jueves, agosto 23, 2007

En Cleveland el columpio no se mueve.


En el lenguaje político estadounidense, Ohio es un columpio. Un Estado que no para de moverse entre dos aguas.

Sin embargo, los Cleveland Cavaliers parecen estar sumidos en la más completa quietud. La quietud suele ser indicativo de estabilidad. Y la estabilidad suele ser buena noticia cuando las cosas van bien. Salvo cuando quienes te rodean siguen caminando hacia delante.

Quizá en Cleveland no esperaban (distinto de deseo) llegar tan pronto a las Finales, pero tener a LeBron en tu equipo te capacita para lo imprevisto.


Con un pie metido de lleno en la lucha por el anillo, sólo faltaba dar un paso más, el mismo que separa la pretensión y la victoria. Sin embargo, en un verano que se antojaba clave, Danny Ferry ha quedado mudo por completo. No sólo no se han conseguido incorporaciones de cara a la próxima temporada, sino que las renovaciones se están dilatando hasta lo indecible.


Anderson Varejao comenzó el verano haciéndose eco de los rumores de un posible 'ofertón' por parte de los Cavs: en torno a los 9 o 10 milones por temporada se llegó a hablar. Nada más lejos de la realidad. Al parecer, las intenciones de la franquicia van más encaminadas hacia los 6 kilos por temporada. De momento, el brasileño da la callada por respuesta y afirma no tener prisa por resolver su futuro, pues ahora prefiere centrarse en disputar el Preolímpico con su selección.


Su agente, Dan Fegan, sabe lo que se hace en estos casos. En años anteriores, ya consiguió sacar
al final del verano jugosos contratos para hombres como Erick Dampier o Reggie Evans. Es consciente, además, de la importancia de su representado en el corto juego interior de Cleveland, por no olvidar el carisma que desprende el brasileño entre los aficionados del equipo. Lo que no parece probable es que opte como medida de presión por la salida a la agencia libre sin restricciones para el próximo verano. La decisión supondría aceptar la Qualifying Offer de tan sólo 1.3 millones de dólares para esta temporada, una pérdida de dinero muy importante para el jugador.

En una situación idéntica se encuentra Sasha Pavlovic. El serbio se ha convertido durante esta campaña en un hombre importante dentro del equipo. Limitados por la ausencia de alternativas ofensivas firmes más allá de LeBron y un ya veterano Ilgauskas, prescindir de los servicios de Pavlovic sería un lujo innecesario para la franquicia.
En su caso, además, sí podría hacer valer la presión de la agencia libre para el verano próximo sin temer por graves perjuicios económicos, puesto que su Qualifying asciende a casi 3 millones de dólares. Sin embargo, el único interés en firme parece haber sido el de los Heat.

Tanto Varejao como Pavlovic terminaron la temporada esperando recoger los frutos de un año exitoso y, hasta el momento, lo único que han ganado han sido las preocupaciones que trae consigo ser agente libre restringido. Esta forma de agencia libre permite a la franquicia igualar cualquier oferta que sea presentada por su jugdor, lo que se traduce en una mayor tranquilidad durante las negociaciones.

A ello hay que sumar, por supuesto, la delicada situación salarial a la que se enfrentan los Cavaliers. De cara a la próxima temporada, ya ha entrado en vigor el tremendo contrato firmado por LeBron James. Esta novedad, pese a la subida de los topes salariales, ha colocado a la franquicia de Ohio a tan sólo 3 millones de dólares del límite para pagar el impuesto de lujo, aún sin contar con las renovaciones. Así pues, parece seguro que los Cavaliers pagarán el temido luxury tax por primera vez en su historia.

La única posibilidad que tienen en el horizonte para aliviar esta situación es la posible retirada de David 'Goliat' Wesley. Tan sólo le queda un año de contrato (2 millones), pero sólo son parcialmente garantizados. A diferencia de lo habitual, su contrato no queda plenamente garantizado durante el verano o con el comienzo de la temporada, sino que no lo hará hasta el 10 de enero, con lo que podrán ver aligerada esta presión.

Esa escasa maniobrabilidad económica (todo parece indicar que ni siquiera utilizarán la MLE) es la que les ha impedido optar a agentes libres de mayor calado (esto nunca más irá por ti, Hughes). A lo largo del verano, se ha conocido el interés por Allan Houston (no es la primera vez que quieren a un jugador retirado. El año pasado intentaron convencer a Reggie) y se les ha vinculado a jugadores como Troy Hudson, recientemente desvinculado de los Wolves, y Earl Boykins, que a parte de haber nacido en Cleveland, ya ha disfrutado de dos periplos en los Cavs.

Llama la atención que no dejen de interesarse por jugadores exteriores, siendo estas las posiciones donde se concentran los pocos jugadores de futuro que atesora la franquicia. Daniel Gibson ya fue elevado a los altares por la ciudad durante los pasados Playoff, y Shannon Brown, que careció de oportunidad alguna. En la progresión de ambos descansa gran parte de la mejora que experimentee el equipo en caso de continuar sin novedades en el capítulo de altas.

El mayor cambio intentado por Danny Ferry ha sido sin duda la incorporación de Mike Bibby. Sin embargo, las negociaciones quedaron paralizadas en el mismo momento en que ofrecieron a Drew Gooden a un equipo ya repleto de ala-pívots. En las conversaciones, habría salido también el nombre de Damon Jones, que retornaría de esta forma a los Sacramento Kings, donde ya militó durante la temporada 2002-03 y ayudaría a tapar la precariedad en que quedaría el puesto de base con la marcha de Bibby. Los californianos, por su parte, podrían estar más interesados en expirings y rondas de draft, algo que no estarían dispuestos a soltar en Cleveland.

En el apartado de rumores, Brian Windhorst (Akron Beacon Journal) comentó recientemente que Danny Ferry estuvo muy interesado en conseguir los derechos de Luis Scola, pero el interés de los Spurs en utilizar al argentino para liberar salarios (Vassilis Spanoulis jugará en el Panathinaikos las 2 próximas temporadas), apartó de la puja a los Cavs que, como comentábamos antes, andan también agobiados por el impuesto de lujo.

Con el nacimiento de un nuevo Big Three, la nueva oportunidad para el de New Jersey, la profundidad adquirida por Detroit y las llegadas de Rashard Lewis y Zach Randolph, la quietud no parece la mejor de las estrategias para consevar el trono del Este.

Y el columpio no se mueve si tú no lo empujas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por favor sigue escribiendo en tu blog, es grandioso. de verdad.

felicidades