Otro de los que resolvió su futuro durante estos días fue Chris Duhon, que se convertirá en el nuevo estratega al servicio de Mike D'Antoni para tratar de hacer frente a uno de los mayores retos de los últimos años, reflotar a los New York Knicks. Si fracasa, será olvidado entre tantos otros que lo intentaron. Si lo logra, nuestro 'Doctor Amor' se ganará un hueco en mi corazón.
Teniendo en cuenta la última temporada, el contrato que ha conseguido firmar no está nada mal, aunque conseguirlo en Nueva York es algo que le resta méritos al asunto (más abajo hablaremos de Jerome James): algo más de 11.5 millones por dos años (dos temporadas de Mid-Level Exception, para ser más concretos).
La más que posible salida de Stephon Marbury del equipo, la condición de 'tweener' que tiene Nate Robinson y la solución de urgencia de Mardy Collins, obligaron finalmente a los Knicks a hacerse con los servicios de un base. Un base con cabeza y curiosamente alejado de los patrones vertiginosos de Mike D'Antoni, pero que aportará a la direción de juego de los de la Gran Manzana algo de lo que han carecido durante los últimos años: cabeza.
De hecho, no se tardó en sugerir que el ex de Duke hubiera firmado por los neoyorkinos una vez que estos le garantizaron que gozaría de un rol importante en el equipo para la próxima temporada. Un movimiento que, de paso, aumentaba los rumores de salida de 'Starbury'. Tanto como lo hizo la llegada de Derrick Rose a Chicago con las cabezas de los dos bases de los Bulls (Hinrich aún aguanta).
Hace unos años hubiera resultado impensable, pero el fichaje de Duhon parece haber puesto las pilas a Marbury, que ha acudido a Las Vegas para entrenar con el equipo y empezar con buen pie su relación con D'Antoni. No será para manos, pues entrenar en plenas vacaciones con una plantilla repleta de jugadores que nunca llegarán a jugar la NBA no debe ser algo muy habitual en un All-Star.
También por Las Vegas parece que está Jerome James, el hombre que resolvió su futuro jugando cinco (cinco) buenos partidos, los de la serie de Playoff ante Sacramento cuando aún era jugador de los aún llamados por entonces Seattle Supersonics. Otra de tantas piezas de caza que sumar al medallero de Isiah Thomas.
Después de estos años, en Nueva York parecen haberse dado cuenta de la escasa utilidad de este pívot (y más que lo será con D'Antoni en el banquillo), algo que unido al estado de sus rodillas, tiene a todos los peces gordos de los Knicks poniendo velas al santo más cercano para que James opte por la retirada, algo que les evitaría tener que hacerse cargo de sus cuantiosos ingresos.
Sin embargo, y los de retirarse, parece que Jerome ha decidido pasarse por Las Vegas este fin de semana para entrenar con un grupo de jugadores veteranos. La operación a la que tuvo que someterse en noviembre en la rodilla izquierda, limitó su participación con el equipo a tan sólo cinco minutos en toda la temporada, lo que le permitieron sumar (según informa New York Daily News y ratifican mis cuentas con papel y boli) el escalofriante promedio de ingresos de un millón de dólares por cada minuto jugado.
Isiah, la Gran Manzana te muestra su corazón. Su dedo corazón.
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