viernes, febrero 17, 2006

Noche de novatadas


Como si de un juego universitario se tratase, cada año por estas fechas los Sophomores tienen por costumbre sodomizar a los jóvenes rookies como en su día los mayores hicieron con ellos. Como siempre, los rookies trataron de librarse de la criba con espíritu altivo y contestatario. Incluso tuvieron la osadía de colocarse por delante en el marcador un par de veces, pero nada más lejos de la realidad: Los sophomores impusieron su ley en un partido hecho para ellos. El año pasado, el rector había puesto los puntos sobre las íes ante las quejas de los testigos presenciales de los actos, y este año tocaba ser más discreto en las tareas, con un juego más comedido y con menos vuelos por los aires. Para completar la fiesta colegial, un hombre raro con pajarita comenzaba repartiendo chupa-chups de forma obsesiva a la entrada del colegio.

El partido comenzó con un toma y daca constante. Channing Frye, el ilusionante rookie de los New York Knicks, encendía la mecha haciendo gala de lo que le sobra, buena muñeca (utilizada para el baloncesto, se sobreentiende). No tardaba en recibir respuesta de los matones de Illinois, Ben Gordon y Luol Deng. El más bajito de la clase, Nate Robinson, un preescolar con plastidecor nuevas al lado de los compañeros de promoción, hacía una primera demostración de habilidades. De repente, el estudiante de intercambio, un australiano-croata con perfecto dominio del idioma, rompía la sensación de estar presenciando una batalla entre colegios mayores, entre New York y Chicago. Temporada discreta para Andrew Bogut, aunque arropado por un gran frontcourt. Los rookies quisieron salir corriendo de la mano del más adelantado de la clase, Chris Paul (4 asistencias en los 6 primeros minutos), pero en estas los sophomores han aprendido a base de golpes y no tardaron en mantener la situación bajo control. Luol Deng no tardó en lucirse y el que fuera su compañero en la Blairs Academy, Charlie Villanueva, respondió en un intento más de rebelión. Andrés Nocioni y Delonte West, dos que no esperaban verse envueltos en semejante lidia, dieron paso al principio del fin, al holocausto rookie que siempre se anuncia y no siempre se cumple. A la chita callando Krstic, como decía el hombre extraño, trató de destacar donde no tocaba y Andre Iguodala, que las tenía todas preparadas, puso calma. La sorpresa llegó cuando, al filo del término del primer cuatrimestre, el chaval de Wake Forest entregó un trabajo sobre la bocina. Con lo aplicado que parecía... No le quedó nada mal.

En las merecidas vacaciones de mediados de curso, la fiesta terminó por hacerlos amigos. Visitaron la universidad futuros alumnos y Nate se camufló entre ellos ante el cachondeo generalizado. Arrancó una carcajada hasta al que más serio estaba de todos ellos, Dwight Howard, más preocupado de destacar por encima de todos en los momentos donde realmente hace falta. Como no podía ser de otra forma, la fiesta acabó llegando y allí ocurrió de todo. Se notó que Frye era primerizo en estas lides y apenas duró un sorbo de Ron-Cola. Todo lo contrario para Iggy que, imbuido en sustancias estupefacientes, trató por todos los medios de demostrar que volaba. Devin Harris repartiendo el tema, por supuesto, que esa sonrisa no sólo es de jugón. Deron Williams prefirió el agua con gas, mientras que su gran amigo Luther Head le iba a todo lo que pasaba por delante. Sarunas Jasikevicius, el lituano con cara de perdido pero más listo que todos, esquivó collejas allá donde pudo, mientras que TJ Ford y Danny Granger no terminaron en caer rendidos. Fin de curso y todos contentos, unos más que otros, como de costumbre.

De la fiesta de fin de curso poco se puede contar con relación al baloncesto, aunque lo que ha trascendido pueda servir de ligera orientación...

No hay comentarios: