miércoles, julio 04, 2007

Draft de una noche de verano. Capitulo XXIV.













Portland Trail Blazers. Centro de todas las miradas.


Los Blazers ya eran de por sí los grandes protagonistas de la velada. Serían ellos, y nadie más, quienes se encargarína de romper el eterno dilema entre los números 1 y 2 de este draft. Sin embargo, aquello no se quedó allí, tan sólo fue el pistoletazo de salida a una noche en la que acabaron con la nueva gran presencia interior de la liga, 5 nuevos rookies y con su jugador franquicia traspasado a la otra punta del país.

La noticia (porque fue noticia antes de que ocurriera), se desveló antes del draft, pero aún así, no consiguió restar un ápice de emoción a esa primera vez en que David Stern salí para anunciar el novato elegido. El contrato que Kevin Durant ha firmado recientemente con Nike, empresa que tiene su gran sede en Portland, así como el agujero en la posición de alero que tienen los de Oregón, hizo dudar a todos hasta el último momento. Pero no hubo sorpresa y, como ya había sido filtrado a la prensa, Greg Oden sería el número 1 del draft de 2007, el hombre que desde hace más de 3 años se viene anunciando como el próximo gran interior dominante de la liga.

Desde David Robinson hasta Shaquille O'Neal, pasando por Bill Russell, no hay gran pívot de la historia con el que este joven monstruo de la naturaleza no haya sido comparado. Lo que más llama la atención nada más verle es, sin duda, su aspecto físico. En primer lugar, por aquello de que parezca un hombre de 40 años: se ha llegado a decir que, si LeBron James parecía el padre de Jermaine O'Neal, Greg Oden parece el padre de LeBron. En segundo lugar, por aquello que más concierne al baloncesto: esa forma física sobrehumana que lo convierte en un coloso inabarcable. Una máquina que sería perfecta de no ser por esa muñeca derecha que tantos problemas le ha causado.

Su mera presencia en pista es capaz de monopolizar el partido. En ataque, se convierte en una referencia constante. Este aspecto cambiará con su llegada a Portland, no hay duda, pero lo que se mantendrá intacto a buen seguro es su contundencia bajo tablero. Similar situación en defensa. Con su presencia en la zona, los ataques rivales quedan totalmente condicionados. Su capacidad de intimidación no se verá mermada gracias a ese físico privilegiado, que le concederá una gran ventaja tanto en la lucha por el rebote como a la hora de taponar y alterar trayectorias de los tiros. Quizá el gran agujero de su juego venga, precisamente, de la excesiva confianza que mantiene sobre su físico. Hasta el momento, no ha necesitado de mayores recursos para dominar un partido y producir en ataque, pero para anotar a nivel NBA, necesitará poner en liza más recursos de los que ahora ha demostrado.












Como ya hicieran el año pasado, compraron el pick de final de primera ronda a Phoenix a cambio de una cantidad económica. Esta vez fue el turno de Rudy Fernández. Puesto que no hace falta describir a Rudy, podemos enfangarnos un poco más en otros aspectos. En primer lugar, casi con total seguridad, Rudy habría hecho este año el viaje a la NBA de haber salido entre los 15 primeros puestos o, en su defecto (y valiéndonos de lo que finalmente ha ocurrido), hubiera sido Phoenix quien se quedara con sus derechos. Puseto que ha sido Portland, y pese a la presencia allí de Sergio, parece que Rudy aún estaría meditando su decisión final, siendo más que probable su permanencia en Europa durante, al menos, un año más. Sólo iría en caso de tener los minutos asegurados, y no parece que vaya a ser el caso. Como tampoco parece que se vaya a quedar en Badalona, puesto que el DKV se ha quedado sin Euroliga este año. Lo que parece inamovible es que en 2008, estará en la NBA.

En el número 30, el base finlandés Petteri Koponen fue seleccionado por los Philadelphia 76ers. Portland adquirió sus derechos a cambio de la ronda número 42 (en la que sería elegido Derrick Byars) más una compensación económica. Que un jugador que no ha demostrado nada ni siquiera en una de las ligas más flojas de toda Europa, sea elegido en primera ronda, no es más que una nueva muestra del daño que es capaz de hacer el Nike Hoop Summit. ¿A que sí, Sene?

La prueba más clara es que con el 37, eligieron a un jugador de mayor calado y mucho mejor preparado para aportar: Josh McRoberts. Un hombre que estaba proyectado para salir a mitad de primera ronda y acabó cayendo presa de su decepcionante año en Duke. Lo que sin duda más llama la atención de su juego es su asombrosa visión de juego, capacida de pase y manejo de balón, impropios para un jugador de su altura. Pese no tener un gran físico, ataca de forma muy intensa en rebote ofensivo. Misma intensidad que demuestra en defensa, pese a que necesitará algo más para enfrentarse a los cuatros de la liga. Como también necesitará pulir su juego ofensivo si quiere mantener una buena producción.

Por último, en el puesto número 52 seleccionaron a Taurean Green, el base de la universidad de Florida. Un base capaz de anotar mediante penetraciones y unos contra uno o tiros de media y larga distancia, donde ha sabido aprovechar la atención que exigían su compañeros de equipo. Que esas sean sus características más reseñables, nos habla claramente de su falta de aptitudes como base. Con el número 53, escogieron a Demetris Nichols, alero que sería traspasado a New York a cambio de una futura segunda ronda.













Y terminado el repaso al draft, llega el otro momento cumbre. El traspaso de Zach Randolph, que se marchó rumbo a la Gran Manzana junto con Dan Dickau y Fred Jones a cambio de Steve Francis y Channing Frye. Con esta maniobra, los Blazers logran ahorrar 30 millones de dólares en futuros salarios, puesto que el contrato de Z-Bo tenía dos años más de duración que el de Steve Francis. Lo hara a la vez que el de Raef Lafrentz, por lo que en el verano de 2009, la franquicia de Oregon liberará, de nuevo, la cantidad mágica: 30 millones de dólares. Además, consiguen redondear un extraordinario juego interior con la incorporación de otra pieza con gran valor de futuro: Chaning Frye. En lo que a Steve Francis respecta, se rumorea que la fraquicia comprará su contrato, de tal forma que pase a ser agente libre. Tanto es así, que incluso ya hay rumores de cual sería su destino: una vuelta a los Clippers para volver a juntarse con su inseparable Cuttino Mobley.

Así pues, en una sola noche, los Portland Trail Blazers solucionaron gran parte de su futuro. Un futuro que, si no hay grandes novedades, será brillante.

NOTA: 10

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