Durante el verano, la sequía también afecta a las noticias. Pasadas las dos primeras semanas de apertura del mercado y la consecuente locura, las aguas (pocas) vuelven a su cauce. Como no hay nada que venda menos que la quietud y la continuidad, los diferentes medios de comunicación se dedican a soltar la liebre y de las noticias se pasa a los rumores. O quizá sean los rumores los que se convierten en noticia. Nunca quedará claro. Es, por tanto, durante estas fechas cuando salen a la luz traspasos que pudieron ser, no fueron y ahora no vienen a cuento, interes de equipos por jugadores, de jugadores por equipos... y en medio todos nosotros.
Ávidos de novedades, resulta difícil resistirse a salir detrás de ese conejo, porque si durante estos días de sombrilla y arena en los calzones son los medios quienes cierran traspasos, lo más profundo de nuestro ser también intenta acercar posturas.
La gran bomba que ha estallado hoy es una vieja conocida: la salida de Kevin Garnett de Minnesota. Sí, "el mismo cuento de siempre", pero tanto fue la lechera a la fuente con Allen Iverson a cuestas que el cántaro acabó hecho trenz... trizas. El destino ha sonado tanto que hace un mes ya vivimos una precuela. Y hace 5. Y hace Dios sabe cuánto.
Anda McHale tan empeñado (lógicamente) en mandar a Garnett fuera de la Conferencia Oeste siempre que la salida sea inevitable, y anda tan encariñado a su ex-compañero Danny Ainge, que Boston siempre acaba perfilándose como "La Alternativa".
El rumor colocaría a Big Ticket en Massachusets a cambio de Al Jefferson, Gerald Green, Sebastian Telfair, Theo Ratliff y algunas rondas de draft. Sin embargo, quedaría por decidir el postre: en caso de ser traspasado, Garnett percibiría 6.75 millones de dólares, cantidad que contaría también para el salary cap y, por extensión, a la hora de cuadrar salarios. Puesto que lo dado es suficiente, y los verdes carecen de más contratos altos que incluir, Ryan Gomes podría convertirse en una víctima de peso.
Con el traspaso presentado sobre la mesa, los Celtics pasarían irremediablemente a ser candidatos a las Finales de la NBA. Juntando a Paul Pierce, Ray Allen y Kevin Garnett, la Final de Conferencia sería una exigencia mínima y más aún en el demacrado Este. Conservarían además a un base de futuro no exento de presente como Rajon Rondo y un fajador en la zona como Kendrick Perkins.
Tras un proyecto de regeneración con jóvenes que no ha ido a ningún lado (algo que se está convirtiendo en tradición de la franquicia), Boston pasaría de inmediato a tener un proyecto sólido y de presente. De mucho presente. Dejarían de vagar sin sentido para abordar las más altas cotas con una tentativa muy seria. Sacrificarían un futuro dubitativo a cambio de una meta por la que jugar (qué místico ha quedado, ¿Eh?).
Preocupa no obstante la debilidad en que quedarían expuestas las posiciones exteriores. Tanto Paul Pierce como Ray Allen llegan de temporadas con largos periodos de ausencia por problemas físicos. Perdidos West, Szczerbiak y Green, poco más salvo Tony Allen quedaría para dar descanso durante el partido o, aún más grave, tan siquiera para cubrir posibles bajas.
Minnesota, por su parte, recibiría aún más piezas para su futuro. Sustituiría a Kevin Garnett por Al Jefferson, un ala-pívot que durante el año pasado demostró una gran solvencia ofensiva al poste bajo (o dicho de otra forma, por fin fue efectivo donde siempre demostró maneras) y un buen instinto para el rebote. Cabe añadir, además, que los Wolves deberían renovarle antes de octubre del presente año para evitar que saliera a la agencia libre en 2008. El debate acerca de sus merecimientos para un contrato por el máximo ya se ha abierto, pero en cualquier caso, la llegada del expiring contract de Theo Ratliff les concedería una mayor maniobrabilidad económica de cara a este futuro.
