Un ladrillo más para el campeón.

Como las mejores rapaces. Como de costumbre. Los San Antonio Spurs se han mantenido agazapados entre la maleza esperando su momento. Una vez más, conseguirán un fichaje interesante a precio de fábrica, aprovechando el irresistible atractivo que produce el aroma a campeón. Nunca importa sacrificar algo de dinero cuando el objetivo es tan plausible, y en el caso de los tejanos la condición de contendiente se mantiene inamovible durante cerca ya de una década. Y camino va de convertirse en perenne.

La víctima/afortunado en este caso ha sido Ime Udoka, al que una más que decente temporada como titular en Portland le ha servido para despertar el interés de Gregg Popovich.

Las llegadas de James Jones y Steve Blake, junto con la renovación de Travis Outlaw, le colocaban con pie y medio fuera de la franquicia de Oregon, pues tenían ya 15 jugadores bajo contrato, y durante el verano no se ha dejado de especular con este posible destino. A día de hoy, los Spurs parecen muy cercanos a un acuerdo que vincularía a franquicia y jugador durante las próximas dos temporadas a cambio de una cifra que según The Oregonian no iría mucho más allá 2 millones de dólares por dos años (el segundo opcional, que está de moda).

Su rol en la franquicia de Tim Duncan (el día que se retire, tendrán que hacer un Coloso de Rodas en su honor) sería muy similar al de Bruce Bowen: un buen alero defensor que en ataque cumpliría las labores de triplista ocasional.

Bueno, bonito y barato. ¿Para qué más?