
Lo cierto es que con Sam Mitchell se ha dado una situación extraña a más no poder. Los Raptors comenzaron la temporada queriendo lanzar 100 tiros a canasta por partido y a punto estuvieron de extinguirse con tanto cañonazo. Importaba más el número de lanzamientos que la posición de tiro en la que se daban. Un run 'n' gun de palo, un run 'n' brick que iba camino de convertirse en rolling stone.
Antes de que la catástrofe se hiciera carne (o se deshiciera de ella, según se mire), Colangelo evitó el desgraciado accidente dando instrucciones precisas, triple poste y final del desarbolado "sistema" de 100 tiros incluidos. Primer reconocimiento a la labor ejecutiva de Colangelo. Cómo será la situación que el recién proclamado mejor entrenador del año anda más lejos que cerca de la continuidad en el banquillo. Y es que Sam no ha podido engañar a nadie.
¿Qué fue antes? ¿El huevón o el gallina?

En esto que van un ruso, un italoamericano y un afroamericano... y se reparten el pastel. Porque no les gusta el gazpacho. Un año más y no van pocos, San Antonio, Dallas y Phoenix dominaron con mano de hierro el Oeste. Uno a medio gas, otro yendo a por las 70 victorias y el de más allá dando vida al desierto, alejando a los buitres.
Porque dárselo a los de siempre sería aburrido.

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