viernes, septiembre 28, 2007

La previa 2007-08. Boston Celtics.


Boston se ha convertido tras este verano en un equipo con cuentas pendientes. Las de sus jugadores, perseguidos algunos por las críticas, y las de la franquicia como institución, que durante la temporada pasada vivió uno de sus episodios más calamitosos de la era moderna, tras superar el récord de derrotas consecutivas y terminar la temporada dejándose llevar por las procelosas aguas de la NBA. Para redimirse, tantos unos como otros, se ha dado luz a este proyecto, impensable hace unos meses. Un todo o nada, un órdago a la grande en busca de la felicidad perdida. Así será su temporada.

El alumbramiento de la criatura.

El primer movimiento sorprendió, pero dejó reticencias. Ray Allen y Paul Pierce, dos de los mejores jugadores exteriores de la liga trabajando mano a mano, pero el salto de calidad no era tan evidente como hacer despegar la confianza de un grupo de seguidores muy a vuelta de todo.

Faltaba algo, y no se sabía muy bien qué. Tuvieron que aparecer (por enésima vez en los últimos dos años) los rumores de traspaso de Kevin Garnett para cerrar el círculo. En la mente (en ocasiones habitáculo inhóspito) de Danny Ainge, cupo la idea de juntar un tridente de superestrellas con el que recuperar algo del esplendor perdido. El sueño se hizo realidad, revolviendo los cimientos de la liga (y el marketing), pero restaba aún una tarea ingrata y no menos necesaria.

El intercambio de cromos por Ray y KG presentó un déficit de hasta 7 jugadores, por lo que ahora debían centrar sus esfuerzos en arropar al nuevo Big Three de un reparto competitivo. Anteriormente, habían llegado en el draft un base, Gabe Pruitt, y un fornido ala-pívot, Glen Davis, pero hacía falta más.

Y es aquí donde el resultado no ha sido tan satisfactorio. Tan sólo James Posey, que abandonó a tiempo los Heat (dicen que las ratas son las primeras en abandonar el barco), y Eddie House son jugadores de nivel medio y ciertas garantías. El resto, jugadores semidesconocidos, pasados de rosca o con muchísimo por demostrar.

En el primer grupo, encontramos jugadores como Brandon Wallace o Jackie Manuel. En el segundo, Scot Pollard, lejos ya de sus mejores años. Y en el tercero, a Dahntay Jones y Esteban Batista, los dos últimos en llegar a la franquicia. De momento, llegan para estar a prueba en el Training Camp (la plantilla cuenta con 17 jugadores), pero vistos algunos de sus rivales (dos en concreto, el par en el que estás pensando), no deberían encontrar excesivos problemas para quedarse con los verdes.

Así pues, los Celtics construyeron una casa bastante resultona, pero de puertas para adentro, la decoración deja que desear.


Cuentas pendientes con la jusiticia.

Paul Pierce se pasó la temporada pasada, y más aún a partir de su lesión, reclamando más ayuda para una franquicia que se iba a pique. La excesiva inexperiencia del resto de sus compañeros y, sobre todo, la idea de voler a convivir este año con aún más novatos, le aterraba. La dirección general de la franquicia ha reaccionado (por fin) y ahora es el líder moral de un proyecto ambiocioso como pocos. Deberá responder, y el primer signo de compromiso pasa por hacer retroceder (¡Por favor!) la prominente "circularidad" de su figura.

En el interior, Kevin Garnett deberá hacer valer su supremacía frente a los alas-pívots de la Conferencia Este, menos talentosos pero más duros. Él también es otro de esos jugadores con cuentas pendientes, y recibe esta temporada una oportunidad única para saldarlas. Cuando tuvo grandes compañeros, se plantó en las Finales de Conferencia. El resto de su carrera, un rosario de primeras rondas. Lleva dos años sin Playoff y deberá subir enteros en su regreso a los partidos de mayo.

Junto a ellos, Ray Allen, uno de los mejores tiradores de los últimos años. El año pasado disfrutó de grandes momentos de juego a nivel individual, pero no fue capaz de evitar el hundimiento del grupo. La gran visión de juego de Pierce y Garnett (Rondo a parte) y la atención que estos generarán, le reportará grandes beneficios.

Dos jovencísimos jugadores completarán el quinteto. Rajon Rondo y Kendrick Perkins serán los encargados de sacrificarse y realizar el trabajo en la sombra para que las vedettes reluzcan con todo su esplendor. Ambos deberán poner especial énfasis en las tareas defensivas, puesto que de gran parte del ataque se ocuparán los otros.

