jueves, julio 17, 2008

James Posey se une a la causa de los Hornets.

Tras dos anillos conseguidos en las tres últimas temporadas, James Posey parece decidido a intentar el más difícil todavía: ganar la NBA con los Hornets. Eso sería lo que pensaríamos de estar invadidos por un espíritu bondadoso, pero lo cierto es que New Orleans fue la única franquicia que se atrevió a ofrecerle un contrato de cuatro años.

Gracias a ello, lograron ficharle.
De esta forma, Posey disfrutará cuatro años de Mid-Level Exception (lo que suponen 25 millones de dólares), un contrato muy apetecible para un jugador de 31 años. Tanto es así que sólo la duración del contrato ha impedido que renueve por los Boston Celtics: los vigentes campeones habían accedido a satisfacer las cantidades económicas, pero eran reticentes a firmar un contrato superior a tres temporadas.

También estaban interesados otros equipos de gran calado como Cleveland Cavaliers, Detroit Pistons o Los Angeles Lakers (entre muchos), pero todos ellos coincidían con los 'verdes' en la cuestión de la edad: firmarle un contrato de esas características a un jugador de 31 años se acabaría convertiendo en un futuro no muy lejano en un lastre para la franquicia.

LOS HORNETS ASUMIERON EL RIESGO. ¿OBTENDRÁN LA RECOMPENSA?

En New Orleans andan atareados en estos últimos tiempos en una labor tan grata como exigente: ser el equipo revelación de la liga y actuar para dejar de serlo. Por el camino hacia el salto de categoría, hay que asumir riesgos, y el de Posey es uno de ellos. Una contratación que ya empezaron a preparar incluso durante la noche del draft.

Aquel día, los Jeff Bower traspasó la única primera ronda de la disponían los Hornets (y que se convirtió en Darrell Arthur) a los Portland Trail Blazers (y que acabaría finalmente en Memphis Grizzlies) a cambio de 'cash considerations'. Como ya hicieron en los casos de Sergio Rodríguez o Rudy Fernández, los de Oregon pagaron 3 millones de dólares por esa elección.

Saca el vino caro, que paga Paul Allen
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Pocos días más tarde, James Posey renunciaba a su último año de contrato en Boston. Adrian Wojnarowski adelantó entonces el posible interés de los Hornets en un alero de la agencia libre (Maggette o Posey) y hoy, esos tres 'kilos' serán los que ayuden a afrontar con más facilidad la contratación del ya ex-Celtic.

Posey ayudará en los Hornets a cubrir dos necesidades básicas. Si bien el juego interior sigue siendo la asignatura pendiente, permitirá a Byron Scott contar con una pieza fuerte desde el banquillo y mejorar la defensa exterior del equipo. Todo ello sin bajar en ataque el listón de tiradores como Morris Peterson o Peja Stojakovic.

La temporada pasada, con Julian Wright en su año 'rookie', trataron de llenar la necesidad de un buen suplente en las alas con Bonzi Wells, que llegó en febrero procedente de Houston. Sin embargo, la experiencia no fue positiva, y desde Nueva Orleans comenzaron la búsqueda de una nueva pieza para el puesto. Esa pieza que confían que sea James Posey.

Su llegada podría chocar de frente con la necesidad de dar más minutos en la rotación a Julian Wright, que tras llegar procedente de Kansas con un gran cartel, apenas gozó de oportunidades en su primer año como profesional. Sin embargo, tanto Wright como Posey pueden ocupar las posiciones de alero y ala-pívot, e inclusso el segundo puede jugar minutos como escolta, por lo que el debate entre ambos no debería aparecer.

Sí debe hacerlo el de la rotación interior, donde los Hornets siguen cortos de efectivos. Una de las opciones que se barajan para esa plaza es la renovación de Chris Andersen. El jugador ha vuelto tras dos años de suspensión por consumo de drogas y sus derechos siguen perteneciendo a la franquicia. Como agente libre que es, acudió a un pequeño 'casting' de pívots que organizaron los Celtics (del que ha salido ganador Patrick O'Bryant), pero tras no ser contratado, Bower podría barajar su nombre como solución de emergencia para el puesto.

Las otras renovaciones de interés que quedan por acometer son las de Bonzi Wells y Jannero Pargo. Mientras que el primero queda practicamente descartado con la llegada de Posey, la franquicia sí que ha mostrado su interés por renovar al base, que protagonizó una buena segunda mitad de temporada.

2 comentarios:

Richi dijo...

Nos quedamos sin él en Boston, pieza clave e importante, ahora a ver que hacemos...

Gran refuerzo sin duda para Hornets, como dices completa la rotación del juego exterior y junto a Julian marcarán diferencias desde el banco

Un paso que da Hornets, veremos si hacen tan gran año como el anterior, imaginamos que sí y que hay motivos para ello

Saludos

Anónimo dijo...

Al paso que va, Posey va camino de convertirse en el próximo Robert Horry. No son pocas las similitudes entre estos dos jugadores si obvias que Posey es un 3 y Horry un 4 (aunque empezara jugando de 3), no son estrellas, no es raro verles a menudo estadísticas de 2 o 3 puntos en un partido, pero cuando es la hora de la verdad siempre están ahí aportando cosas tangibles e intangibles para sus equipos.
Por cierto, gracias por añadirme a tu lista de blogs.