Un futuro en el que también estaría presente Gerald Green para completar junto a Corey Brewer, Rashad McCants y Ricky Davis una rotación en las alas de auténtico infarto. Alguno de ellos (¿Ricky Davis?) puede que no comience la próxima temporada como wolve, pero aún queda verano por delante. Es necesario también contar con las rondas del draft, que no harían más que ayudar al equipo en su reinicio o, en el peor de los casos, resolver las deudas pendientes con los Clippers.
A todo ello habría que añadir una incógnita del calibre de Sebastian Telfair, cada vez más metido en problemas extradeportivos y menos en las canchas. Tras los affaire con las armas de fuego, Danny Ainge le colocó fuera del equipo. La posterior marcha de Delonte West y la consiguiente escasez de bases le obligaron a recular, pero en este traspaso encontraría la excusa perfecta para darle esquinazo.
No es el único que ha tenido que dar marcha atrás en el último mes (más allá de las leyendas de cama). A finales de la temporada pasada, desde las oficinas de Minneapolis se anunciaba por primera vez la firme intención de traspasar a la superestrella en caso de darse una buena oportunidad. Sin embargo, y al no poder cerrar un acuerdo antes del draft, Glen Taylor salió a la palestra para negar toda intención de traspaso. Ahora, parece que de nuevo la situación ha cambiado.
Y como donde caben dos, caben tres, Kevin Garnett es otro de los que se apunta al baile de pareceres. El último intento de traspaso quedó vetado por el propio KG, que no estaba por la labor de abandonar su equipo de toda la vida (12 temporadas, récord entre jugadores en activo) para recalar en otro en el que las posibilidades de hacer algo de mayor calado serían igual de escasas. Tanto es así, que llegó a amenazar con ejecutar la cláusula de su contrato para salir al mercado de 2008 en caso de ser enviado a los Celtics. Es precisamente ese punto uno de las claves de la negociación: Boston sólo estaría dispuesto a cerrar el traspaso en caso de que "La Máscara" se comprometiera a hacer efectiva su renovación para la temporada 2008-09.
Sin embargo, parece ser que la adquisición de Ray Allen ha cambiado el punto de vista de "La lengua más larga de la liga". En tanto que no es lo mismo caer en otro equipo con jóvenes y poco más que ofrecer a hacerlo en uno junto con otras dos de las grandes estrellas de la liga, Garnett podría haber acercado su postura a la de los célticos.
Los Timberwolves podrían encontrar aquí también la oportunidad para deshacerse de Troy Hudson, que en las últimas fechas ha pasado de ser un jugador a un problema. Las negociaciones por su finiquito se alargan más de lo debigo (aunque sí esperado) y la última novedad atañe a su último año de contrato: sólo sería garantizado en caso de jugar al menos 65 partidos en la temporada 2008-09. Vistos los constantes problemas físicos y, por qué no, el hecho de que todo quedaría en manos del entrenador y por tanto de la franquicia, no parece probable que el jugador alcanzarse esa cifra.
Según las notas de prensa, en 48 horas todo podría quedar cerrado. Así pues, quedémonos sentados con nuestras ilusiones a cuestas. Porque la experiencia nos dice que 48 horas es un eufemismo de "va para largo".
Mientras tanto, así es como negocian Kevin McHale y Danny Ainge:
D.A.: "Sí la meto, te quedas con Scalabrine. Si fallo, me llevo Troy Hudson."
K.H.: "Ten cuidado. Lo mismo dijiste de Wally."
2 comentarios:
que grande la última imagen, me parto
Buenas crack
Fuera de bromas, Hudson = es cortado por Wolves y fichado por Celtics, mal no nos iria; ya sabes que necesitamos un base y algo de rotación despues del gran trade
Muy bueno el blog, sigue asi
Pásate por el mio tambien, ya me dejarás algun saludo, jeje
http://heroeceltic.blogspot.com/
Nos vemos por Enbiei o por los blogs, yo fiel seguidor del tuyo soy
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