domingo, diciembre 31, 2006

El partido de Cuatro. Memphis - Toronto.


Empieza el partido y lo primero que llama la atención, por encima de la desangelada afición de Memphis, llama la atención ese entrenador que Michael Heisley y Jerry West se han sacado de la manga. Tony Barone, ya no sólo el aspecto, sino que hasta el nombre le acompaña. Esa pinta de Soprano, esa pinta de mafioso de poca monta de un barrio italiano. Tony el Gordo podríamos llamarlo. Fat Tony.

Ocupe el puesto que ocupe esta pequeña coña en la interminable lista de mafiosos que se han asociado al nuevo head coach grizzly, no debe alejarnos de la gran realidad que descansa tras de sí: es el instrumento del régimen, el encargado de hacer atractiva una franquicia. La Leni Riefenstahl de Tennessee, si se me admiten comparaciones estrafalarias y desacertadas. Ya que se van a perder muchos partidos, al menos que no se pierda mucho público. Es por eso que vimos a un equipo lanzado al ataque, menos encorsetado, con jugadas más rápidas, más espontáneas. Hacía mucho tiempo que no se veían acciones de tiro tan rápidas.

El partido empezó de forma inmejorable. Jorge Garbajosa inauguraba el electrónico y Pau Gasol le contestaba en la siguiente jugada de ataque. No tardaría mucho Calderón en sumarse a la Spanish Party, a ese homenaje improvisado. Una segunda de Garbajosa pondría el broche a ese gran inicio de partido, en el que 4 de las 5 primeras canastas llevaron sabor español. A esa pequeña fiesta vendría a sumarse Alexander Johnson, que en un desaforado contraataque no haría otra cosa que comerse a Jorge Garbajosa, con la consiguiente falta en ataque. El final de fiesta tendría mucho de suspense: mala caída de Pau y la mano al tobillo derecho. Posteriormente sería sustituido por precaución, aunque visto lo visto tampoco fue más allá. No tardaría mucho Garbajosa en volver a sacarle los colores a un grizzly en defensa, provocando una absurda falta en ataque de Hakim Warrick.

Y hasta aquí podemos hablar de los españoles como catalizadores del partido. Mike Millar demostró estar tocado por una varita mágica y anotaba tres triples de forma casi consecutiva para ayudar en ese arreón en el marcador que dejó paralizados por momentos a los Raptors. Y todo ello pese a que Eddie Jones nos enseñaba que su intensidad en defensa no es capaz de conseguir la efectividad de antaño, que la cuesta abajo llama a su puerta y él ya se ha puesto el casco. Miller supo echarse al equipo a la espalda y de su mano firmaron un primer cuarto de sensación… de vivir, que era lo que al parecer no les dejaba Mike Fratello. En semejante atmósfera de euforia, Stromile Swift pareció por primera vez en mucho tiempo ser un buen jugador. Será que como el entrenador es nuevo, pretender engañarle poniendo toda la carne en el asador. Si no le conociera, diría que puede convertirse en una pieza clave. Pero como lamentablemente todos le conocemos, sabemos cómo acabará esto. Junto con Hakim Warrick y Rudy Gay podía formar el club de las headband. Es probable que los 3 se la pongan para no dejar escapar las escasas neuronas que demuestran jugando. En apoyo a las minorías, vaya.

Particularmente escandaloso resulta el caso de rookie de Connecticut, que comparte con Nicola Roncar una capacidad innata: hablar mucho sin decir nada. Lo malo que uno lo hace comentando y el otro sobre la pista. Algún arranque de calidad pudo verse, pero queda contrarrestado sin problemas por la inoperancia que demuestra sin el balón en las manos. Y pese a no llevar cinta como el menage a tríos comentado, no puedo reprimirlo por mucho más tiempo: Alexander Johnson. Con la falta sobre Garbajosa volvía a demostrar algo que llama la atención: lo que sufre cuando tiene a un jugador inteligente delante. Marc Jackson ya le mostró el camino y Garbjosa se lo pavimentó. Nervios, novatadas o problemas de iluminación (falta de luces), el broche lo acabó poniendo en el segundo cuarto. Apenas logró recibir un pase a 8 metros de canasta y sin rivales en kilómetros a la redonda. Controlado por fin (gran gesta que no podemos más que añadir a su cesta de logros personales), acabó haciendo dobles al iniciar la entrada a canasta. Cuando llegan los nervios, no hay quien los pare. Si lograra superar esos problemas de mentalidad, ya tendría gran parte del trabajo andado. Hasta entonces, a joder la cal con tanta arena.

