Los Pistons se resisten a romper el bloque que les dio el anillo en 2004. La temporada pasada, sumaron a la causa para el tramo final a Chris Webber, uno de los mejores ala-pívots de las dos últimas décadas en sus horas bajas. El experimento funcionó a buen ritmo, pero en Playoff no pudieron ser más que testigos del advenimiento de LeBron. Un final que les colocó en el centro de la noticia, pero en el lado equivocado al que estaban acostumbrados.
Por fin algo que mirar en el banquillo.
Durante este verano, y renovaciones a parte, la principal tarea para la franquicia de Michigan ha sido la de añadir más madera a un banquillo al que en los últimos años siempre le ha faltado algo más de pegada. Sobre el papel, todo parece haber salido a pedir de boca.
En el draft, las elecciones fueron encaminadas a fortalecer el backcourt, donde sólo Lindsey Hunter y Flip Murray, dos jugadores que ya están a vuelta de todo, permanecían como el único relevo para los puestos de base y escolta. Para la primera vacante, el elegido fue Rodney Stuckey, un base anotador que ya ha dejado muestras de lo que es capaz durante este verano. Para la segunda, más poder ofensivo de la mano de Arron Afflalo, un escolta que tras tres años destacando en UCLA decidió presentarse al sorteo de novatos y cayó en suerte a los Pistons, que no le dejaron pasar.
Las dos sorpresas del verano llegarían poco más tarde.
Un año después de ser elegido y sin haber hecho nada aquí en España, Cheick Samb firmó su contrato con la NBA. Algo debió impresionar al staff técnico durante los entrenamientos, porque lo cierto es que ni siquiera en los partidos de las Ligas de Verano tuvo una actuación sobresaliente. El juego interior del equipo está en proceso de remodelación y a río revuelto... ganancia de cualquier siete pies que sepa correr y hablar al mismo tiempo. Sin hacer nada en Barcelona, llega a la mejor liga del mundo.
La otra fue el fichaje de Jarvis Hayes. La rotación en las alas había quedado algo coja tras la marcha de Carlos Delfino a los Toronto Raptors a cambio de dos segundas rondas por lo que, sabedor del escaso interés que estaban mostrando en Washington por renovarle, Dumars lanzó una oferta sobre el que fuera elegido en el puesto número 10 del draft de 2003 y entrara en el segundo quinteto ideal de novatos ese mismo año. El equipo de la capital rechazó la posibilidad de ejercer su derecho de tanteo y el traspaso se hizo efectivo. Una pieza de un valor más alto de lo esperado para dar descanso a Tay Prince.
Pero novatos y contrataciones a parte, el principal objetivo de Joe Dumars para este verano no era otro que dos renovaciones.
La primera la de Chauncey Billups, que hizo la de Ben Wallace y cobrará durante las próximas temporadas lo que no ha cobrado durante estos años. Y es que estar mal pagado tiene su premio en los Pistons al cabo del tiempo. Una jubilación dorada a cambio de mantener al que ha sido uno de los principales pilares de la "reciente historia" de los de Detroit. Más enigmático resultó la fijación por mantener a toda costa a Amir Johnson. Dos años en la NBDL y muy buenas actuaciones en los últimos partidos de la regular season es todo lo que se ha sabido de este joven en el que ya Larry Brown antes de marcharse dijo ver "algo especial".
A pesar de tanto ajetreo, aún queda una tarea pendiente para los Pistons. No es otra que la de Chris Webber. El ala-pívot ha declarado durante todo el verano que su intención sólo es quedarse en los Pistons (aunque en su día abrió las puertas a Orlando) o retirarse.
Incluso ha recibido durante estos días una escandalosa oferta del Olympiakos, pero el que fuera héroe y villano en el Estado se resiste a abandonar su idea. Vista la situación deportiva (deberán cortar a alguien) y económica del equipo (en el umbral del impuesto de lujo), la idea que toma más fuerza es la de que esperará a mitad de temporada si hace falta con tal de firmar con la franquicia de la ciudad del motor. Este hecho le permitiría descansar y, lo más importante, evitar que Detroit tuviera que pagarle esos 1.2 millones por toda una temporada.
