Para hilar fino, muy fino. Acordado durante la noche del draft pero no oficializado hasta la apertura del mercado. Los Blazers lograron hacerse con Jerryd Bayless y Ike Diogu a cambio de Jarret Jack, Josh McRoberts y Brandon Rush.
Projectado para salir elegido por Seattle en el puesto número 4, el escolta de Arizona acabó cayendo fuera del Top 10. Momento para que Pritchard comenzara a mover sus hilos. Desde antes del draft, Bayless era el principal objetivo de los Trail Blazers para refozar el puesto de base, donde se acabaron las soluciones de urgencia y donde, lamentablemente, Sergio Rodríguez no parece contar demasiado.
Lo consiguió por un precio más que razonable, consiguiendo por el camino un notable refuerzo para el ya de por sí excelente juego interior a cambio del base que se acababa de quedar sin su puesto de titular y de un ala-pívot que jugó más en la Liga de Desarrollo que en la NBA. Una nueva clase de corte y confección que permitía rematar la plantilla más joven y talentosa de la guía.
Pero precisamente ahí puede radicar una de las principales pegas. Es incuestionable que a nivel de talentos prometedores no encuentran parangón en la liga, pero les falta algo tanto o más importante: la estabilidad. Los resultados de la temporada pasada fueron muy buenos (le pese a quien le pese, McMillan ha hecho un trabajo extraordinario para mantener a la franquicia con un muy buen rendimiento), pero ya no se necesita más juventud, sino equilibrio, continuidad, un par de años de competición para madurar como bloque. Será entonces cuando podamos ver si de verdad pueden convertirse en uno de los mejores equipos de la liga.
Por el momento, todo apunta a que Bayless hará de complemento de Brandon Roy, aunque aún no es segura su totalidad. McMillan ya le ha advertido que deberá jugar de base, puesto que no hay más huecos en la plantilla para que pueda tener minutos. Vistas las aptitudes del Rookie del Año 2007 para manejar la pelota, no sería de extrañar que cuando ambos coincidan sobre la pista, sea el de Washingston quien coja el peso de la dirección mientras que el novato se dedica a tirar y anotar.
El otro que llega en el 'pack' es Ike Diogu, uno de los debutantes más prometedores en la temporada 2005-06 y que a las órdenes quedó relegado al fondo del banquillo. Será complicado hacerse hueco en un juego interior tan bien cubierto como el de Portland, pero no vendrá mal para apretarle las tuercas a Channing Frye, otro prometedor compañero de generación que ha quedado reducido a un papel secundario. Su capacidad de rebote y sacrificio bajo los aros serán sus credenciales para hacerse hueco.
A cambio, Indiana recibe piezas de banquillo. Si la llegada de TJ Ford no había resultado lo suficientemente explícita, el fichaje de Jarret Jack termina por evidenciar lo innegable: Jamaal Tinsley está fuera del equipo. Defensa frente al juego vertiginoso del base tejano, ejercerá por fin como suplente de profesion y no como titular por descarte.
La parte del botín que más debe ilusionar es la de Brandon Rush aunque, paradójicamente, es el que peor lo tiene para tener minutos. Danny Granger es el líder indiscutible del proyecto de los Pacers, mientras que Mike Dunleavy llega de protagonizar una extraordinaria temporada. Aseguradas las alas, quedan por repartir los minutos de descanso, donde Jim O'Brien sí carece que alternativas importantes. Buen tiro y defensa, si es capaz de trasladar su juego a la "liga de los mayores", tendrá mucho camino ganado.
El último, el olvidado, no es otro de Josh McRoberts. Ni siquiera la lesión de Greg Oden le permitió disfrutar de minutos en Portland: La temporada pasada sólo disputó un total de 28. Llega a los Pacers, de donde acaba de salir Jermaine O'Neal pero donde parte por detrás de Troy Murphy y Shawne Williams en la rotación, por lo que deberá volver a pelear muy duro si quiere tener más oportunidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario