martes, septiembre 30, 2008

La Previa 2008-09. Boston Celtics


No siempre ocurre. Ya lo sabían los Lakers de antes. No todos los equipos construidos para ganar un anillo lo consiguen. No siempre que se reúne un grupo de veteranos insignes en busca del anillo lo consigue. Contaban con esa presión, pero aquello no era nada comparado con la urgencia histórica con la que llegaba la franquicia más laureada de todos los tiempos.

22 años después, la NBA volvió a teñirse de verde.

JAMES POSEY O UNOS DORITOS

La actualidad del equipo en el último mes aparece dominada por Darius Miles, que podría convertirse (como a hemos venido diciendo) en el primer jugador de la historia en volver a vestirse de corto después de haberle sido diagnosticada por la liga una lesión que había acabado con su carrera.

Doritos en mano o no, antes de completar su regreso deberá superar la pretemporada con el equipo. En caso de conseguirlo, tendrá que cumplir la famosa sanción de 10 partidos por consumo de Fentermina antes de participar en partido oficial con el equipo.

Pero, si la memoria no nos traiciona, la noticia de mayor alcance en el verano céltico es sin duda la marcha de James Posey. Con la carrera de ‘Big Shot’ Horry en la nevera, MVPosey va camino de convertirse en el sucesor de ese ‘mojo’ que atrae anillos hacia sí. Tras lo visto en Boston, volverá a poner a prueba sus poderes en New Orleans.

Pero la prueba más fehaciente de su alcance y de su repercusión en un equipo campeón la veremos en los propios Celtics. Los de Doc Rivers se enfrentan a la difícil tarea de sustituir a su hombre más importante de banquillo, a un pilar defensivo veterano y que ejercía a las mil maravillas el papel de primer recambio para Ray Allen y Paul Pierce.

En esa dirección va la adquisición de Miles, pero por si el experimento resultara fallido, también han apostado fuerte para cubrirse las espaldas. JR Giddens y Bill Walker son, sobre el papel, unos de los candidatos a posible robo del sorteo universitario. Sin embargo, presentan también sus riesgos, ya sea en forma de problemas físicos o extradeportivos.

No menos arriesgada se presenta la apuesta para el sustituto de PJ Brown, ya retirado. Tras el ‘casting’ de jugadores interiores, el elegido fue Patrick O’Bryant, uno de los Top10 más inoperantes de los últimos años, y uno de tantos pívots que consigue llevar a un GM al huerto con la promesa de un 7 pies sólido y con futuro. El talento a veces hace mucho daño. Aunque su talento no fuera el deportivo, sino el físico.

Llegados a este punto, uno se pregunta si los Celtics no habrán arriesgado demasiado en su búsqueda de soluciones. Como hemos defendido aquí mismo, ser el vigente campeón te permite tomarte ciertas licencias a la hora de contratar refuerzos, pero cuando son tantos y afectan a una parte importante del banquillo, a uno le da por pensar si no hubiera sido mejor volver a apostar por la carta del veterano.

En enero podríamos tener respuestas.

TODOS CONJURADOS BAJO EL GRITO DE ‘UBUNTU’

Tras la extraordinaria temporada protagonizada, y con el objetivo principal conseguido, pocos cambios se presentan en el quinteto titular.

En el puesto de base continúa un consolidado Rajon Rondo, que en sólo su segundo año como profesional se asentó como titular indiscutible del equipo campeón. Y no sólo por el nivel cuanto menos cuestionable de Sam Cassell (quería iniciar su carrera como técnico, pero regresa recién renovado), sino por méritos propios, por confirmarse como uno de los mejores bases defensivos de la liga.

En su año como novato y a dejó detalles de gran jugador de equipo, pero como ‘sophomore’ no se ha dejado avasallar por el enorme reto que tenía ante sí. La pega sigue estando en el apartado anotador, donde sus buenas condiciones como penetrador se ven empañadas por un tiro que no llega a ser aceptable. Al menos no es algo que necesite el equipo.

Quién sí levantó ciertas dudas con su rendimiento fue Ray Allen, irregular y lejos del anotador implacable al que estábamos acostumbrados. Intercaló actuaciones mediocres con destellos de jugador decisivo en los minutos finales, culminando la temporada con una sobresaliente actuación en el último partido de la final, que resultó ser un paseo marcial. No debe ser sencillo pasar de ser todo un jugador franquicia a tercero en discordia, pero más complicado es negar que estamos ante la cuesta abajo de otro miembro del club ‘hilo de seda’.

El que no ha sufrido con el cambio es Paul Pierce, que cada año va haciendo su figura más “redonda”, pero sigue siendo igual de bueno que siempre. Comparte galones de líder espiritual de un equipo campeón y ha sabido llevarlos como la ocasión merecía. Su dorsal ‘34’ tiene ya un sitio reservado en el techo del Garden, y su actuación en las Finales otro en la memoria de los aficionados… a pesar de la pantomima de la bicicleta.

