lunes, julio 07, 2008

Orlando Summer League 2008. Día 1.

Indiana Pacers 95 - 78 Oklahoma City.

Indiana Pacers.

Shawne Williams. Situación muy distinta a la de Green. Por increíble que parezca y, si hacemos caso a las declaraciones de Larry Bird, este alero de la Universidad de Memphis no tiene garantizada su continuidad en los Pacers, por lo que está en plena fase de recolección de méritos. Jugó casi toda la primera parte y apenas tuvo oportunidades en la segunda, pero dejó claro que está en esta Liga de Verano para hacerse notar.

Williams disfrutó de un muy buen partido en ataque, superando a Jeff Green y a cuantos se ponían en su camino de cara al aro. Ocasionó problemas a la defensa de los hasta ahora Sonics, no menos de lo que tuvo él. Si en ataque rayó a un nivel más que aceptable, no podemos decir lo mismo de su defensa, donde eludió el trabajo sucio.

Earl Calloway. La primera sorpresa positiva de esta cita de Orlando. Un base terriblemente rápido y con buen manejo de balón, que puso en problemas a Westbrook (que parece tener en su defensa la principal razón de su número 4 en el draft) con sus penetraciones, pagando al de UCLA con su misma moneda. No desctacó tanto en defensa, ni tampoco en la dirección, que brilló por su ausencia.

Vladimir Gulobovic. La intendencia también está presente en estas ligas de verano. En partidos en los que el protagonismo individual está por encima de cualquier otra cosa en la cabeza de los jugadores, también existen estos raros especímenes, más preocupados del buen funcionamiento de su equipo. Lo curioso es que, haciendo ese trabajo oscuro, consiguen destacar. Movimientos efectivos en ataque y fuerza en la lucha por el rebote, ayudado sin duda por la falta de "recursos humanos" en el bando rival.

Josh Davis. Jugador con pasado en España. Trabajó duro en ambos lados de la pista. Bajo su aro en defensa y desde posiciones exteriores en ataque.

Oklahoma City.

Russell Westbrook.
Dos caras. Fue el más fiel reflejo de su equipo. Peleó en la primera parte y desapareció en la segunda. El número 4 del último draft tardó un par de minutos en entrar en calor, pero una vez conseguida su primera canasta, se destapó el tarro de las esencias. El base salido de la factoría de UCLA sacó a relucir una destacable capacidad de penetración, entrando a canasta con fuerza y realizando cambios de ritmo explosivos. Gracias a ello, anotó 8 puntos consecutivos en plena remontada de Oklahoma City.


Con Earl Calloway y Stanely Burrell en frente, encontró una invitación inmejorable a entrar a canasta. Rivales de perfil bajo de los que se aprovechó sin problemas. También en penetraciones llegaron sus mejores asistencias. Fue habitual verle llegar hasta la línea de fondo y doblar el balón para que el hombre alto de turno (salvo Nick Lewis en el tercer cuarto, todos muy discretos), aunque la jugada más repetida fue la de entregar el balón a Jeff Green nada más llegar a la línea exterior rival.


En la segunda parte, la cara fue bien distinta. No sólo pasó desapercibido sino que, cuando se hizo notar, fue casi siempre por una decisión poco acertada.

Suya fue la jugada del partido: una increíble bandeja, llena de fuerza, explosividad y altura, que dejó gracilmente junto al aro (a pesar de que el salto fue realmente lejano) mientras su par no pudo más que mirar desde allá abajo.

Jeff Green. Con la buena imagen que dejó durante la temporada, no había necesidad de empañarla con esta actuación. Normalmente, los jugadores ya consolidados en el primer equipo que acuden a estos partidos lo hacen para reencontrarse con el ritmo de partido tras largos periodos de lesión (Amare Stoudemire) o para mejorar su situación en la plantilla (Marquis Daniels). Desde luego que hacer un partido como el que hizo Green no ayuda a esto último.

Ajeno por completo a su carácter, Jeff Green actuó como un verdadero agujero negro. Balón que llegaba a sus manos, balón que sus compañeros no volvían a ver. No sólo sus decisiones en ataque eran muy cuestionables, sino que su acierto en los lanzamientos de media distancia estuvo lejos de lo deseable. Para redondear la noche, cuando se encargó de Shawne Williams en defensa durante la primera parte, no pudo hacerle frente.


DJ White.
El hombre desaparecido. Empezó el partido empeñado en ser el centro de atención, hasta que se dio cuenta de que su lugar no estaba en los focos. Buena actitud y trabajo bajo los dos aros fue la principal aportación de este hombre. Si los expertos hablaban de un hombre a la sombra, desde luego que no erraron en su juicio.

1 comentario:

Alberto Mora Sánchez dijo...

A mi Calloway me gusta, es posible que con la salida de Tinsley, si lo consiguen, le firmen, jugo para la universidad de Indiana asi que puede ser algo emotivo para el y para los aficionados que ya se saben que priman esas csas.

Williams esta en el año de su confirmacion de lo que apuntaba cuando llego al equipo, pero veremos que pasa.

Una lástima que no se puedan ver ni a Brndon Rush ni a Roy Hibbert, hubiese estado mas que interesante