
En Toronto también firmaron a su segunda ronda. Nathan Jawai da de sí para estadísticas frikis, y en esta primera semana no ha sido posible leer su nombre sin que a continuación rezara la coletilla de "el primer jugador australiano de origen indígena que ha sido drafteado en la NBA". Mucho más conocido es Hassan Adams, un alero corpoulento, muy atlético y gran defensor, que tras su paso inadvertido por los New Jersey Nets, volverá a la liga para probar suerte con los Toronto Raptors. El contrato sólo es de un año, por lo que más le vale aplicarse cuanto antes.
Otro que regresará a la NBA será Dee Brown. Tras pasar un año jugando en el Café Brown turco, los Wizards le han ofrecido dos años parcialmente garantizados. Los Utah Jazz aún mantienen sus derechos y, como agente restringido que es, está sujeto a derecho de tanto, pero desde la franquicia mormona ya se ha dejado ver que no igualarán la oferta, por lo que Washington ya ha encontrado su tercer base para la rotación.
Con la salida de Roger Mason Jr con destino a la tierra prometida de San Antonio, y tras los problemas con la rodilla que sufrió Gilbert Arenas durante la temporada pasada, la franquicia de la capital necesitaba asegurar las espaldas de sus bases para estar preparados en caso de lesión.

En caso de que fuera necesario lograr un último refuerzo para la plantilla (quedan dos huecos libres), los Wizards cuentan con un pequeño margen de 2.5 millones de dólares por debajo del límite del impuesto de lujo (contando los contratos aún por firmar de Arenas y Dee Brown).
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