martes, octubre 03, 2006

La Previa. Atlanta Hawks


Talento sin director ni rumbo. Escasa experiencia tanto por parte del entrenador como de los jugadores... Son factores que pueden explicar la mala temporada de la franquicia de Georgia. Aunque si lo que uno pretende es meter el dedo en la llaga, apuntará a 3 puntos vitales: No había base, no había juego interior decente, no había banquillo. Porque el experimento de Joe Johnson como base queda muy bien como el enésimo ejemplo de "Cómo dar salida a la superpoblación de alas", pero su labor en el campo no fue más allá de lo que cualquier escolta de nivel está capacitado para hacer como base de urgencia. Y mejor no hablemos ya de la gran mentira de Royal Ivey, nombre de jugón donde los haya para un paquete de considerables dimensiones. Porque Zaza Pachulia de pívot titular sólo es comparable al Primoz Brezec charlottiano (en Indiana estaba en su sitio natural): si lo ponemos, algo hará. Que ese algo sea suficiente es un territorio en el que mejor no entrar. Del resto del juego interior, para qué decir nada. Y porque el banquillo no daba más de sí. Marvin Williams dio de sí lo que se esperaba, esto es, poco en su primer año. Que luego el asunto Chris Paul supusiera una mayor presión por parte de la prensa yankee es un tema a parte. Josh Childress y Salim Stoudamire también se salvan de la quema y, colmado de benevolencia, Tyronn Lue podría recibir la condicional puesto que, pese a no ser el base tipo, diré (con la boca pequeña, que uno tiene su orgullo y su pequeño corazoncito) que algo aporta. ¿El resto? Figurantes de medio pelo que en tiempos de Injury List hubieran sufrido la de Mark Pope.

Puestos los ingredientes, no hacía falta más que esperar una "temporada de transición" (ahí, marcando eufemismo, que no paquete), concebida para la adaptación de los novatos, el crecimiento de los jóvenes y el paseo de los ya establecidos. Sólo los más optimistas pudimos concederle al talento una mayor repercusión en forma de victorias pero ¿Qué quieren? Walt Disney me descubrió la ilusión y no hago más que verla por todas partes.

Gatillazo en Nueva York.

Antes de nada: No, no eres el único que lo ha pensado. Ni serás el último. Shelden Williams es la viva imagen del jugador de béisbol Ken Griffey Jr. con problemas de gigantismo que salió en los Simpson.

Son tantos los agujeros que se esperan tapar en la noche del draft y tan poquilla cosa el hombre destinado a hacerlo, que al final pasan estas cosas. El año pasado argumentó que dada la paupérrima situación del equipo prefirió elegir a lo mejor disponible antes que al base que curase uno de sus tantos males. Este año no fue capaz de ocultar su flechazo por Shelden Williams. Un romance de esos de Romeo y Julieta, profundo pero con la familia en contra. Esa familia son los aficionados de Atlanta, que a pesar de conocer con gran antelación la noticia parecieron guardar esperanzas hasta el último momento. El caso es que Shelden llega para aportar algo de lo que carecían estos Hawks: un trabajador en la zona, un currelante de los tableros, gran defensor y mejor taponador a pesar de sus escasos 2 metros de estatura. Una elección sin riesgos, sobre seguro. ¿La pega? Haberlo elegido tan arriba. En la segunda ronda, el colofón: Solomon Jones. Un hombre que ni siquiera entraba en muchas de las previsiones pre-draft. Un cuatro de envergadura interminable y rápido, algo que coincide con el estilo de presión atrás y salida a la carrera que pasean los Hawks. Ni Daniel Gibson, ni Dee Brown ni nada que oliera a base. Eso, y el desconocimiento del jugador por parte del gran público, acabó con los nervios de los congregados. "No necesitamos otro forward" fue la frase más oída entre los 1.000 invitados al Philips Arena para la noche del draft. Lo que no se oyeron fueron aplausos, algo que Mike Woodson lamentó "Son jugadores que vienen para ayudarnos. Así que acojámosles, por favor".