Detalles teatrales innecesarios, aunque pronto quedaron sepultados por el estado de gracia de un jugador que parecía querer saldar cuentas pendientes con el aro.

El otro gran pilar espiritual ha sido Kevin Garnett. Si alguna vez hubo dudas (me incluyo dentro del grupo de herejes) de su capacidad de liderazgo, todas ellas quedaron disipadas de un plumazo. Fue el primero en salir a partirse la cara (hola, Pachulia) en defensa y rayó al nivel acostumbrado en ataque.

A un comienzo sobrenatural le siguió un año de compromiso con el equipo que tuvo la recompensa del Jugador Defensivo del Año para él, y del Trofeo Larry O’Brien para todos. Agradeció bajar un nivel el pistón. Que tome nota para este año…

Completa el “quinteto de carrerilla” Kendrick Perkins, el niño que se hizo mayor. Parece que fue ayer cuando ‘Perk’ no era más que un pívot entrado en kilos al que costaba coordinar una pierna detrás de la otra para echar a correr. Nunca optará a un Nobel, pero la falta de efectivos grises la suple con oficio bajo el aro, convirtiéndose en un escollo muy molesto para los pívots rivales. Llegará con el tiempo justo al comienzo de temporada tras operarse este verano del hombro.

UN BANQUILLO QUE GENERA DUDAS

Los recambios de Rondo son los únicos que permanecen inmutables. Sam Cassell renovó ayer y, tras una temporada muy por debajo del nivel que venía demostrando, tiene ante sí la oportunidad de redimirse. De no funcionar, ahí continúa Eddie House, que también prolongó este verano su compromiso con los Celtics. Su estilo es radicalmente opuesto al de Rondo, aunque a estas alturas de la película más que aun microondas se parece al viejo horno de la abuela, que algunas noches necesita Dios y ayuda para calentarse.

La renovación de 'Sam I Am' deja en el limbo la continuidad de Gabe Pruitt, casi inédito en su única temporada en la liga.


También se presenta muy abierta la lucha en el puesto de escolta, donde Tony Allen deberá competir con JR Giddens. Se trata de dos jugadores muy físicos que, llegado el momento, podrían echar una mano en la anotación de la segunda unidad. El de Oklahoma State, por experiencia e intensidad defensiva, debería partir con ventaja.

Pero la gran incógnita reside en la posición de alero suplente, paradójicamente la más segura del equipo durante la temporada pasada. A estas alturas resulta ingenuo especular con lo que podría aportar Darius Miles, cuya incorporación en el mejor de los casos no tendría lugar hasta finales de noviembre. El problema es que la otra alternativa, Bill Walter, no presenta un físico mucho más fiable, aunque dicen los entendidos que atesoraba un gran talento en su etapa de instituto.

De surgir imprevistos, Giddens podría ocupar el hueco, pero no habría que descartar la posibilidad de que Danny Ainge volviera a echar mano de un veterano una vez comenzada la liga regular. Como ya comentamos en su día, Bonzi Wells sigue sin equipo y podría resultar de gran ayuda para los verdes. Porque de la carta de Scalabrine mejor no hablamos.

Por último, una rotación interior que respira juventud. Por un lado, Glen Davis, un ala-pívot fornido con más clase de la que nos anticipa su apariencia, con instinto para el ataque y que ya vivió su particular noche de gloria frente a los Pistons. Por otro lado, Leon Powe, más tosco en sus maneras, más físico y más entregado, e igualmente efectivo.

Completa el trío Patrick O’Bryant, el hombre incógnita, el siete pies con dos remos por brazos al que la calidad siempre le fue esquiva. Más le vale contagiarse de la agresividad del equipo, porque de la seguridad de PJ Brown a su pasividad va un gran trecho.

PRONÓSTICO

Obvia decir que afrontan la temporada como grandes candidatos al anillo, pero existen factores que no convendría olvidar.

Quizá el más importante: la tensión. No es lo mismo afrontar un año con la presión de conseguir el anillo con un gran proyecto y tras 22 años de sequía, que seguir deseándolo cuando ya lo han conseguido. Esta es un arma de doble filo. Pueden caer en la relajación y estar por debajo del nivel esperado o puede quitarles un gran peso de encima y permitirles jugar con más libertad.

El otro, el banquillo. De tener un banquillo con jugadores veteranos y fiables, han pasado a tener un banquillo repleto de incógnitas a excepción de un par de valores seguros. De cómo respondan las novedades dependerá también gran parte del éxito.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen analisis, aunque difiero en algunos puntos.

