sábado, octubre 21, 2006

La Previa. New Orleans Oklahoma Hornets.


Después de haber conseguido en Chris Paul la pieza perfecta para iniciar la reconstrucción de cualquier equipo y comprobar en David West que todo lo habido no era malo, los Hornets, que conservarán aún el añadido de Oklahoma City, se han decidido a comenzar la sólida construcción de un equipo que se estabilice en la mitad de la tabla, allí donde Chris Paul consiguió llevarlos al mando de una plantilla mediocre.

Más madera y mejor tiro.


Pareció en el draft como si el juego exterior no tuviera nada que mejorar, como si fueran sobrados. Los tres picks, incluidos dos de lotería, fueron a parar a jugadores interiores. En el número 11, Hilton Armstrong, de la inacabable "cantera" de los Connecticut Huskies. Se trata de un pívot de extraordinarias cualidades defensivas, tanto en el rebote como, sobre todo, a la hora de taponar. En ataque, poquito, poquito. Con el mismo patrón parece estar cortado el siguiente pick, Cedric Simmons. Con la única diferencia de ser un cuatro en lugar de un cinco, rebote, tapones, intimidación, físico y escasez en ataque. En segunda ronda, y quizá queriendo salir de la monotonía que supusieron estas elecciones made in Scott, los Hornets optaron por Marcus Vinicius (con confundir con el jugador del Tarragona, de LEB). Un cuatro de mayor arsenal ofensivo y poca aportación en defensa. Esto es, el prototipo de víctima que maneja entre manos el entrenador.

Pero los grandes movimientos del equipo llegarían en los despachos. El primer día de apertura de puertas, se anunciaría la llegada de Peja Stojakovic en un sign & trade en el que los Pacers sólo fueron capaces de sacar a cambio los derechos sobre Andrew Betts. Un gran trade que aportará al equipo ese tiro exterior que tanto hacía en falta durante la temporada pasada. No sería, sin embargo, tan acertado el siguiente: dejaron marchar a un proyecto de futuro como JR Smith (las rencillas con Byron Scott lo tenían sentenciado desde hacía tiempo) y a un veterano de gran valor como PJ Brown (con el añadido de acabar contrato) a cambio de un sobrepagado Tyson Chandler, el eterno hombre promesa. El siguiente de nuevo tendría difícil justificación: un especialista defensivo como Kirk Snyder a cambio de una segunda ronda de Houston, quedándose así con un sólo escolta en plantilla. En la agencia libre, lograban hacerse con los servicios de Bobby Jackson, un base-escolta veterano que buscará reflotar su carrera en los Hornets. Completando el plantel, Jannero Pargo, otro base con capacidad para jugar de dos y con gran tiro exterior. Conformaban así los Hornets una plantilla que, si bien es superior a la del año pasado, queda con una cuenta salarial excesivamente abultada.

Todos alrededor del base.


Para muchos no hará falta que venga ahora a destapar mi fiel idolatría hacia el base de esta franquicia. Desde un ya lejano Wake Forest - Georgia Tech pasó a mi listado de protegidos. Mentiría, no obstante, si dijera que me esperaba lo del año pasado. Como lo haría cuaquiera. Muchos lo colocábamos como Novato del Año, pero no como líder salvador de un equipo mediocre, ni como uno de los grandes bases de la liga. Chris, sigue poniéndonos los pelos de punta. Su sustituto será Bobby Jackson, que en su etapa como grizzlie se ha dedicado a perder caché de forma incomprensible. Jannero Pargo será la tercer opción en una rotación de bases que, de nuevo, vuelve a ser el puesto mejor cubierto. Desmond Mason, que el año pasado, lejos de subir su aportación en un equipoo mediocre como éste lo era a priori, ofreció un nivel de juego paupérrimo. Mucha responsabilidad tendrá este año, ya que se queda como único escolta de la plantilla. Es de esperar, por tanto, que Bryon Scott dé continuidad a una fórmula que le dio grandes resultados la pasada temporada: la de jugar con dos bases, algo a lo que tanto Bobby como Jannero pueden acoplarse a la perfección. Rasual Butler y Linton Johnson III podrían también pasar por este puesto sin mayores dificultades. Como alero, la gran apuesta de la franquicia, Peja Stojakovic. Uno, personalmente, dejó de confiar en él el mismo día que empezó a dar problemas de rendimiento para reclamar mayor protagonismo. Rasual Butler permitirá mantener el nivel de tiro, mientras que Linton Johnson ofrecerá mayores prestaciones a la hora de cerrar el rebote. David West, uno de los jugadores que más progresaron durante el pasado año, seguirá siendo el principal arma ofensiva en el interior del equipo, complementando su juego al más tosco y defensivo de Tyson Chandler. ¿Explotará en su sexta temporada? A precio de ello está cobrando. Brandon Bass apenas jugó el año pasado y, de momento, continúa la tónica hasta en la pretemporada. Cedric Simmons, en cambio, sí está haciendo lo propio. Es el precio de ser un especialista defensivo con Scott. En el puesto de center, Marc Jackson seguirá ejericendo un año más como veterano ilustre, mientras que Hilton Armstrong tendrá que crecer a la sombra.

Pronóstico:

Sobre el papel, la plantilla aspira a luchar por el octavo puesto del Oeste, pero tras comprobar de lo que fueron capaces el año pasado con peores herramientas, sería de oficio concederles algo más que el mero crédito de la lucha. Sobrevivir en un Oeste más salvaje que la temporada pasada será el primer objetivo.

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