El que fuera base de Kentucky ya dio muestras durante la temporada pasada de ser un gran base de futuro. Muy intenso y acertado atrás, nada egoísta arriba. No en vano, agradecerá que el peso anotador recaiga sobre sus compañeros, puesto que su habilidad a la hora de lanzar a canasta dista de ser uno de sus fuertes. Por su parte, Perkins deberá ocuparse de liberar del trabajo defensivo a Garnett. El año pasado acabó perdiendo el puesto a favor de Al Jefferson, por lo que este año también él tiene cuentas que rendir.

Cuando el resto no acompaña.

A priori, Gabe Pruitt parte como el único base del equipo. Sin embargo, su condición de novato no le augura demasiados minutos en cancha. Al menos en los primeros compases de la temporada. En su lugar, podrían comparecer otros dos hombres, más contrastados pero con muy poco de bases.

Eddie House resulta un gran apoyo anotador como reserva, pero sus dotes de dirección aún están en busca y captura. Hasta el momento, su repertorio comprender tan sólo las funciones de subir el balón y jugársela o subir el balón y dársela al primero que encuentre nada más pasar de medio campo.

La novedad puede estar en Tony Allen, pues Doc Rivers ha dejado caer que podría utilizarle como base durante la temporada que viene. La pasada campaña sufrió la lesión más estúpida del año cuando estaba en un momento de forma espectacular, pero habrá que esperar a comprobar el nivel físico al que regresa.

En la posición de alero, James Posey. Durante el verano llegaron 'forwards' defensivos de poca monta, hasta que apareció la ocasión de fichar a este agente libre de los Heat. Si recupera el nivel que perdió la temporada anterior, puede ser la principal ayuda desde el banco.

Tanto Glen Davis como Leon Powe parten como 'cuatros' suplentes, pero la escasa presencia de pívots en plantilla podría obligarles a jugar de centers pese a su corta estatura. Pese a su aspecto, Davis es un ala-pívot bastante refinado en ataque y, de coincidir con KG, podría obtener incontables dividendos. Uno de los robos del draft. Powe, por su parte, es extremadamente atlético, aunque su físico (rodillas) acostumbra a jugarle malas pasadas. Aguerrido en defensa y contundente en ataque.

Quedan, por último, dos veteranos. Scot Pollard es el único pívot del banquillo, por lo que deberá ejercer un sobreesfuerzo para superar la falta de continuidad al que se vio sometido el año pasado. El que no está acostumbrado al esfuerzo es Brian Scalabrine, el Cardinal de la Costa Este. El día que se retire, deberían cambiar en su honor el parqué de la parte alta de la bombilla.

Esteban Batista y Dahntay Jones lucharán desde estos días por hacerse con un hueco en el banquillo. El uruguayo se ha ganado a pulso una nueva oportunidad en la liga tras el Preolímpico que ha disputado con su selección. Aunque sólo sea por el morbo de saber qué le pasó para rayar a ese nivel. El ex de Memphis es un buen defensor de perímetro, algo que buscaron los Celtics durante el verano. Si no le quita el puesto a Jackie Manuel, deberá plantearse muchas cosas.

Previsión.

Aunque sólo sea romanticismo, se hace difícil poner pegas a un equipo como éste. Los tres llegan de completar temporadas desastrosas a nivel de conjunto, y tienen mucho trabajo por delante para lavar su imagen. Los mimbres parecen inmejorables, pero lejos de la apariencia de suficiencia que dan los tres, el proyecto se sostiene sobre hilos demasiados finos.

La situación del equipo es muy cercana a la de un circo (en el mejor sentido de la palabra): es capaz de despertar las mayores ilusiones, pero da la sensación de ser un trapecista en la barra de equilibrios. Sin red debajo. Si los tres se mantienen sanos, encontrarán pocos rivales en su conferencia. Pero si uno de los tres cae, y más aún si es Garnett, vista la debilidad interior, todo puede convertirse en un desastre de grandes dimensiones.

En temporada regular, las 50 victorias parecen un objetivo al alcance de la mano, pero su verdadero reto empezará en los Playoff, donde todo lo que no sea una Final de Conferencia sabrá a poco.

9 comentarios:

mcmillan dijo...

Da gusto encontrar blogs de calidad. Buen análisis Michigan.

