BOSTON CELTICS.
Algunas decisiones resultan difíciles de explicar. La de James Posey es una de ellas. Tan sólo dos semanas después de ganar su segundo anillo, esta vez con los Celtics, decide probar suerte en el mercado de agentes libres. Durante esta última temporada, ha cobrado poco más de 3 millones de dólares (Boston repartió su MLE entre él y Eddie House), y parece reticente a renovarle dándole la Mid-Level entera.
Sean o no económicas las motivaciones que le han llevado a hacerlo, lo que ha quedado fuera de toda duda a estas alturas es la contribución que puede hacer este hombre desde el banquillo a un equipo aspirante. En Los Angeles ya lo saben, y a al parecer los Lakers ya habrían mostrado su interés en hacerse con sus servicios.
Uno de tantos (de los veteranos del banquillo no parece probable que renueve alguno) que no seguirá en Massachusets será Tony Allen. A finales de la temporada 2006-07 disfrutó de un momento de forma espectacular, ejerciendo de perro de presa en defensa y mostrando una capacidad ofensiva inusitada. Hasta que se le ocurrió hacer un mate con el juego parado y su rodilla le pasó factura.
Desde entonces no ha vuelto a acercarse a aquel nivel y, con las llegadas en el draft de Bill Walker y JR Giddens, la gerencia del equipo ya le ha dejado bastante claro que no cuentan con él. Tocará buscarse la vida.
LOS ANGELES LAKERS.
Perder las Finales no es el fin del mundo, ni empuja irremediablemente a hacer borrón y cuenta nueva. En El Segundo (lo que debe doler ahora ese nombre) lo saben, y por eso ya han extendido las correspondientes ofertas sobre Ronny Turiaf y Sasha Vujacic.
El pívot francés resulta un buen complemento en defensa, donde su intensidad es un activo de valor para el equipo. No así en ataque, donde su papel es totalmente secundario. Juega a su favor el hecho de ser uno de esos casos extraños de jugadores que contribuyen a hacer piña en el vestuario. Porque la NBA no se merece perder al Rey León, ni los Lakers a su nuevo Mark 'Mad Dog' Madsen.
También tiene la renovación sobre la mesa Sasha Vujacic, una de las gratas sorpresas del final de temporada. El escolta esloveno ha rendido a un nivel más que aceptable en ataque, al tiempo que ha dejado ver una inusitada agresividad en defensa, factores que le convirtieron en algo inesperado: una pieza de valor para el banquillo de los Lakers.
MINNESOTA TIMBERWOLVES.
Por momentos, los Minnesota Timberwolves me recuerdan a una cadena de montaje. ¿Es posible que las tres ofertas de renovación recaigan sobre tres jugadores de corte tan similar? Bajitos para su posición, buenos reboteadores y con la agresividad como su principal activo. Craig Smith más interior, Ryan Gomes con un radio de acción algo más abierto y Chris Richard... siempre me gustó la forma tan natural que tiene de estar en el banquillo. Gladiadores de las sombras.
A uno que se le agota el crédito es a Sebastian Telfair. Debe ser duro que, siendo base, los Timberwolves decidan prescindir de ti. Pero no debería sorprender a nadie cuando año tras año han demostrado una incapacidad nata para dirigir a un equipo hacia algo que no sea una pared de hormigón. Cuando nos decían que sería el nuevo Marbury, no pensamos que se referían al actual.
Tampoco seguirá el año que viene Kirk Snyder. En su caso, sí ha dejado ver entrega. Nunca podrá justificar haber sido elegido a mitad de primera ronda hace cuatro años, pero va camino de alcanzar el perfil clásico de jugador que, si bien no encuentra la estabilidad, nunca le falta trabajo.
DALLAS MAVERICKS.
Casualidades de la vida, es ahora el turno de la otra parte del traspaso en el que se vio involucrado Snyder. No hablamos de la segunda ronda de 2010, sino de Gerald Green. Otro jugador con pasado 'celtic' que no ha cumplido con las expectativas que había depositadas sobre él. Durante la trágica temporada de Boston (a estas alturas se recordará como anecdótica y con la ligera sonrisilla de condescendencia que proporciona un anillo bien merecido), supo aprovechar la situación por la que atravesaba el equipo para brillar como nadie en ataque. Sin concepto de equipo y con un uso reiterado de la larga distancia, pero con acierto. La edad arreglará esos pequeños detalles, se pensó.
Pues bien, el paso del tiempo ha actuado, pero para ponerle en su lugar. De ser un jugador de futuro ilusionante a pasado a ser un jugador que a duras penas consigue contratos de un año. Primero fue Houston y ahora es Dallas quien coge la flauta para ver si soplando consiguen que suene. Sus 22 años impiden perder la esperanza en que se convierta en un anotador aprovechable, al menos desde el banquillo.
1 comentario:
Aiba Michigan! si has reaparecido! largo tiempo estabas sin dar señañes de vida en tu blog, ahora miro y veo un resurgir
Ya seguiré pasándome como hacía en tu ausencia. Si quieres intercambiamos links, por mi sí:
THE TRUTH (Piensa en verde)
http://heroeceltic.blogspot.com/
es el mio, ya me dirás en mi blog una contestación.
Nos vemos crack
Me alegro de tu vuelta
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