Tras duras negociaciones y no menos suspense, el escolta Deshawn Stevenson ha alcanzado un acuerdo con los Washington Wizards que le mantendrá vinculado a la franquicia durante los próximos cuatro años a cambio de 15 millones de dólares. Normalmente, la renovación de un jugador tan de la medianía como lo es Deshawn no debería traer consigo mayor suspense que el que supone la elección del color de la ropa interior cada mañana, pero este caso es especial: porque había precedentes que anunciaban tormenta y porque nos toca de cerca (el caso, no la ropa interior. Bueno, también, pero ése no es el problema ahora).
Un temporal como el que le tocó vivir el verano pasado. Con los ánimos crecidos, como el que cree salir de la mediocridad con su primer año decente, Deshawn Stevenson cometió la osadía de rechazar la oferta de renovación que los Orlando Magic habían colocado sobre su mesa, y que ascendía a 10.5 millones de dólares por 3 temporadas. Cuál fue su sorpresa cuando topó de bruces con la cruda realidad: nadie le ofrecía algo más allá del mínimo salarial para un jugador de años 7 en la liga, poco más de 900.000 dólares. Lo que se avecinaba como la gran pesca le convirtió en el gran cazado, y vistas las opciones, acabó firmando por Washington.
Este verano, en un alarde valentía negociadora, se atrevió a tensar la cuerda, pero esta vez tampoco ha conseguido llegar demasiado lejos, y percibirá 15 millones de dólares por las próximas 4 temporadas. O lo que es lo mismo, un contrato idéntico al que rechazó el verano pasado con un año más de duración. Allí, en los Wizards, seguirá siendo el resquicio de los pocos que se atreven a defender en el equipo. Un jugador con un aporte ofensivo no más allá de la media pero con unas cualidades defensivas que resaltan aún más en un conjunto en el que no existe demasiado apego por evitar que el rival anote su canasta.
El hecho de que los Wizards, dueños de los derechos de Juan Carlos Navarro, hayan renovado a un hombre que juega en la misma posición que nuestra Bomba, hace que la prensa local anuncie la operación como el fin de las posibilidades de Navarro en la capital. Pese a que en un principio no se descartaba que ambos compartieran equipo, la franquicia ha preferido la seguridad defensiva de uno frente al derroche ofensivo del otro. Ahora tan sólo se barajan alternativas que, dicho sea de paso, presentan una mejor apariencia de lo que Washington suponía.
Cleveland, Memphis y Miami son ahora los mejor colocados como destino de Juan Carlos y ya han estudiado el terreno para hacerse con sus derechos. En Memphis, lograría por fin reunirse con su gran amigo. Juntos, esta vez, en la mejor liga del mundo. En Cleveland, buscan lanzamiento exterior y descaro ofensivo para ayudar a LeBron, una vez visto que Gibson no es suficiente. En Miami el interés no es nuevo y, recibidas las calabazas de Maurice Williams, siguen en busca de una pieza de valor que ayude a la franquicia en el que podría ser el último año con aspiraciones serias al título.
La renovación de Deshawn ha acabado importándonos.
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