Cinco de carrerilla.
Aunque su paso por Detroit no admite diminutivo alguno. De nuevo este año introducen una novedad por la baja de uno de sus componentes, pero los otros cuatro permanecen inmutables.
Renovado y bien pagado. Así que afronta Chauncey Billups su sexta temporada al frente de los Detroit Pistons. El año pasado, estuvo algo por debajo del nivel de las temporadas anteriores, pero continuó siendo uno de los mejores bases de la competición. Anota de lejos, penetra con fuerza, surte de balones a sus compañeros y defiende con garra. Un base veterano que disfruta en la madurez de su mejor momento de juego y que se convirtió en el gran motor de este equipo.
Rip Hamilton es otro de esos jugadores que cuentan con gran experiencia pero aún se encuentran en un momento dulce de sus carreras. En defensa es incómodo como el que más y en ataque goza de una de las suspensiones más bellas y letales de la liga. Incansable, no deja de moverse en busca de los bloqueos que le ofrecen sus compañeros para anotar.
Tayshaun Prince es el más joven de todos los que parten de inicio. Más estático en ataque que Rip, tiene en su poder una zurda de oro que no duda en utilizar cuando la situación lo requiere. Pero su mayor valor se sitúa en la defensa, donde su incesable actividad, su eterna invergadura y su buen desplazamiento hacen de cada partido un suplicio para su par.
Rasheed Wallace, el cuarto mosquetero, llegó el último pero ya es el gran líder espiritual del equipo. El año pasado, la presencia de Chris Webber actuando como "base al poste" le obligaron a abrirse en ataque más que de costumbre. Este año, las fuentes cercanas al club han dejado caer que será él quien ocupe el puesto de pívot full-time.
Por último, Antonio McDyess, la "novedad". Entre comillas porque parece bastante evidente que tras años siendo lo mejor desde el banquillo, y una vez desaparecidos quienes estaban por delante (Ben Wallace primero, Chris Webber después. Nazr Mohammed se borró sólo), el puesto de titular lo tendrá al alcance de la mano. De los interiores rivales ya se encargará Sheed.
La juventud al poder.
Por su parte, Rodney Stuckey hizo amigos nada más llegar. El gran nivel demostrado durante las Ligas de Verano se ha visto recompensado con los piropos del que será su maestro en estas lides. Billups se deshizo en halagos hacia el rookie y precisamente será el novato el que le proporcione descanso. El año pasado estuvo demasiado cargado de minutos y su rendimiento lo acabó notando. Este año, cuenta con un "backup" que promete ser de auténtico lujo.
Durante los primeros partidos, Lindsay Hunter podría estar por delante de la rotación, pero el base suplente ya tiene nombre y apellidos.
Más abierta está la situación en la posición de 'dos'. Ronald Murray y Arron Afflalo lucharán frente a frente por ella. Pese al bajón de Flip durante la postemporada, cuando tuvo la confianza de Saunders gozó de actuaciones destacadas. Como ya dijimos en su día, comparte con Ronald Dupree muchas de las papeletas para salir del equipo, por lo que Arron Afflalo podría encontrarse con un precioso regalo en forma de minutos.
La batalla por dar relevo a Prince, uno de los más "explotados" de la plantilla, parece haberla ganado durante estos primeros días de Training Camp Jarvis Hayes. Poca sorpresa, a decir verdad. Tras años en los Wizards marcados por las continuas lesiones y molestias en sus rodillas, Hayes se siente sano y parece haber causado gran impresión al cuerpo técnico. Aún así, deberá superar su terrible irregularidad en el tiro si quiere ganar terreno.
Por último, resta el juego interior, donde Jason Maxiell ya dio muestras de su capacidad la temporada pasada cuando tuvo minutos de forma regular y Amir Johnson no para de levantar revuelo. La pega: ambos tienen su principal radio de acción ofensivo en las cercanías del aro. El de Cincinatti por fuerza física y el que fuera último highschooler elegido en un draft, por potencia. En defensa, Maxiell muestra mayor capacidad reboteadora, mientras que las labores de intimidación corresponden a Johnson.
