Dallas Mavericks. Beber para olvidar.Al igual que dijimos en el caso de Cleveland Cavaliers, la solución a los recientes (y sonados) problemas de los Dallas Mavericks no se iba a encontrare en la noche del draft. No en vano, el proyecto de los Mavericks se presenta más temible que el de los conjuntados hombres de Ohio, y los retoques tampoco deben antojarse radicales de cara a la próxima campaña. Sin embargo, las opciones del draft, aunque mínimas, fueron aprovechadas a la perfección.
Con el número 34, la llegada de Nick Fazekas logra cubrir la más que posible baja de Austin Croshere, que ha terminado contrato este verano. Uno de los jugadores más reconocidos de la liga universitaria durante los últimos años, Fazekas aportará un gran plus a la ofensiva de los tejanos, merced a su versatilidad a la hora de anotar, pudiendo valerse de su más que aceptable tiro o de su habilidad en las cercanías del aro. En el rebote, se presenta seguro, aunque será la faceta defensiva la que más desentone su juego. Un recambio para Nowitzki bonito (tiene nivel de primera ronda) y barato (la segunda ronda conseguida por Anthony Johnson).
Con el número 50, Renaldas Seibutis, un escolta lituano (con todo lo que ello suele implicar), que dificilmente cubrirá las cercanas necesidades de lanzamiento exterior y del que, igualmente, no se espera que complete el viaje hacia la NBA. Un movimiento más interesante se completó al final del draft. Con el número 60, seleccionaron al serbio Milovan Rakovic, que sería inmediatamente traspasado a cambio del alero de North Carolina Reyshawn Terry. Así pues, y pese al daño que pudo hacer a su stock su actuación en el Orlando Pre-Draft Camp, este alero de gran físico desembarcará en los Mavericks que puede cumplir sin problemas las labores de rebote y defensa que hasta ahora llevaba a cabo Devean George.
Picks bajos pero bien aprovechados. Dallas sigue su curso.
NOTA: 6.5
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