No podía ser de otra forma. Una jugador como él tenía que acabar en un equipo como éste. Tras años aparentando ser base, el tiempo de quitarse la máscara ha llegado para Chucky Atkins. El acuerdo ya anunciado con los Denver Nuggets adquirió oficialidad. Las cantidades no han sido desveladas, pero se especula con un acuerdo que podría estar cercano a los 6 millones por 2 años de contrato, con opción a un tercero. Como contrapartida, tendrá que ver cómo las licencias de tiro en Denver cotizan a un precio desorbitado.
Sorprende la decisión tomada por la franquicia de Colorado. Pese a poder renovar a Steve Blake, decidieron ponerse en contacto con el base de los Grizzlies. Los rumores precipitaron su regreso a los Blazers. Sorprende porque, a pesar de haber firmado por cantidades ligeramente superiores (1 millón más al año), un base como Blake tenía mejor cabida en el sistema de los Nuggets que la que pueda tener Atkins.
Steve es un base sobrio que ya había sabido aceptar el rol para el que fue contratado a mediados de la temporada pasada. Ese papel no era otro que el de un base que acaparara el balón durante el menor tiempo posible y que, llegado el momento, pudiera aprovechar los espacios con tiro de 3 bastante fiable. A lo largo de esa media campaña, cumplió sobradamente con este cometido. Las dudas asaltan al tratar de imaginarse a Chucky Atkins embutido en este mismo disfraz, siendo un base de clara mentalidad ofensiva y poca labor de equipo.
Tendrá que asumir su función a la fuerza, puesto que ahora no es más que un pollito de colores soltado en un corral lleno de gallos.
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