Habrá tregua. Y habrá magia. Durante los festejos de su "Bada Bling" (una acto benéfico que dura todo un fin de semana), Chris Webber reconoció tener en mente seguir en activo al menos durante una temporada más. Pese a lo informal del ambiente, no queda otra salida que agarrarse a cada una de sus palabras como a un clavo ardiendo, aunque tan sólo sea por no resignarse a la "desaparición deportiva" de uno de los grandes genios de la última década.
Siendo más concreto, afirma tener como principales "objetivos" Dallas y Detroit, algo que concordaría perfectamente con los rumores publicados hasta la fecha, que hablaban de ambos equipos como los potenciales destinos de Webber. Sin embargo, cualquiera de las dos franquicias presenta complicaciones a la hora de poder contratarle.
En los Detroit Pistons está su casa y, como tal, la franquicia de Michigan aparece como su principal opción. La presencia de Rasheed Wallace en la zona le permite ocuparse en defensa de los hombres más lentos y limitados en ataque, mientras que el acompañamiento de grandes tiradores como Chauncey Billups, Tayshaun Prince y, sobre todo, un hombre tan móvil como Rip Hamilton aumentan exponencialmente el daño que es capaz de causar en el ataque.
Aún así, Joe Dumars todavía no se ha puesto en contacto con él para extenderle una oferta de renovación, y la reciente contratación del rookie Sammy Mejia, junto con la renovación de McDyess parecen cerrarle las puertas del equipo. Tan sólo la esperada salida de Nazr Mohammed (una de las grandes decepciones) podría aumentar sus posibilidades de mantenerse en el equipo.
En los Dallas Mavericks carecen de un pasador de su nivel, pero las contrataciones de Brandon Bass y Nick Fazekas cierran la plantilla y, más aún, ambos son jugadores que ocupan su puesto. No obstante, la franquicia tejana sigue alerta frente a las posibles gangas que ofreciera el mercado y Chris Webber aparece entre ellas. El mayor daño, por tanto, no residiría en los puestos libres en plantilla.
Las dudas las abre su adaptación al sistema de los Mavericks. La mayor parte del tiempo, Avery Johnson aprovecha la posición de 5 para acompañar a Nowitzki con un jugador rocoso, intimidador y reboteador. Sólo cuando el alemán ocupa en la cancha esa posición de falso cinco (amén de los descansos que el propio ala-pívot se tome), Webber podría encontrar su sitio en el quinteto, recompensa que se antoja escasa incluso para las desgastadas rodillas del de Michigan.
Haciendo mucho menos ruido se encuentran los Phoenix Suns. Por no hacer, ni siquiera aparecen como alternativa para el jugador. El nombre de Webber aarecería como Plan B en caso de fallar la contratación de PJ Brown. Encajaría en la política de "Veteranos por el mínimo" y daría continuidad a una gran circulación de balon en un juego abierto, pero el ritmo de los Suns debería ralentizarse en demasía para permitirle respirar.
Todo sea por deleitarnos una temporada más con su juego.
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