PJ Brown ya a dejado caer en alguna entrevista que piensa volver en Febrero a los Celtics si estos le llaman - que va ser que si -, solo hay que ver que sigue viviendo alli y no se a ido a ninguna otra ciudad. Simplemente no quiere jugar toda una temporada completa porque lo ve innecesario, los años se notan, y la temporada pasada ya llego muy bien a PO poniendose a tono desde Febrero. Que este sea nuestro banquillo no significa que vaya a ser nuestro banquillo para PO, recuerda sin ir mas lejos que la temporada pasada empezamos con un banquillo mucho mas flojo que este; se empieza sin Cassell, sin Pj Brown, y con Pollard medio cojo siendo la alternativa al 5 con Scalabrine jugando muchos minutos. Ademas de un pipiolo Rondo - que luego se consagraria como el pvto amo - sin recambio y muchas dudas. El equipo campeon tiene eso, que en Febrero muchos veteranos es cuando quieren venir o ser cortados por su equipo buscando la ultima opurtunidad.

Si a dia de hoy no hubiera ningun movimiento en fichaje o trade nuestro banquillo practicamente es el mismo, se a postado por la continuidad, lo unico que cambia es O`Bryant por Pollard, una ronda alta de draft que necesita mucho trabajo por un veterano lesionado-retirado, es un cambio positivo; y Posey x Miles, Walker/Giddens, que es donde se pierde - siempre pensando en que Miles no salga bien, porque si sale bien ... aqui no me mojo, el tipo me ofrece muchas dudas, ahora, tambien es cierto que los Celtics son posiblemente uno de los pocos equipos en el que se puede permitir hacer 1 temporada entera de pre-pretemporada para intentar llegar bien a lo importante que es PO - ; aunque esto tambien le dara mas minutos a Tony Allen en la rotacion que como defensor y perro de presa es otra garantia. Siguen Cassell, Eddie House - para nada de acuerdo en lo del horno, el segundo mejor hombre de banquillo la temporada pasada cumpliendo casi todas las noches - , Glen Davis, Leon Powe - ese jugador tan infravalorado por muchos - , volvera PJ Brown .. vamos, todos menos Posey que lo hemos cambiado por tres tios.

El Big Three seguira siendo el mejor de la liga, lo demostraron el año pasado aun con toda la presion. Por cierto, Ray Allen si le quitas la serie contra Atlanta y algunos partidos contra Cavaliers donde esta nefasto en el tiro, el resto de los PO es posiblemente el mejor del equipo; y el mejor de la final en los seis partidos para mi es Ray Allen de largo, pero el MVPierce se lo dan al 34 por la regularidad mas que nada.

Dicho esto, lo mas importante: [b]DEFENSA.[/b] Si los Celtics son campeones mucha culpa es de su defensa; todavia esta por ver que equipo es capaz de ganar a estos Celtics a 7 partidos con partidos tan fisicos y con partidos a poca anotacion - Cavaliers con un Lebron on fire en modo amo fue el unico que casi lo consigue, pero le respondio Pierce como un grande -; es muy bonito comparar plantillas y tal como se hacia antes de la final, pero luego los estilos lo son todo, y en la NBA los ultimos campeones casi todos han sido del mismo corte.

Alberto Mora Sánchez dijo...

Gran analisis.

El hecho de que Posey se haya ido puede condicionar mucho al equipo, como dices era el puesto que mas seguridad daba y ahora tienen a dos chavales que deberan cumplir dignamente durante diez partidos antes de ver si Darius Miles es capaz de volver en condiciones para ayudar.

Parece mentira que la no renovacion de PJ pueda afectar tanto en un equipo pero creo que con el objetivo cumplido la temporada pasada se pueden permitir el lujo de curtir a los jovenes que tienen para las batallas que les esperaran en playffs, si finalmente no se hacen con ese veterano (se hablaba del propio PJ para Enero) pues mas vale que hayan hecho el rodaje tanto Davis ocmo Powe y O´Bryant.

Andres Aragon dijo...

Con comentarios tan constructivos da gusto seguir escribiendo.

En el texto menciono la posibilidad de recurrir a los veteranos una vez más en caso de que los experimentos no funcionen, pero no sabía lo de PJ Brown. De ser así, supone una gran noticia para los Celtics.

De todas formas, confío tanto en Davis como en Powe para ir solucionando la "papeleta" hasta que llegue la oportunidad de volver a incorporarle.

Quienes no me dan tanta seguridad son los tres posiles aleros suplentes. No ya por lo que puedan dar de si, sino porque considero que Posey fue muy importante y en mi opinión ninguno de los tres puede tapar ese hueco.

Aunque ya digo, esta temporada tenemos una gran oportunidad de ver cuál era su impacto.

Una vez más, encantado de leer comentarios así.

Un saludo.