Y a lo tonto nos situamos en plena remontada de los Raptors. Un triple, un robo, una bandeja… José Manuel Calderón se convirtió en uno de los principales artífices de la recuperación de los Raptors. Lástima que ayer Mike Miller tuviera la muñeca tonta y Darrick Martin decidiera hacer un buen partido. De muy gris final, pero buen partido al fin y al cabo. Ayer pudimos comprobar lo que llevamos tiempo intuyendo: Calderón le ha perdido el respeto a la canasta y asume mayores roles en la anotación del equipo. El desacierto de sus compañeros le impidió acabar con un mayor número de asistencias. Uno se pregunta como toda la audiencia el por qué de ese cambio Express al final del partido, pero tampoco logra entenderlo. Bien es cierto que quien suele revolucionar los marcadores es TJ Ford, pero ayer Jose también fue capaz de hacerlo. Todo ello, junto con la espiral negativa en que se fue metiendo Darrick Martin según avanzaba el partido, clamaba ese final de partido para Calderón. No así el reparto de minutos, que visto lo visto fue el justo.

Pau parece recuperar ya el tono. En ataque siempre se ha mostrado intratable, y ayer no hizo más que confirmarlo. En defensa, por ser las fechas que son, dejaremos viva la excusa de no forzar el pie, para no meter cizaña. Garbajosa dio el susto al final del partido, pero afortunadamente, los medios de comunicación no se han hecho eco de alguna lesión posible.

Los Grizzlies se llevaron el partido in extremis, tras un bajón considerable y sin Chris Bosh y TJ Ford en cancha. La mano de Barone tardará tiempo en notarse. Una mano no se nota en tres/cuatro días de entrenamiento. Lo de ayer no fue más que el resultado de la libertad. Un par de anotaciones y vía libre. Al menos logró dar resultado, sacar a los jugadores de una presión innecesaria a la que estaban sometidos con tanta rigidez y derrotas por doquier.

Las próximas semanas serán claves en el futuro de los Grizzlies… y en el de Pau.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Grandísimo análisis una vez más del partido, si señor. Y muy bueno los toques cómicos con Roncar,jejeje(pese a eso a mi si q me gusta Nicola como comentarista)y con las neuronas de los saltarínes de los Grizz

Pues lo dicho, felicidades de uno q se va hacer asiduo a tu blog...aunque espero seguir viendote por el foro enbiei para seguir "discutiendo".

Gatwick

True Wolf dijo...

Loncar puede dar gracias a cierto cariño que le tengo a su debút con la Penya (que vi en directo) porqué su gancho como comentarista es nulo, tanto que dejé de ver el Lakers-Wizards de los 60 de Arenas por él.

Anónimo dijo...

Alguien sabe k pasa con jalen rose y webber? porque estan teniendo tantos problemas con sus respectivos ekipos?
No se porque no encaja rose en phoenix, me da la sensacion k d'antoni no sabe mover bien el bankillo....

Anónimo dijo...

¡¡¡Loncar no habla tanto!!!

Simplemente habla lento y tarda media hora en decir una cosa sin importancia.

º_º

Andres Aragon dijo...

Jalen Rose ha pedido ya que le compren el contrato (como ha hecho Webber) que firmó hace poco más de un mes. Con la recuperación de James Jones parece ser que no tiene hueco y quiere irse. Mira que si le vemos en Detroit con Chris...

El otro día fui al Torneo de Medios (el único que fue como público, jejeje) y estaba Loncar. Ya relataré.