Ronnie Price vuelve a casa. Despues de que los Sacramento Kings decidieran no ejercer la opción de renovación que tenían sobre él (comprensible tras el fichaje de Mustafa Shakur), Ronnie Prive regresa a Utah. Un par de años atrás, y como alumno de la universidad de Utah Valley, se convertía en uno de los máximos anotadores de la nación a nivel universitario. El despliegue ofensivo no resultó suficiente para ser drafteado y acabó como agente libre en el equipo californiano. Ahora llega como base anotador a los Jazz, que no hace mucho contrataron también para el puesto de director al veterano Jason Hart (también de pasado king). Ambos fichajes dejan en el aire la continuidad de Dee Brown, que parece no contar para Jerry Sloan. A raíz de ello, el diminuto base, que también compartiera universidad con Deron Williams, ya se ha encargado de salir a los medios para mostrar su descontento. Como si le fuera a servir de algo.
Coby Karl consigue una nueva meta. El hijo de George Karl ya ha encontrado equipo. Tras pasar la liga de verano con los Lakers, la impresión dejada en el staff técnico angelino parece haber sido suficiente como para conseguir un contrato no garantizado con la franquicia. Los expertos hablan de él como un combo-guard, correcto como base y con tiro decente y que hace aguas en defensa. Un fichaje carente del más mínimo sentido, pues Phil Jackson ya cuenta en su plantilla otros 6 guards (más los derechos de Sun Yue) y no hay a priori razón para pensar que pueda ganarse minutos en ninguna de las dos posiciones. No en vano, Kupchak ya ha avisado que el joven deberá ganarse un puesto en la plantilla.
No cabe la menor duda de que luchará por ello, como ha tenido que luchar por la vida. A su aún corta edad, ha tenido que superar en dos ocasiones la terrible batalla contra el cáncer, motivo por el cual le tuvo que ser extirpada la tiroides. Una historia más de lucha y superación.
Las "víctimas del progreso" también existen en el deporte, y Allen Ray se ha convertido en una de ellas al ser cortado por los Celtics. La llegada de su casi homónimo Ray Allen a Boston le colgaba el cartel de prescindible y la esperada decisión no se ha demorado más. Menos aún lo ha hecho el propio jugador, que según el Boston Globe ya tendría firmado un contrato con la Lottomatica de Roma por nada menos que el triple de lo que cobraba en la NBA: 2 millones frente a los menos de 700.000 dólares que le pagaban en Boston. Un anotador compulsivo con la calidad suficiente para convertirse en uno de los mejores escoltas del Viejo Continente.
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