Dada esta situación, Nazr Mohammed podría ostentar el "título" de pívot suplente en caso de no salir traspasado antes de empezar la liga regular. El año pasado fue la gran decepción de los Pistons, algo que junto a la superpoblación de la plantilla (16 jugadores a día de hoy), puede ponerle en la calle.
Como curiosidad, durante la temporada los Pistons comentaron en su página web que Amir Johnson habría crecido (supuestamente) 2 pulgadas, pasando de los 6-9 (2.06 m) a los 6-11 (2.10).
Previsión.
Los pilares de la franquicia afrontan la madurez en un gran estado de forma, llevan muchos años juntos y saben cómo ganar. Siguen siendo una muralla infranqueable en defensa, mientras que en ataque cualquiera de los cinco titulares puede sumar con facilidad.
El bloque se mantiene, pero lo que es aún más importante: hay banquillo. Joven, pero lo hay. Tarde o temprano, el relevo llegará y los de Michigan han querido dejar los deberes hechos antes de que sea inevitable el cambio.
Han sabido reforzarse al paso que lo han hecho sus rivales de Conferencia, y eso les valdrá un puesto arriba. Chicago parece, a priori, el equipo más fuerte de la División Central, pero son los más serios aspirantes a llevarse la plaza de "cabeza de serie" que no corresponde a uno de los tres ganadores de división.
Por fin algo que mirar en el banquillo.
Durante este verano, y renovaciones a parte, la principal tarea para la franquicia de Michigan ha sido la de añadir más madera a un banquillo al que en los últimos años siempre le ha faltado algo más de pegada. Sobre el papel, todo parece haber salido a pedir de boca.
En el draft, las elecciones fueron encaminadas a fortalecer el backcourt, donde sólo Lindsey Hunter y Flip Murray, dos jugadores que ya están a vuelta de todo, permanecían como el único relevo para los puestos de base y escolta. Para la primera vacante, el elegido fue Rodney Stuckey, un base anotador que ya ha dejado muestras de lo que es capaz durante este verano. Para la segunda, más poder ofensivo de la mano de Arron Afflalo, un escolta que tras tres años destacando en UCLA decidió presentarse al sorteo de novatos y cayó en suerte a los Pistons, que no le dejaron pasar.
Las dos sorpresas del verano llegarían poco más tarde.
Un año después de ser elegido y sin haber hecho nada aquí en España, Cheick Samb firmó su contrato con la NBA. Algo debió impresionar al staff técnico durante los entrenamientos, porque lo cierto es que ni siquiera en los partidos de las Ligas de Verano tuvo una actuación sobresaliente. El juego interior del equipo está en proceso de remodelación y a río revuelto... ganancia de cualquier siete pies que sepa correr y hablar al mismo tiempo. Sin hacer nada en Barcelona, llega a la mejor liga del mundo.
La otra fue el fichaje de Jarvis Hayes. La rotación en las alas había quedado algo coja tras la marcha de Carlos Delfino a los Toronto Raptors a cambio de dos segundas rondas por lo que, sabedor del escaso interés que estaban mostrando en Washington por renovarle, Dumars lanzó una oferta sobre el que fuera elegido en el puesto número 10 del draft de 2003 y entrara en el segundo quinteto ideal de novatos ese mismo año. El equipo de la capital rechazó la posibilidad de ejercer su derecho de tanteo y el traspaso se hizo efectivo. Una pieza de un valor más alto de lo esperado para dar descanso a Tay Prince.
Pero novatos y contrataciones a parte, el principal objetivo de Joe Dumars para este verano no era otro que dos renovaciones.
La primera la de Chauncey Billups, que hizo la de Ben Wallace y cobrará durante las próximas temporadas lo que no ha cobrado durante estos años. Y es que estar mal pagado tiene su premio en los Pistons al cabo del tiempo. Una jubilación dorada a cambio de mantener al que ha sido uno de los principales pilares de la "reciente historia" de los de Detroit. Más enigmático resultó la fijación por mantener a toda costa a Amir Johnson. Dos años en la NBDL y muy buenas actuaciones en los últimos partidos de la regular season es todo lo que se ha sabido de este joven en el que ya Larry Brown antes de marcharse dijo ver "algo especial".
