viernes, octubre 20, 2006
La Previa. New Jersey Nets.
En el momento de redacción de esta entrada, Jay Williams aún no había sido cortado. Lo ha sido después, el día 22. El sueño de la NBA se trastocaba así para él. Es de esperar que permanezca en algún equipo de la NBDL para no salir del radar de la máxima competición, pese a que aquí todos sepamos que Europa le resultaría fácil encontrar su sitio. Máxime cuando es época de que los primeros americanos frustrados caigan. Aún y todo, los Nets se han reforzado a conciencia en un verano que difícilmente podría haber ido mejor para ellos.
De robos y desheredados también se vive.
Excepcional draft de rookies para los New Jersey Nets. Uno sale con la idea de que consiguieron todo cuanto tenían en mente y de una calidad superior a la previsible por las posiciones que tenían. Con el número 22 eligieron a uno de los grandes incomprendidos de este draf, Marcus Williams. Mejor dicho, incomprensible, imposible entender cómo un jguador que apuntaba (y merecía) al Top10 acabó cayendo más allá del pick 20. Cierto es que la suspensión del verano pasado por robo y venta de material informático de la universidad es un hecho a tener en cuenta, pero bases puros de semejante calibre no acostumbran a salir todos los años. Seguidamente, con el 23, fue elegido Josh Boone, su compañero en los Huskies campeones de la NCAA en 2004 con los Okafor, Gordon y Villanueva. La fragilidad defensiva en el interior de la zona net empieza a ser un hecho que clama al cielo. Para ello fue elegido Josh Boone. Pese a ser uno de los predilectos de Andrés Montes (¿En qué estará pensando ahora Luke Schenscher?), no parece una mala elección. Intimidación y dureza era lo que faltaba. Como el talento en ataque ya lo ponía Krstic, no meteré el dedo en la llaga. Con el número 54, uno de los desheredados de la camada, el escolta de Arizona Hassan Adams. ¿Y por qué estos términos? Digamos que se ganó a pulso caer tan bajo. De caer tan bajo, es de lo que trata la cosa: en su último año universitario fue detenido en tres ocasiones. Exceso de velocidad, conducción en estado de embriaguez y desacato a la autoridad en una pelea universitaria fueron sus méritos para ser suspendido por los Wildcats. Una lesión durante los workouts hizo el resto.
En la agencia libre, tan sólo tímidos movimientos. Mile Ilic, pívot serbio que fuera segunda ronda el año pasado, firma por fin contrato con la franquicia. Campeón de la Liga Adriática y partícipe de la decadente selección serbia son los últimos logros de este center con buena mano. El desequilibrio de la rotación interior frente al potente juego exterior empezaba a ser escandaloso. En la misma línea se sitúa Mikki Moore, antiguo MVP de la liga de desarrollo y eterno cierre de plantillas. El refuerzo de mayor renombre llegó, sorpresa, en el juego exterior: un temporero de éxito, Eddie House. Poderío anotador desde el banquillo para que no decaiga la fiesta, los Nets cierran así un banquillo exterior de verdadero lujo. El último movimiento intentado fue el de colocar a Jeff McInnis en los Heat. Cuentan las malas lenguas que la actitud de Jeff durante la temporada pasada tras su lesión de rodilla no gustó en absoluto a Lawrence Frank, que lo ha sentenciado. Comprar su contrato o colocarlo a precio de salvo, son las opciones que se barajan.
Al poker le sigue faltando el joker.
Jason Kidd rodilla en ristre continúa siendo uno de los bases más efectivos de la liga. Le cayó un regalo del cielo con sus compañeros de contraataque y con ellos nos hará disfrutar hasta el día, cada vez más cercano por físico y edad, de su retirada. Sea como sea, la franquicia ya le ha encontrado sustituto natural: Marcus Williams. Su nivel estratosférico en las ligas de verano ya ha hecho olvidar sus problemas extradeportivos y parece anunciar la llegada de uno de los próximos grandes bases de la liga. Jeff McInnis, salvo cambio brusco de su situación, parece destinado a pasar horas en el banquillo. Vince Carter, nacido para jugar con Jason Kidd (olé Florentinato), vive una segunda juventud tras dejar patente en Toronto su terrible falta de profesionalidad. Eddie House era el destinado a mantener el ritmo en los ratos libres, pero su reciente operación en la rodilla izquierda lo mantendrá alejado de las canchas durante un tiempo aún por determinar. Este hecho abre la puerta a un Antoine Wright que, tras pasar un año en la más absoluta frustración, viene pisando fuerte. Richard Jefferson, el tercer magnífico, luchará por ganar en protagonismo dentro de la sociedad de armas. A falta de mejor sustituto, Bostjan Nachbar parece que será el depositario de su descanso. Al menos hasta la vuelta de Eddie House obligue a buscar acomodo a Wright. Sí, parece que Lawrence Frank se permite el lujo de dudar entre ambos. La llegada de Josh Boone preveía un descenso de los minutos de Jason Collins, pero prefirió unirse al club de los que verán los primeros meses de liga regular por la tele. Seguirá, por tanto, el gemelísimo, aportando oficio atrás. Cliff Robinson, cuarentón cumplidor como siempre, apurará sus últimos destellos de clase. Las circunstancias obligaron en su día a Nenad Krstic a destacar entre la mediocridad del juego interior. Tras el año de confirmación, toca seguir creciendo. Este año tendrá la compañía de Mile Ilic, de quien ya andan esperando una contribución parecida. Mikki Moore, como de costumbre, apuntalará el invento.
Pronóstico:
La División Atlántica no es nueva para nadie. Por todos es sabido el escaso nivel reina por aquellos parajes. Pese a ello, no sería justo restarle méritos al equipo, que al excelente plantel con el que ya contaban han añadido 3 prometedores rookies y un temporero de lujo. Nivel de sobra para, al menos, dar la cara hasta las Semifinales del Este.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Muy buenos posts, muy currados. Enhorabuena. Saludos!!
Me alegro de que tengan buena acogida. Su trabajo cuestan, aunque con un mensaje de alguien a quien le guste ya es suficiente para seguir adelante.
PD. No puedo decir menos sobre tu blog, apañero de profesión.
Publicar un comentario