Al menos la pena del draft se ocupó de borrarla con gran criterio. Apenas dos semanas después de la elección de rookies, Billy Knight concedió la batuta del equipo a un base con sobrada experiencia, Speedy Claxton, firmando un contrato de 25 millones de dólares por 4 años. Golpe de efecto, puesto que probablemente se trataba del mejor base libre del verano. Una pieza más para apretar atrás y poner al equipo a correr (como anécdota, su récord anotador lo estableció el año pasado ante Atlanta). Mientras tanto, uno de los culebrones del verano seguía en marcha. Si el año pasado fue el turno de Joe Johnson (cuyo caso rompió la directiva de los Hawks), éste le tocaba a Al Harrington. Pese a que lo suyo con Indiana era un romance cantado, tardó un par de meses en cuajar: del acuerdo inicial al problema por el dinero, la intromisión de terceros clubes, el uso de esas franquicias como medio de fuerza para hacer subir la oferta... Y para colmo el despido de Andy Miller y contratación de Arn Tellem como agente (Pau Gasol, Jermaine O'Neal y Tracy McGrady entre otros), con los 15 días de obligada espera de por medio. Finalmente, la operación se resolvió con un sign & trade en el que empaquetaban a Al junto con John Edwards a cambio de la primera ronda de 2007. Ronda que, por otra parte, no estará de más, puesto que si la propia de los Hawks no es un Top-3, irá a parar a manos de los Phoenix Suns (trade de Joe Johnson). El espacio salarial liberado por este traspaso habría además la puerta para la oficialización del fichaje de Lorenzen Wright.

Hora de remontar el vuelo.


Sin haber empezado la temporada, una mala noticia ponía en alerta al equipo: Speedy Claxton sufría una fractura en su mano derecha que lo apartará de los terrenos de juego durante 5 o 6 semanas. Tocará por tanto durante los primeros compases de la temporada echar un vistazo al pasado y volver a jugar con Joe Johnson de base. Una vez recuperado, el quinteto tipo no debería distar mucho del arriba presentado.

En el puesto de base, Speedy Claxton llega para conceder al equipo una marcha más. Consumado ladrón de carteras, permitirá continuar conduciendo contraataques de vértigo hacia la canasta rival. Joe Johnson volverá a su posición natural, desde la que continuará su labor anotadora y ayudará a dirigir al equipo. Esa labor asistencial (nunca mejor dicho) es la que debería corresponderle y no la de director de juego. Largado ya Al Harrington, es de esperar que Marvin Williams a lo largo de la temporada (si no desde el principio) se haga con minutos de titular. Tonteando con ambas posiciones de forward, su mejor tiro y rapidez, así como la escasez de movimientos eficaces cerca del aro deberían empujarlo a la posición de alero. Sea cual sea la decisión final, lo que parece seguro es que intercambiará posiciones con Josh Smith. Espectacular taponador, cada vez mejor defensor interior, no son pocos los que tenían claro que su progresión sería un viaje hacia la zona, un paso hacia la posición de ala-pívot, donde su gran físico suple la falta de centímetros. La progresiva mejora en su lanzamiento lejano y la forma en que acabó la temporada pasada, no hacen más que aumentar la ola de optimismo que lo rodea. En el puesto de pívot, Zaza Pachulia, el terror georgiano. Admitiré que su temporada fue buena, pero si un equipo quiere crecer hay jugadores que no pueden ser titulares. Él es la espinita. Desde el banquillo, Tyronn Lue y Salim Stoudamire compondrán un backcourt anotador aunque con ciertas carencias en la dirección del juego. Josh Childress continuará siendo ese hombre correcto (sí, por discutidos que fueran los pasos frente a Washington) y modélico que aporta cuando y en lo que se le necesita. Shelden Williams y Lorenzen Wright, junto con Solomon Jones, el recambio natural de Donta Smith (NBDL-Man), aportarán una dureza en los tableros que con Zaza no está presente.

Pronóstico.

Ni tiraré por el camino fácil ni me tiraré al mar como en la anterior edición. Las 30 victorias han de ser la meta que se proponga este equipo. De ahí a las 35 está el margen que concede la mejora de sus jóvenes.

1 comentario:

True Wolf dijo...

Muy bueno pero, ¿vas ha hacerlo con todos 30 equipos? Va a estar muy bien pero, menuda faena se te viene encima...

De Atlanta solo puedo decir que no espero aún de ellos esta temporada,aunque poco a poco parece que se va construyendo un bloque, y solo espero que no cometan la improdencia de hacer borrón y cuenta nueva, que no viene de dos años...