A pesar de tanto ajetreo, aún queda una tarea pendiente para los Pistons. No es otra que la de Chris Webber. El ala-pívot ha declarado durante todo el verano que su intención sólo es quedarse en los Pistons (aunque en su día abrió las puertas a Orlando) o retirarse.
Incluso ha recibido durante estos días una escandalosa oferta del Olympiakos, pero el que fuera héroe y villano en el Estado se resiste a abandonar su idea. Vista la situación deportiva (deberán cortar a alguien) y económica del equipo (en el umbral del impuesto de lujo), la idea que toma más fuerza es la de que esperará a mitad de temporada si hace falta con tal de firmar con la franquicia de la ciudad del motor. Este hecho le permitiría descansar y, lo más importante, evitar que Detroit tuviera que pagarle esos 1.2 millones por toda una temporada.
Cinco de carrerilla.
Aunque su paso por Detroit no admite diminutivo alguno. De nuevo este año introducen una novedad por la baja de uno de sus componentes, pero los otros cuatro permanecen inmutables.
Renovado y bien pagado. Así que afronta Chauncey Billups su sexta temporada al frente de los Detroit Pistons. El año pasado, estuvo algo por debajo del nivel de las temporadas anteriores, pero continuó siendo uno de los mejores bases de la competición. Anota de lejos, penetra con fuerza, surte de balones a sus compañeros y defiende con garra. Un base veterano que disfruta en la madurez de su mejor momento de juego y que se convirtió en el gran motor de este equipo.
Rip Hamilton es otro de esos jugadores que cuentan con gran experiencia pero aún se encuentran en un momento dulce de sus carreras. En defensa es incómodo como el que más y en ataque goza de una de las suspensiones más bellas y letales de la liga. Incansable, no deja de moverse en busca de los bloqueos que le ofrecen sus compañeros para anotar.
Tayshaun Prince es el más joven de todos los que parten de inicio. Más estático en ataque que Rip, tiene en su poder una zurda de oro que no duda en utilizar cuando la situación lo requiere. Pero su mayor valor se sitúa en la defensa, donde su incesable actividad, su eterna invergadura y su buen desplazamiento hacen de cada partido un suplicio para su par.
Rasheed Wallace, el cuarto mosquetero, llegó el último pero ya es el gran líder espiritual del equipo. El año pasado, la presencia de Chris Webber actuando como "base al poste" le obligaron a abrirse en ataque más que de costumbre. Este año, las fuentes cercanas al club han dejado caer que será él quien ocupe el puesto de pívot full-time.
Por último, Antonio McDyess, la "novedad". Entre comillas porque parece bastante evidente que tras años siendo lo mejor desde el banquillo, y una vez desaparecidos quienes estaban por delante (Ben Wallace primero, Chris Webber después. Nazr Mohammed se borró sólo), el puesto de titular lo tendrá al alcance de la mano. De los interiores rivales ya se encargará Sheed.
La juventud al poder.
Por su parte, Rodney Stuckey hizo amigos nada más llegar. El gran nivel demostrado durante las Ligas de Verano se ha visto recompensado con los piropos del que será su maestro en estas lides. Billups se deshizo en halagos hacia el rookie y precisamente será el novato el que le proporcione descanso. El año pasado estuvo demasiado cargado de minutos y su rendimiento lo acabó notando. Este año, cuenta con un "backup" que promete ser de auténtico lujo.
Durante los primeros partidos, Lindsay Hunter podría estar por delante de la rotación, pero el base suplente ya tiene nombre y apellidos.
Más abierta está la situación en la posición de 'dos'. Ronald Murray y Arron Afflalo lucharán frente a frente por ella. Pese al bajón de Flip durante la postemporada, cuando tuvo la confianza de Saunders gozó de actuaciones destacadas. Como ya dijimos en su día, comparte con Ronald Dupree muchas de las papeletas para salir del equipo, por lo que Arron Afflalo podría encontrarse con un precioso regalo en forma de minutos.
