Dos atractivos a uno y otro lado de la línea de banda. Don Nelson vuelve a los banquillos tras anunciar su retirada por problemas de salud y Dajuan Wagner vuelve una vez superados los suyos con las lesiones. El uno con el otro y el otro con el uno, el éxito de cada uno depende del otro.
Vuelven 2 jugones.
Elección de novatos monótona y aburrida. 2 pívots para tratar de meter algo de presión (por decir algo, vaya) a un Adonal Foyle al que con rendir a medio gas le basta para ser titular. El primero, Patrick O'Bryant, viene con la polémica tras de sí de no tener por bandera la capacidad de sacrificio. Ya tuvo problemas en su segundo año de universidad por estas circunstancias y fue suspendido durante los 8 primeros partidos de la temporada. Un jugador de clara mentalidad defensiva, muy buen reboteador, taponador, quizá excesivamente ligero y con mucho que aprender en el apartado ofensivo. En resumen, un jugador por hacer. Del otro aún no se espera que cruce el charco, y es que si esperar a los 21 para presentarse formalmente al draft (sin retirarse) no era suficiente muestra de cabeza, espera seguir su desarrollo en el Partizán antes de partir a California, la tierra prometida.
Recién abierto el mercado de traspasos, Derek Fisher fue mandado a tierras mormonas a cambio de un jugador por cada puesto exterior: Keith McLeod, Andre Owens y Devin Brown. La utilidad que finalmente vayan a tener para el equipo es algo bien distinto. El base tuvo un buen año en Utah cuando las urgencias obligaron a jugar de base al primer bajito que pasar por delante. Sus minutos tuvo y de ellos salieron números que pueden dar de él una impresión equivocada. El pseudo-escolta se encargó de pasear durante el año pasado un gusto por los balones mal jugados ciertamente alarmante. El alero ni siquiera está ya en el equipo. Ni su parecido más que razonable con el popular cantante y accionista de los Cavs Usher le ha salvado. La primera bomba del verano llegó a finales de agosto: Don Nelson volvía a ponerse a los mandos de un banquillo. En marzo de 2005 dejaba la actividad en los banquillos (que no en los despachos, donde continuaría como GM hasta nombrar a su hijo como sucesor terminada la campaña) y pasaba el relevo a Avery Johnson, dejando pues un legado de difícil mejora. El segundo técnico que más partidos ha ganado en la historia de la NBA vuelve ahora a Golden State 12 años después con la intención de implantar un estilo de juego que por allí sonará a Run TMC. La otra gran noticia fue el regreso al profesionalismo de Dajuan Wagner, el eterno jugón. Miles y miles se preguntaban el por qué de su ausencia en la liga, y lo cierto es que uno no sabe por qué prevalece el aura de jugón a lo visto en el campo. Lo único que pido es que haya aprendido un concepto clave: selección de tiro. Y con Nelson todos seremos más felices.
La incertidumbre asola.
En efecto, el quinteto es el mismo del año pasado, algo que no cuadra con la filosofía de juego rápido promulgada por Don. No menos cierto es que siempre condujo al entretenimiento del público y la derrota en Playoff (en Sacramento y Phoenix también saben de qué hablo). ¿Adonal Foyle o un quinteto pequeño, rápido y débil en defensa? El que algo quiere algo le cuesta. Baron Davis debe volver a ser el que era... o como mínimo el que llegó a mitad de temporada a los Warriors. Las sensaciones ya no son las mismas y las lesiones han llegado pronto a su vida. Jason Richardson, por su parte, se mantiene en la delgada línea roja que separa al anotador prolífico del estrellato. Y sigue en la parte que da la sombra, por puesto. Como suplentes de ambos, Monta Ellis y Dajuan Wagner parecen una combinación demasiado explosiva como para poder coincidir en el campo. Ambos son escoltas con escaso aprecio por el juego en equipo y la dirección de juego, por lo que Keith McLeod podría encontrar minutos por ese estrecho hueco. Mike Dunleavy hace tiempo que dejó de crear ilusión entre los aficionados. De la gran esperanza blanca a la blanca, a secas. Debido a la escasez de aleros, Mickael Pietrus actuará más como alero suplente que como escolta. Matt Barnes seguirá buscando, por su parte, la confianza de algún entrenador. Y tras ello llega lo más divertido: el juego interior. Muchos jugadores para pocas posiciones y ninguno de ellos permite el juego rápido de Don. Troy Murphy seguirá siendo el gran valuarte en los tableros y Adonal Foyle el intimidador. Ike Diogu dejó ya muestras durante su año rookie de su tremenda calidad, y podría convertirse en un plazo no muy lejano en el anotador interior que tanto ansían los Warriors. Chris Taft, Andris Biedrins y Zarko Cabarkappa también optan al puesto de ala-pívot suplente. El primero lleva a cabo un juego muy físico y poco hábil, el segundo empieza a soltar destellos de juego más sólido y el tercero no termina de asentarse en ningún equipo. Como cierre, Patrick O'Bryant, con el que tendrán que trabajar mucho para hacer de él un jugador capaz aportar al equipo conforme a la posición en la que fue elegido. Mientras tanto, los dos europeos podrán suplir a Foyle.
Pronóstico:
No es bueno apostar en contra de un equipo de Nelson, pero si hacemos caso al juego demostrado durante la pasada temporada, las expectativas no son muy halagüeñas. No obstante, semejante entrenador merece, como poco, el beneficio de la duda. Talento hay, y las posibilidades se vieron en la segunda parte de la 2004-05. Veamos quién gana.
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