PJ Carlesimo, y la perspectiva de esta temporada no era mucho más halagüeña con la incorporación de Joe Smith (otro que también estuvo involucrado en el traspaso mencionado).
Así las cosas, la mejor solución para ambas partes era cortar al jugador. Con esta decisión, la franquicia no recibe mayor beneficio que un puesto libre en la plantilla, puesto que su contrato seguirá contando en el espacio salarial del equipo, pero al menos el bueno de Donyell quedará libre para negociar su futuro con otro equipo, seguramente alguno con aspiraciones más serias.

Y es que cuando el entrenador te considera necesario, tienes mucho ganado. Los equipos de Rick Carlisle se caracterizan por su desfogue defensivos, y si algo aporta George es eso, sacrificio atrás. En base a esa premisa, Mark Cuban dio su brazo a torcer y decidió renovarle por dos temporadas (la segunda de ellas, está sujeta a opción del jugador) a cambio de 4 millones de dólares.
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