Y para Marcus Camby tampoco. 11 años ha tenido que esperar para conseguir el premio a Mejor Defensor de la liga. El premio a los que, para muchos, son los enemigos del espectáculo. Pese a que, bien mirado, el espectáculo también lo den ellos cuando se ponen manos a la obra. Marcus Camby, de nuevo un pívot, se convirtió así en el sucesor de Ben Wallace como pesadilla de los equipos rivales.
En medio de la tormenta de lesiones, traspasos, peleas y suspensiones que han vivido los Denver Nuggets durante esta temporada, él ha sido el encargado de aportar la poca estabilidad que han conocido este año en Colorado. Lo ha hecho desde la defensa, desde la solidez que da tener en tus filas al líder en tapones de la liga (tercer año que lo consigue, a un año de Eaton y Jabbar). Junto a ello, los mejores números en robos de la liga para un pívot y el cuarto mejor registro reboteador del campeonato.
Bruce Bowen, por su parte, continúa resumiendo su carrera en las votaciones de estos premios: él siempre será un segundón. Al menos le queda el consuelo de superar en esto a Tim Duncan, que quedó tercero porque votarle a él siempre resulta recurrente. Y cuando un buen puñado de recurrentes se junta para discutir estas cosas, un resultado así es posible.
Así pues, en primera ronda de Playoff se están viendo las caras los 3 hipotéticos mejores defensores de la liga.
Ben Wallace ha acusado el cambio de escenario y baja enteros de forma considerable. Alguno, viendo la serie contra Miami, se habrá arrepentido del voto. Pero es que en Illinois el movimiento se demuestra andando.
La mala temporada de Sacramento parece haber hecho daño a las aspiraciones de Ron Artest. Eso y que, en casa de los Artest, el que se encarga de la defensa es el abogado.
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