La batalla por dar relevo a Prince, uno de los más "explotados" de la plantilla, parece haberla ganado durante estos primeros días de Training Camp Jarvis Hayes. Poca sorpresa, a decir verdad. Tras años en los Wizards marcados por las continuas lesiones y molestias en sus rodillas, Hayes se siente sano y parece haber causado gran impresión al cuerpo técnico. Aún así, deberá superar su terrible irregularidad en el tiro si quiere ganar terreno.
Por último, resta el juego interior, donde Jason Maxiell ya dio muestras de su capacidad la temporada pasada cuando tuvo minutos de forma regular y Amir Johnson no para de levantar revuelo. La pega: ambos tienen su principal radio de acción ofensivo en las cercanías del aro. El de Cincinatti por fuerza física y el que fuera último highschooler elegido en un draft, por potencia. En defensa, Maxiell muestra mayor capacidad reboteadora, mientras que las labores de intimidación corresponden a Johnson.
Dada esta situación, Nazr Mohammed podría ostentar el "título" de pívot suplente en caso de no salir traspasado antes de empezar la liga regular. El año pasado fue la gran decepción de los Pistons, algo que junto a la superpoblación de la plantilla (16 jugadores a día de hoy), puede ponerle en la calle.
Como curiosidad, durante la temporada los Pistons comentaron en su página web que Amir Johnson habría crecido (supuestamente) 2 pulgadas, pasando de los 6-9 (2.06 m) a los 6-11 (2.10).
Previsión.
Los pilares de la franquicia afrontan la madurez en un gran estado de forma, llevan muchos años juntos y saben cómo ganar. Siguen siendo una muralla infranqueable en defensa, mientras que en ataque cualquiera de los cinco titulares puede sumar con facilidad.
El bloque se mantiene, pero lo que es aún más importante: hay banquillo. Joven, pero lo hay. Tarde o temprano, el relevo llegará y los de Michigan han querido dejar los deberes hechos antes de que sea inevitable el cambio.
Han sabido reforzarse al paso que lo han hecho sus rivales de Conferencia, y eso les valdrá un puesto arriba. Chicago parece, a priori, el equipo más fuerte de la División Central, pero son los más serios aspirantes a llevarse la plaza de "cabeza de serie" que no corresponde a uno de los tres ganadores de división.
8 comentarios:
Lamento el retraso.
Nadie dijo que la vida de becario fuera fácil xD .
Grande Mich, continúas a un gran nivel pese a estar en época Lewinsky;)
Stuckey la verdad que parece un gran relevo para Billups, y aunque han estado bajando estos años, si se confirma a mediados de año el regreso de Webber, podrían realizar su último asalto al título.
Pues sí, ayer vine a buscar el artículo y nada, nada, yo aquí con alguien que no tiene palabra no vuelvo xD
Fuera coñas Mich, evidentemente seguiré pasando por aquí pero, aunque no sea el lugar, qué tal una vuelta por ultimate? En fin, no sé que motivos te impulsaron a marcharte pero fue una sentida pérdida para el foro...
Saludos jugón, ya me iré pasando ;)
siempre un placer leerle, mich!
soy yo el único que se muere de ganas por ver a maxiell y amir disputar minutos de calidad?
Dumars se ha dado cuenta: renovarse o morir. maxiell ira cogiendo mas minutos, y a ver como salen los dos rookies, que llegan con la etiqueta de "irregulares", stuckey y sobre todo afflalo. Yo coincido con larry brown (doctor que me pasa¡¡¡): Amir Johnson apunta muy alto.
Ojo con Stuckey que tiene muy muy buena pinta.
Un saludo crack!
todo hace parecer que este año sera el ultimo en el que tengan posbilidades de anillo.... sin renovar la plantilla.
un golazo a lo messi haber drafteado un pedazo de jugador como stuckey, excelente la desiciòn de no sacrificar a maxiell o amir (ojalà tengan muchos minutos si sheed va de center) y si vuelve webber, bueno, solo les quedarìa haber duplicado su sed de venganza, je! no dudo en que tendràn la motivaciòn suficiente como para imaginarlos peleando finales.
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