lunes, julio 21, 2008

Continúa la fuga de talentos a Europa ¿Quién será el siguiente?

En la última semana, hemos asistido a un suceso de difíciles precedentes: cada vez son más los jugadores de clase media que abandonan la NBA en busca de mejores contratos. La depreciación del dólar con respecto al euro, y la creciente inversión de los equipos rusos y griegos, pone a disposición de estos jugadores de corte medio, contratos a los que no aspirarían en liga norteamericana.

El primero en confirmar su marcha fue Carlos Delfino, que cambió los Toronto Raptors por el Khimki ruso. Según diferentes medios argentinos (Clarín, La Nación), el contrato ascenderá a nada menos que 30 millones de dólares por las tres próximas temporadas. Acusado durante
su carrera de rendir por debajo de lo que su talento indicaba, estas cifras superarán incluso los ingresos de su compatriota Manu Ginobili.

El alero argentino, que acabó contrato, rechazó el interés de equipos como los Detroit Pistons, que presuntamente le habrían ofrecido 13.5 millones de dólares por tres temporadas para tenerle de vuelta en Michigan. Fuera o no cierta esa intención, las cifras quedan muy por debajo de las que le ha firmado el Khimki.

Allí parece que se volverá a encontrar con Jorge Garbajosa, cuya decisión de aceptar la oferta de los rusos podría hacerse también oficial en los próximos días.

Otro que abandona los Raptors para jugar en el Viejo Continente la próxima temporada es Primoz Brezec, que alcanzó un acuerdo con la Lottomatica de Roma. Los romanos se convirtieron en uno de los focos de interés cuando se hicieron con los servicios de Brandon Jennings después de que éste no superara el equivalente al examen de Selectividad y viera por tanto cerradas las puertas de Arizona. Precisamente, ocupará el puesto de Roko Leni Ukic, que tras su cesión en Roma jugará en la NBA... con los Raptors. Qué pequeño es el mundo a veces.

Pero Brezec no es el único esloveno que regresa a Europa.
Bostjan Nachbar también hará las maletas y volverá a cruzar el charco. Abandonará los New Jersey Nets para unirse al Dínamo de Moscú, a cambio de la nada desdeñable cifra de 9 millones de euros por 3 temporadas. Más de 14 millones de dólares, un contrato que nadie le hubiera ofrecido en la NBA.

En su caso, es necesario tener también en cuenta lo caros que se habían puesto los minutos en el equipo del oeste del río Hudson. Las llegadas de Bobby Simmons, Jarvis Hayes y Ryan Anderson complicaron su situación en el equipo por lo que, si la oferta ecónomica no hubiera sido suficiente, la perspectiva deportiva se encargó de disipar cualquier duda.

Confirmados estos casos, aún quedan otros en el aire. Tras las salidas de hombres como Nikola Vujcic (Olympiakos) y Terence Morris (CSKA Moscú), el Maccabi Tel-Aviv necesita un hombre interior de renombre. Para cubrir su marcha, los israelíes estarían pensando en... Nenad Krstic, que tampoco ha resuelto aún su futuro con los Nets.

Es curioso como la sobrepoblación que sufren en New Jersey puede arreglarse de un día para otro y de la peor forma posible. Sin recibir nada a cambio.

Pero el caso que levantaría más ampollas sería sin duda el de Josh Childress, que podría estar sopesando muy seriamente la oferta que le ha presentado el Olympiakos: 20 millones de dólares por 3 años. Según Adrian Wojnarowski (vive Dios que he escrito bien el nombre de esta insigne pluma de la NBA), el escolta de los Atlanta Hawks habría viajado ayer domingo a Grecia para conocer más de cerca el interés del equipo del Pireo, que incluso se ocuparía de pagar los impuestos (algo que no sucede en la NBA).

Según afirma, el jugador estaría indeciso al 50%. Es agente libre restringido y, como tal, los Hawks juegan con su condición para hacerse de rogar con la oferta, pero lo cierto es que salvo los Memphis Grizzlies, nadie en la liga está en condiciones de poder ofrecer un contrato superior a la Mid-Level Exception y, por tanto, de acercarse a las condiciones que han puesto sobre la mesa los griegos.

Su salida, sí supondría un motivo de preocupación para la liga norteamericana, puesto que ya no se trataría de jugadores internacionales que toman el camino de vuelta a Europa, sino de un jugador aún joven, de proyección y formado en Estados Unidos que abandona la NBA para caer en las manos de un gigante griego.

¿Aceptará el reto? ¿Reaccionarán los Hawks? Estaremos al tanto.

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