martes, octubre 24, 2006

La Previa. Philadelphia 76ers.


Derrota contra el Winterthur Barcelona. Esa es la actualidad que marca al equipo... aquí. Sólo media semana de pretemporada, viaje agotador o falta de concentración son algunos de los datos que han servido para hacerlo olvidar. Y por qué no decirlo, para unos es un partido más y para otros una oportunidad de hacer historia. Sirvió de termómetro, no sólo para comprobar que las distancias se acortan, sino que los Sixers pasarán hambre este año.

Carney... pescado (Lo siento).

No llegó tampoco este año el esperado relevo para Kevin Ollie, síntoma de que de nuevo Iverson será "director de juego". Sí llegaron, en cambio, refuerzos para las alas. Con el número 13 optaron por el suizo Thabo Sefolosha, que posteriormente sería traspasado a cambio de la elección número 16, Rodney Carney. Gran defensor en el uno contra uno, jugador muy físico, rápido para la anticipación y el contraataque y con un excepcional salto (campeón estatal en la disciplina), el principal agujero a cubrir es su irregularidad en el tiro. Y es que en Philadelphia triunfan los atletas. Sin más rondas que gastar, recurrieron al tradicional mercadeo. Así pues, traspasaron una futura segunda ronda a cambio de Bobby Jones, que había sido seleccionado por Minnesota. Con este ex de la universidad de Washington los Sixers se hacen con los servicios de un extraordinario defensor, uno de esos jugadores que todo entrenador quiere para sí. Más tarde, se harían con los derechos sobre Edin Bavcic a cambio de las populares cash considerations. En la agencia libre, 3 hombres que presumiblemente lucharán por las últimas plazas de la plantilla. Alan Henderson, alimentando así una rotación de hombres altos algo pobre en efectivos, y Steven Smith (el más destacado de las ligas de verano) e Ivan McFarlin (otro para el que Francia es un trampolín), ambos capaces de conjugar las posiciones de alero y ala-pívot.

Si algo va mal, ¿Para qué cambiarlo?


Kevin Ollie se perfila un año más como titular. Un caso de esos de difícil explicación a jóvenes principiantes. Y es que la veteranía es un grado y si, de paso, eres el único base puro de tu equipo, la suerte está de su lado. Por detrás, un Louis Williams que no dispondrá apenas de minutos, dada la frecuencia con que Willie Green y el propio Iverson bajan al puesto de base. Como tampoco está disfrutando de ellos en pretemporada a pesar de sus espectaculares ligas de verano. Y es que, como él mismo asumen, si tu equipo termina en abril, es normal que los importantes aglutinen minutos para recuperar el ritmo de competición. Un verano más, Allen Iverson ha estado rodeado de fuertes rumores de traspaso (si la franquicia se lo pedía, él estaba dispuesto a irse), pero un año más defenderá la camiseta de los de Pennsylvania. Willie Green, que la temporada pasada sufrió largos meses de inhabilitación por su rodilla, continuará ejerciendo su papel de Iverson de segunda. Muchos tendrán que ser como falso base, dada la abundancia de escoltas, y la presencia de Kyle Korver (pese a ser el máximo exponente de la unidimensionalidad), que tendrá minutos como única amenaza exterior del equipo que es. Andre Iguodala es uno de esos jugadores que llevan lugada consigo la percepción de brillante futuro. Cada año deberá asumir más responsabilidades como líder de la sabia nueva del equipo. Su sustituto no será menos físico: Rodney Carney, excepcional defensor en el cuerpo a cuerpo y solvente en ataque. Bobby Jones deberá esperar pacientemente su turno. Chris Webber, punto de inflexión importante. Con todo el dolor de mi corazón, diré que se ha convertido en el 20-10 que menos aporta al equipo en el que juega. Sus "problemas de pareja" con Iverson no son suficientes para excusar su bajo nivel. Cada año que pasa su defensa es un lastre mayor. Al menos su clase seguirá siendo deleite del aficionado. Cojo, pero con clase. Shavlik Randolph, que tantos problemas tuviera con sus prisas por dar el salto pese a estar en Duke, demostró la temporada pasada que el que tuvo retuvo y su calidad sigue estando presente. Un extraordinario reboteador, por otra parte. Samuel Dalembert, una de las mayores decepciones del año pasado, tuvo problemas por actitud y rendimiento con Mo Cheeks. Hasta el punto de perder su titularidad en favor de Steven Hunter, cortado por el mismo patrón de físico, rebote e intimidación sin más talento.

Pronóstico:

El año pasado se quedaron ya sin Playoff. Este año los refuerzos no han sido tan significativos como para pensar que serán capaces de regresar a la postemporada. Iverson un año más viejo, Webber un año más cojo... muy difícil si el objetivo es no acabar el año antes de tiempo.

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