Isiah Thomas logró de nuevo su oscuro objeto de deseo: el banquillo de la Gran Manzana. El rapapolvo de la temporada pasada para Larry Brown fue demasiado. Paradójicamente, es ahora cuando llegan los refuerzos defensivos. Menos explicación tiene que aún no haya salido de la franquicia ningún jugador exterior.
With the 20th pick, the New York Knicks select Renaldo Balkman.
Como no podía ser de otra forma, Isiah Thomas comenzó el verano con polémica. No era para menos, con un número 20 seleccionaba a un jugador al que, en el mejor de los casos, se esperaba a partir del 50. Tanto es así que las grandes páginas dedicadas al scout de jóvenes promesas, ni siquiera tenían preparado el suyo. Por si alguien no hubiera podido tener oportunidad de conocerlo aún, valga decir que se trata de un especialista defensivo, con habilidad para taponar, instinto de anticipación para el robo y buena carga del rebote. Que recuerde a Bob Marley es tema a parte. Para leer algo más, haré algo que durante la temporada se convertirá en usual, proporcionar un link. Con el número 29 que consiguieron de los Spurs en el desacertado traspaso de Malik Rose, seleccionaron a Mardy Collins. Cuentan de él que posee un extraordinario manejo de balón, la visión de juego propia de un base y la capacidad anotadora de un escolta. Un magnífico combo guard que, sin embargo, deberá esperar a disfrutar de minutos vista la superpoblación que sufre el backcourt en los Knicks. El último fichaje del, a mi juicio, excelente verano de los neoyorkinos en los despachos, fue la contratación del polivalente Jared Jeffries por 30 millones y 5 años. Una pieza de valor para comenzar el lavado de cara al que tiene que ser sometida la franquicia.
No es que sobren, es que molestan.
Stephon Marbury logró ganarle la batalla a Larry Brown. Después de todo un año protagonizando enfrentamientos dialécticos en la prensa con el entonces entrenador, le toca centrarse en recuperar su juego, que parece haberlo perdido a la misma velocidad que la fuerza se le escapa por la boca. Y no es que su sustituto ande mejor. Nate Robinson, la gran atracción de la Gran Manzana, deberá demostrar que a parte de matarla como los ángeles sabe también dirigir un equipo. En el puesto de dos es posible que acabemos viendo la formación del año pasado, con Steve Francis de palmero. Tocó suelo la temporada pasada de forma lamentable y en tres sencillos pasos ha pasado de gran estrella a decepción de una de las marías de la liga. Si tiene algo de orgullo, la cosa cambiará. Como suplente, Jamal (a falta de acuerdo internacional sobre el número de aes que contiene el nombre) Crawford, que hizo el agosto en su último año de contrato rookie y ahora campa a sus anchas por el Madison. Como tercera opción para ambos puestos, un combo-guard, otro de esos pobres jóvenes que llegan a los Knicks con ilusión, Mardy Collins. Si ya parecía uno de los guards más ramplones de la hornada 2006, caer en este equipo con ayudará a cambiar la percepción. En el puesto de alero, la gran apuesta de cara a esta temporada, Jared Jeffries. Versátil como pocos (de escolta ha llegado a jugar con sus 2.10) y gran defensor, uno de estos seguro que estaban echando menos en el Madison. Pero como todo no puede ser bueno, una lesión durante la pretemporada le impedirá disfrutar del comienzo de liga regular. Quentin Richardson es otro de los que sufre el misterioso síndrome que rodea la franquicia, en virtud al cual todo lo que llega, baja, algo así como la ley de la gravedad pero con piedras en lugar de manzanas. Son de esperar también minutos para Renaldo Balkman, cuya elección en primera ronda se llevó tantas críticas y cuya valía se ha encargado de defender Isiah Thomas en la prensa (humillación a Greg Anthony incluida) y el propio Renaldo sobre el campo. Por mal GM que sea, IT suele tener buen olfato para los rookies, ¿Por qué esta vez no iba a serlo? Y todo ello sin contar con Jalen Rose, que también debería contar con minutos... ¿Tú también piensas que sobran exteriores? Que sepas que no eres el único. A tenor de lo visto durante estos primeros partidos, Channing Frye ocupará el puesto de ala-pívot titular junto con Eddy Curry, creando de esta forma un juego interior de gran magnitud en ataque y de extraordinaria fragilidad en defensa. El año pasado, antes de que una lesión de rodilla diera por terminada la temporada, se mostró como un jugador con una mano exquisita y, cierto, con tendencia a moverse más lejos del aro de lo acostumbrado en un pívot. Como suplente, un jugador con coj... ganas. David Lee llegó a liderar por momentos del pasado año la liga en rebotes por minuto, clasificación algo susceptible de crítica, sí, pero que no es capaz de liderar cualquiera. Otro trabajador, Malik Rose, también formará parte de esta rotación en la que Balkman también podría hacer acto de presencia. Como pívot, Eddy Curry, que el año pasado volvió a ser capaz de promediar 6 rebotes. Inmerso en un clima de euforia debe estar. Jerome James, una vez conseguida una mid-level exception entera por 5 buenos partidos, es posible que no dé más señales de vida. Kelvin Cato, en cambio, que sólo ha conseguido el mínimo, tendrá que dar más de sí.
Pronóstico:
Es difícil que las cosas vayan peor que el año pasado, pese a que con Isiah todo es posible. De momento, el equipo está funcionando bastante bien y manejando anotaciones que el año pasado eran impensables.
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