Sólo hemos tenido que esperar unas horas desde la apertura del mercado para asistir al pelotazo del verano. El martes por la noche los rumores pasaban de ser insistentes a oficiosamente confirmados. "Fuentes cercanas a la liga afirman que el jugador ha llegado a un acuerdo con Philadelphia para las próximas cinco temporadas". Como quiera que aún no era el momento habilitado para ello, debíamos mantenernos expectantes. 24 horas más tarde no sólo es un hecho, sino que el jugador ya ha vestido la camiseta.
Elton Brand será jugador de los Philadelphia 76ers durante las próximas 5 temporadas a cambio de 82 millones de dólares, cantidades que hacen buena su decisión de renunciar al último año de contrato. La única duda que queda por resolver es si seguirá siendo el mismo después de romperse el tendón de aquiles durante el verano pasado.
El largo proceso de recuperación le permitió disputar tan sólo ocho partidos de la temporada pasada. Por tanto, para sacar conclusiones al respecto habrá que esperar hasta la próxima campaña, a la que, desde este momento, los Sixers se presentan como uno de los grandes atractivos.
HISTORIAS DE UN DESPECHO.
Dicen que a río revuelto, ganancia de pescadores. Puede que éste sea un ejemplo inmejorable. Clippers y Warriors andaban en el baño midiéndose el rabo (con perdón) a ver quién lo tenía más grande. Ése fue el momento que aprovechó Philadelpohia para irrumpir en el escenario para llevarse el objeto de la disputa.
Todo comenzó cuando el 1 de julio Elton Brand hacía oficial su decisión de renunciar al último año de contrato que le vinculaba a los Clippers. El propio ala-pívot se encargaba de dar la receta a la franquicia angelina para que accediera a firmar su nuevo contrato: fichar un base y conformar un equipo que aspirara a cotas más altas en una Conferencia Oeste que este año desató toda su fiereza.
Los Angeles Clippers tomaron nota de la "recomendación" e hicieron un movimiento inmejorable: contrataron a Baron Davis, que no sólo era el mejor base disponible sino (Brand a parte) el mejor agente libre no restringido que podía haberse contratado. Y además por cantidades razonables que permitían ofrecer a su estrella un muy buen contrato. La "renovación" del '42' parecía, pues, cada vez más cerca.
Sin embargo, empezaron a crecer los enanos. No podía ser de otra forma. El fichaje de Baron Davis supuso toda una afrenta a los Warriors, que ni por asomo se esperaban el pasado mes de abril que, un par de meses después, se verían compuestos y sin Davis, con la planificación quebrada y con pocas posibilidades de restablecer el equilibrio de forma coherente. Llegó, pues, el contraataque: Puesto que la salida de B Diddy había dejado un enorme espacio salarial, le pusieron al bueno de Elton sobre la mesa un contrato irrechazable: 90 millones por cinco temporadas.
La oferta era inigualable. Tanto que los Clippers sólo podían ofrecerle 70 millones por ese mismo periodo, una diferencia notable que, sin embargo, no tentó al jugador. En medio de esa lucha, aparecieron los Sixers, que "pasaban por allí". Todos sabíamos que necesitaban un cuatro, y todos sabíamos que tenían dinero para atraer a cualquiera. Lo sabíamos nosotros y lo sabían todos ellos. Lo que no parecía es que Brand tiraría por el camino de en medio: Philadelphia mejora el proyecto deportivo de Golden State, pero en mejores condiciones económicas que los Clippers.
Fue una labor callada al principio, pero descarada en su remate. Tanto fue así que aún los Sixers hicieron un traspaso para liberar más espacio en su payroll y apuntillar el contrato del ala-pívot: traspasaron a Calvin Booth, Rodney Carney y la primera ronda de 2009 que tenían de Utah (con diferentes protecciones que veremos en otro artículo) a cambio de una segunda ronda. Un movimiento carente de grandes riesgos (que me aspen si Rodney Carney ha demostrado algo), pero que servía para liberar 3 millones de dólares más.
CULMINACIÓN DE LA REVOLUCIÓN STEFANSKI
Ed Stefanski. Llegó hace apenas siete meses al cargo, y ya ha dado un vuelco de 180º a la situación de la franquicia. De equipo en stand by a equipo a tener en cuenta en la Conferencia Este. Y es que cuando apenas llevaba 20 días sentado en su butacón, sorprendió a propios y extraños con el traspaso de Kyle Korver.
Porque si, a estas alturas no ha quedado claro, este movimiento lleva gestándose desde entonces. Aquel traspaso sirvió a Philadelphia para liberar más espacio salarial este verano, obteniendo a cambio de uno de uno de sus mejores anotadores (y uno de los mejores tiradores de la liga) la escasa recompensa del expiring Gordan Giricek y una primera ronda de Utah. Primera ronda que han utilizado para... liberar aún más salario.
A grandes males, grandes remedios. Los Sixers tenían en el puesto de ala-pívot un agujero estratosférico y el mercado de agentes libres ofrecía a uno de los mejores en ese puesto. Stefanski logró lo que parecía imposible, y el equipo que parecía condenado a las medianías de la liga, se une ahora a la corriente renovadora que azota la Conferencia Este.
Por ese puesto que ahora tiene nombres y apellidos, pasaron la temporada pasada Reggie Evans y Thaddeus Young. El primero, un trabajador incansable, un auténtico guerrero de la pintura, un defensor intenso y un muy buen reboteador. Un tío con sus cojones y los Kaman (recuerdos al "alemán"). Sin embargo, en ataque no ofrecía nada que no se redujera a su intensidad. Insuficiente. El rookie, como ya hemos comentado recientemente en otras entradas, no jugaba en su posición natural y los resultados, aunque esperanzadores, no ocultaban la necesidad de hacerse con un 'cuatro'.
Con este movimiento, cada uno puede volver a su sitio: Evans al banquillo, Young al puesto de alero y Andre Iguodala donde quiera. Es curioso, pero después de una temporada poniendo a Willie Green de escolta titular como escaparate para su salida, aún no le han encontrado acomodo.
Tras este fichaje, sólo queda una gran necesidad que cubrir: el tiro exterior. El que perdieron precisamente con Kyle Korver y el que hubieran tenido con Gordan Giricek, pero este tipo de movimientos exige también pequeños sacrificios. Y, al fin y al cabo, ¿Tan difícil será ahora conseguir un tirador exterior con el atractivo que resulta ahora el proyecto?
¿TRAICIÓN O LÓGICA?
Queda claro que Philadelphia queda en una situación inmejorable después de todo esto pero, ¿Y los Clippers? Resultará inevitable para los aficionados del 'Hermano Pobre' sentirse "traicionados" por la marcha de su estrella pero, si aún hubiera espacio para la lógica, comprenderían que Elton Brand hizo lo que más conveniente era para su futuro.
Por mucho que pueda doler a los angelinos, Brand tomó la opción más lógica: firmó un contrato por más dinero para marcharse a un mejor equipo. 10 millones de dólares más y un proyecto que, si no mejor (que para mi lo es), es incuestionable que goza de más oportunidades para triunfar que el que hubieran podido alcanzar los Clippers en la Conferencia Oeste.
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