Pasito a pasito se va construyendo la casa. La incorporación de Darko Milicic a precio de saldo para la segunda parte de la liga regular y la llegada este verano de JJ Reddick, conforma un núcleo joven que hará crecer a la franquicia.
Un tirador de ensueño para un mundo de magia.
Poco movimiento en los Magic durante el verano. Escaso pero al parecer efectivo, que no es lo mismo que suficiente. En el número 11 del draft cayó irremediablemente JJ Reddick. El que fuera durante la pasada temporada la sombra de Adam Morrison en la encarnizada batalla anotadora, posee la muñeca más privilegiada de toda la promoción. Sin embargo, y para disgusto de muchos, parece no haber mucho más allá de ese interminable rango de tiro. Como datos, ostenta el récord de la NCAA en triples convertidos con la escalofriante cifra de 457 a lo largo de sus 4 temporadas, el de Duke en anotación con cerca de 2.800 puntos, y finalizó con el segundo mejor porcentaje de la historia en tiros libres. Tirador de los finos. Sin duda, la posición de escolta necesitaba un refuerzo como éste. Como también lo necesitaba el juego interior, que de no ser por la arriesgada (y acertada) apuesta por Darko Milicic, estaría en una situación aún más crítica. El elegido fue por tanto James Augustine, ala-pívot de los Illinois Fighting Illini que se quedaran a las puertas del campeonato NCAA 2005. Su gran instinto reboteador le permitió convertirse en el líder en rebotes de la historia de Illinois, pero su dimensión como jugador parece no ir mucho más allá, dado que su juego ofensivo es algo limitado. Apostarían más tarde por el israelí Lior Eliyahu con el número 44, pero sería traspasado a Houston a cambio de dinero. En la agencia libre, se hicieron con los servicios de Keith Bogans, uno de los tapados que durante la temporada pasada supo dar la cara cuando corrían malos tiempos en los Rockets.
Dwight, los tableros a tus pies.
La abundancia de problemas físicos no han ayudado en absoluto a entrever un quinteto titular que ya de por sí se prevía enrevesado. Jameer Nelson será el director de juego y una de las piezas clave del equipo. Ya ha dado muestras de su concienciación para ello durante el verano, donde declaró sentirse líder de este grupo. No hacía falta llegar tan lejos, que Hill y Howard tendrán algo que decir al respecto. Carlos Arroyo, la eterna pesadilla estadounidense tendrá de nuevo dura competencia por los minutos. Esta vez el opositor es Travis Diener, que llega hecho un tiro. En la posición de escolta, comparecen dos hombres que se presentarán en la regular season recién salidos de problemas físicos. JJ Reddick con problemas de espalda y Hedo Turkoglu con una enfermedad al parecer poco común de la que aún se está buscando causa. El niño bien con tendencia al alcoholismo haría una pareja de backcourt con Nelson excesivamente pequeña y débil en defensa pese a resultar mortífera en ataque, por lo que es más probable que acabe siendo el turco quien salga de inicio, pese a no terminar de encontrar la regularidad. Keyon Dooling, tentado por Heat para abandonar el reino de la magia por la realidad del anillo, se perfila como tercera opción. Grant Hill continúa en la búsqueda de la temporada sana. Mientras la encuentra, sigue demostrando que los viejos rockeros nunca mueren. En Trevor Ariza tengo una de mis inexplicables debilidades. Con su mentalidad y condiciones físicas, podría convertirse con el tiempo y el trabajo en un stopper válido para el equipo. Luchará por minutos con Keith Bogans, que pese a coincidir en capacidad reboteadora, está orientado más hacia el ataque. Dwight Howard, uno de los físicos más privilegiados, va camino de convertirse en uno de los jugadores dominantes durante los próximos años. Hasta que llegue (más pronto que tarde), tendrá que concentrarse en pulir aspectos de su ataque, como ese tirito contra tabla que tan delicioso lo haría. Bo Outlaw, veterano cumplidor, apura sus últimos años en forma de tempero, Pat Garrity, por su parte, parece durante la temporada hasta un relevo de garantías y James Augustine, rookie de segunda ronda, deberá conformarse con aclimatarse desde la sombra. Pese a ser la pareja Howard-Milicic la más esperada, parece que de momento el entrenador se muestra partidario de mantener a Battie como titular, quizá para evitar una pareja titular excesivamente joven. Milicic, que al fin y al cabo lleva medio año jugando de los últimos tres, deberá salir desde el banquillo para confirmar las buenas sensaciones apuntadas en el segundo tramo de temporada 05-06.
Pronóstico:
El año pasado, con un equipo que no iba más allá, acabaron cerca de las 40 victorias y sin contar la mayor parte de la temporada con Grant Hill. Si las aguas siguen por su cauce, de nuevo ese 50% estará al alcance de la mano. Es la marca que diferencia la liga regular de los Playoff. ¿Serán capaces?
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