Estos Celtics van a dar que hablar. Estoy contigo que la plantilla es demasiado corta para aspirar a todo, pero las finales de conferencia están a tiro. El quinteto asusta, y mucho. Pero de ahí en adelante un Posey 'Cortocircuito's club', Danhtay 'Buen obrero' y House se antoja poquito. Les falta pintura, un par de tíos capaz de repartir estopa. En el este se mantendrán cómodos, con KG incluso de 5, pero en el Oeste van a sufrir.
Queda por resolver la duda de el estado físico de Allen. De su estado de forma trás la operación dependera mucho el exito del experimento, ya que él será el que tenga que aprovechar el desequilibrio creado por Big Ticket y Pierce. Tb importante, te he visto bien Michigan, la aportación de Rondo. De nada sirve juntar 3 all-stars si no tienes timonel.

De la apuesta en general? me parece buena. Tras años en el barro los Celtics han hipotecado su futuro para devolver la ilusión a la ciudad. Si sale mal Allen se va en dos años, Pierce se largará y habra que cargar con la jubilación KG. Eso traerá una brutal reconstrucción, mas o menos como la de los últimos cuatro años de los Celtics, nada nuevo vaya. En Boston llevan años escudandose en la reconstruccion, más lenta por cierto que la de la Sagrada familia. Han cogido el toro por los cuernos, y que dios reparta suerte. Si tienen exito todas las penurias que estan por llegar seran más dulces. Mucho más dulces.

P.D. Si la cosa funciona que nadie se sorprenda si una par de veteranos de calidad se sumen a la causa por el anillo.

Anónimo dijo...

Yo creo que para completar el círculo de querer un equipo ya que opte al anillo, deberían mirar de fichar a Chris Webber, eso ya sería... pufff, tremendo.

Buen análisis y mejor blog

Anónimo dijo...

La verdad es que fuera de la contratación de KG y Allen, los mimbres que ha conseguido Ainge para completar el roster son mas bien lamentables.

Vale que han sido jugadores low cost, pero ya puestos a pagar el impuesto de lujo estoy convencido de que hay jugadores en Europa de mucho mas nivel y que podian haber conformado un equipo tremendo a poco que les hubiesen firmado un contrato decente.

Juanejo dijo...

gran analisis michigan, gran analisis. Estos celtics, me recuerdan un poco a "zidanes y pavones", 3 mega estrellas y el resto...currelas. si los 3 estan sanos y los egos se mantienen tranquilos, este equipo es carne de finales. ojala se asina, ojala sea asina. siempre verdes!!

Xake dijo...

Estoy de acuerdo en que a parte de los tres grandes, todos los demas son de la parte baja. Pero... como conseguir buenos jugadores para el banquillo? han echado a 3 cuartos de la plantilla en los fichajes de las estrellas y finalmente solo han podido traerse a unos cuantos agentes libres decentes como posey o batista. Pero este año no se podia mas. El unico agente libre era lewis y estaba pillado por orlando desde el principio. con lo que mi pregunta es. ¿podrian heberlo echo mejor?

Andres Aragon dijo...

Gracias chicos.

Sobre el banquillo, yo creo que sí, que podrían haberlo hecho mejor. Brevin Knight se ha ido cobrando una miseria a los Clippers y, con la presencia de Tony Allen, se hacía mucho más necesario un base.

El juego interior cuenta con un rookie, un sophomore que no jugó y un veterano que tampoco lo hizo. Más Batista.

PJ Brown sigue libre y dijo que sólo quería jugar en Florida o en un equipo aspirante. Les queda la bi-annual exception libre. O pide mucho o no le da garantías este proyecto.

Mutombo podría haber sido otra opción, pero supongo que sólo querrá seguir jugando si es en Houston.

Espero al menos que no dejen escapar a Esteban Batista y Dahntay Jones del Training Camp sin un contrato.

Anónimo dijo...

Muchas felicidades por el blog, da gusto leerlo. ;)

peri dijo...

Cuando hablas de la lesión de Allen y la calificas de estúpida, me he sorprendido, no me acordaba de como se produjo, pero despues de vorverla a ver http://www.youtube.com/watch?v=Le8rMnL56w8
es cierto que es una estupidez intentar un mate en una jugada ya parada y romperse la rodilla en el intento.
Por cierto muy parecida a la lesión de James Singleton en la final de la Supercopa.

Andres Aragon dijo...

También fue reseñable la lesión de Francisco García en su año rookie.

El balón se quedó enganchado en el aro y saltó para desencajarlo. Se lesionó en el salto...

De esta no he encontrado video.

Fue en un partido contra los Cavs.