
Y no es que sean cifras demasiado elevadas para un jugador de su calibre, que bien pudiera merecerlas, sino porque la franquicia lacustre se encuentra inmersa en pleno impuesto de lujo, por lo que renovarle hubiera supuesto un esfuerzo económico doble al que tendrán que hacer los Warriors. No contentos con ello, los de la Bahía pusieron un último obstáculo a su renovación: el contrato será decreciente, por lo que la suma a cobrar durante el primer año será mayor de la que hubiera sido en condiciones normales.
En concreto, Turiaf cobrará durante el primer año 4.5 millones de dólares, pasará a cobrar 4.2 durante las dos siguientes temporadas y terminará su contrato cobrando 4.1, de tal forma que aligerará presión sobre el 'payroll' del equipo según avancen las temporadas. No hubiera sido así en el caso de los Lakers, que debido al impuesto de lujo hubieran que tenido que desembolsar, sólo el año que viene, 9 millones de dólares por la continuidad del francés.
La franquicia púrpura perderá, pues, a un jugador de los que hacen banquillo y a un buen obrero. Sin embargo, con el regreso del mencionado Bynum, su papel se hubiera visto notablemente reducido, por lo que los de Phil Jackson tomaron la decisión de no igualar la oferta.
Supone, por tanto, la segunda incorporación de los Warriors mediante la agencia libre tras la llegada de Corey Maggette. Será un buen refuerzo para ellos, puesto que salvo Andris Biedrins, carecían de un hombre interior que aportara intensidad bajo el tablero.
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