El proceso de reconstrucción en los Blazers sigue su imparable camino. Brandon Roy, Lamarcus Aldridge y nuestro Sergio Rodríguez se unen a Martell Webster y Jarret Jack como la base sobre la que se asentará el futuro de los de Oregon. Los resultados deportivos se harán esperar bastante, pero de momento, las cosas pintan bien. Tanto, que Zach Randolph, ficha oficial NBA en mano, se ha presentado por debajo de los 100 kilos.
La rica salsa canaria aterriza en Oregon.
Si de algo no podrá acusar nadie a Steve Patterson, General Manager de Portland, será de no haberse movido por el equipo. Lo suyo la noche del draft rozó la hiperactividad y, a falta de más pruebas, será de récord: 6 trades, uno detrás de otro. En el primero , todo hay que decirlo, fue una víctima más de John Paxon. Chicago quería a Tyrus Thomas y Portland a Aldridge. Ahora bien, los Bulls dejaron saltar la liebre escogiendo al de Texas, de tal forma que los Blazers se vieron obligados a soltar no sólo a Thomas, sino también a Khryapa, para conseguir su objetivo. Dentro de lo malo, fue algo que no pudo evitar. Tiro, clase, excelentes movimientos al poste, altura, longitud de brazos... un hombre de doble-doble. Pasado el sobresalto inicial, siguiente en la lista: Sebastian Telfair, Theo Ratliff y una segunda ronda a cambio de Randy Foye, Dan Dickau y Raef Lafrentz. Casi incomprensible. Con Raef tendrá un contrato multimillonario a pagar 1 año más largo que el de Theo, y en Telfair pierde lo que nunca será Dickau, un gran base de futuro. La presencia de Randy Foye aliviaba la carga, al menos. Y más que lo haría después: inmediatamente traspasado a cambio del, dicen, gran candidato a rookie del año, Brandon Roy. Lo suyo no va sólo de clase, que la tiene y mucha, sino que en ataque se convierte en un arma mortífera tanto desde la larga distancia como en penetraciones a canasta, y en defensa está acostumbrado a enfrentarse a los más peligrosos del equipo rival. El más sencillo acabaría siendo el de Sergio, un par de millones de dólares a Phoenix por sus derechos. Visión de juego fuera del alcance de todo humano y dominio del balón exquisito, tendrá problemas con su defensa y su excesiva precipitación. Con el número 31 seleccionaron a James White, para traspasarlo a Indiana a cambio de Alexander Johnson y dos segundas rondas. Ese botín, Alexander Johnson, sería de nuevo empaquetado... a cambio de otra segunda ronda, de Memphis. 3x1 que lo llaman. Y hasta ahí el frenesí neoyorkino. Ya en pleno verano, empaquetarían a Steve Blake junto a Brian Skinner y Ha Seung-Jing a cambio de Jamaal Magloire, un pívot all-star en horas bajas. Recientemente, y debido a los problemas físicos de Darius Miles (del que ha sido imposible deshacerse) ficharon a Stephen Graham, cortado por los Cavs.
Hit the Court, Jack.
Sin margen de discusión posible, Jarret Jack será el base titular de los Blazers. El año pasado a duras penas jugaba. Este año, sin Blake ni Telfair, el camino al quinteto está garantizado. Y no lo hace mal, pese a que el puesto le haya llegado regalado. Más discutible es la presencia de Dan Dickau como primer relevo, pero al fin y al cabo si algo ha podido demostrar Sergio durante la pretemporada, es que aún no está preparado para la liga. No en vano, Nate McMillan ha pronunciado ya las temibles siglas NBDL. Y que ver las jugadas antes que el resto no siempre es bueno, llegan las pérdidas. En la posición de escolta, Brandon Roy va calentando motores para preparar el asalto al R.O.Y. No es sólo por la coincidencia de nombres, es que le sobra calidad y clase. Juan Dixon supo responder el año pasado, pese a que el equipo acabó dejándose caer. Este año no se permiten relajaciones, Martell Webster llega dando guerra y no le será complicado arrebatarle el puesto. Que bien pudiera ser el de alero, puesto que carece aún de dueño. En condiciones normales sería propiedad de Darius Miles, al que tan desesperadamente le han buscado salida sin éxito. Pero sus constantes problemas de rodilla le han impedido disputar la pretemporada. Travis Outlaw se enfrenta a su enésima temporada de explosión, Ime Udoka se ha ganado el puesto a base de grandísimas actuaciones, y Stephen Graham llega con el orgullo herido de haber sido cortado a escasos días del comienzo. Zach Randolph no sólo parece haber mejorado sus problemas de peso, sino que también los de rendimiento. La nota negativa la pone una enfermedad en el rostro que, a largo plazo, podría causarle cambios irreversibles. Con Lamarcus Aldridge se las prometían felices, pero una lesión en el hombro pospondrá su debut. Deberá ser Raef Lafrentz (o en su defecto Outlaw y Magloire) el que subsane su ausencia, que se espera no se prolongue demasiado. Joel Pryzbilla fue una de las grandes sorpresas del año pasado y, por mucho all-star que haya llegado, el puesto le pertenece. Y es que haber sido All-Star ya no te asegura nada. Y menos cuando ese rendimiento hace tiempo que no da señales de vida.
Pronóstico:
Peor equipo de la temporada. Dudoso honor que quedará para los anales de la historia de la franquicia. El objetivo este año es doble: no sólo superar las 21 victorias, sino conjugar los resultados deportivos con el desarrollo de los jóvenes. Aunque para ello Sergio tenga que pasar por la NBDL.
No hay comentarios:
Publicar un comentario