
Maldito en las listas de "Injury Prone", el suyo parece otro más de esos casos en los que las rodillas van acabando lenta y silenciosamente con la carrera de un jugador.
En diciembre de 2005, y cada vez más mermado por las continuas molestias, se vio obligado a someterse a una operación para reparar el cartilago dañado en su rodilla. Entre las molestias y la consiguiente recuperación, se perdió en total cerca de media temporada. Tal era la situación que decidió recurrir hasta a cuatro especialistas para evaluar el verdadero estado de su rodilla derecha.
Uno tras otro, el discurso no variaba: le aconsejaban reposo y no forzar en absoluto la articulación. Tanto fue así que ni siquiera se ejercitó durante la pretemporada con el equipo. Comenzó la liga, pasaban los primeros partidos, y Darius Miles aún era incapaz de dejar atrás sus incesantes molestias. Pasada la primera semana y sin cambio alguno, cuerpo médico y jugador optaron por la solución que se hacía inevitable desde el principio: pasar por el quirófano para reparar la microrrotura.
Decía así adiós a la temporada, pese a que el jugador aún conservaba esperanzas de poder regresar pronto a las canchas. Sin embargo, los plazos se han dilatado de tal manera que aún hoy, nueve meses después de la operación, no hay una fecha para su regreso. El propio entrenador, Nate McMillan, comentaba el mes pasado que desde la franquicia esperaban que pudiera estar listo para septiembre. No obstante, prefiere guardar cautela y ponerse en todo momento en las manos de Rusell Warren, el cirujano que se encargó de la operación.
Así pues, y sin forzar los plazos (al igual que hiciera el verano pasado), Miles se familiariza estos días poco a poco con algo que probablemente no conoció nunca: el trabajo duro. Las malas lenguas aseguran que durante el periodo de inactividad llegó a engordar 18 kilos (40 libras), pero el problema se está solucionando y no ha faltado a su cita con el gimnasio durante los 3 últimos meses. El jugador se ejercita en doble sesión y ya ha conseguido realizar ejercicios en bicicleta estática, aunque el trabajo principal se centra en la piscina y el fortalecimiento de la zona afectada.
Durante todos estos meses se ha llegado a especular con el final de su carrera (le restan 3 años de contrato a razón de 9 millones de dólares cada uno), pero parece que todo quedará en un mal susto.
Sólo queda por volver a verle sobre una cancha y comprobar si pertenece al grupo de los que superaron el trance (Jason Kidd, Amare Stoudemire, Zach Randolph...) o los que se quedaron por el camino (Jamal Mashburn, Terrell Brandon, Allan Houston...), pero lo que parece seguro es que no volverá a ser el mismo (Chris Webber).
Mientras tanto, y tras esta temporada en blanco, debió sentir la imperiosa necesidad de volver a dar que hablar. Y puesto que pocas veces lo ha conseguido con un balón en las manos, sigue con su especialidad: lo extradeportivo.
Éste es el nuevo coche con el que se ha presentado Darius Miles:

- ¿Cebra o leopardo?
- ¿Mapache no tienes?
Aquí le tenemos enseñando el cacharro a sus "Gangsta Bros".
- Wow, my man. ¿En serio que no te han tangado con las ruedas?

- No, no, son así. Con esto voy a ser el terror de my black chicks.
- I know it. No todo lo ibas a tener tan pequeño, shorty.
2 comentarios:
Yo tampoco creí que nadie pudiese ir por la calle dando botes, tener pasta para eso... y yo, que de pequeño soñaba con un Ferrari Testarosa, jaja.
A todo esto, enhorabuena por este magnífico blog Michigan, es mi primer sitio de referencia si quiero enterarme de qué ocurre al otro lado del Atlántico, sobre todo en estas fechas, que parece trascender únicamente lo extradeportivo...
Lo más grave es que seguramente le gustará su coche.
Desde luego que no va a ganar un concurso de tunning como Wade.
Muchas gracias por el por comentario, luiscar.
Se hace lo que se puede :P .
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