sábado, julio 21, 2007

La dictadura del (impuesto de) lujo.

En la tarde de ayer, los Phoenix Suns acordaron enviar a Kurt Thomas junto con una primera ronda de 2008 (la propia, no la de los Atlanta Hawks) y una primera ronda de 2010 a Seattle a cambio de una segunda ronda de 2009. Un traspaso en apariencia muy desigual, con un claro ganador y un gran perdedor, pero como de costumbre las apariencias engañan y, a tenor de los objetivos marcados en cada caso, la actuación de ambos General Managers fue magnífica.

Seattle Sonics o cómo sacar provecho a los deshechos de un sign &
trade.

Ni más ni menos. Sam Presti ha conseguido cerrar una espléndida operación manejando tan sólo los retales que recibió de la marcha de Rashard Lewis a Orlando. Con una Trade Exception y una segunda ronda de 2009 ha conseguido nada menos que dos primeras rondas y el primer pívot decente que han visto de cerca en un par de años. De la misma forma que McGyver fabricaba una granada con un chicle y el anillo de bocas, o el Equipo A hacía un parachoques nuevo con un palillo de aperitivo y cuatro clavos, el nuevo GM de la franquicia ha sabido sacar oro de la "desesperada" situación que viven en Arizona.

Con el equipo en manos de los dos flamantes rookies, el mercado de agentes libres ya cerrado en lo que a golosinas se refiere, pocas más opciones se mantenían abiertos... salvo la de los equipos ávidos de ver aliviada su situación salarial. Kurt Thomas fue el jugador recibido a cambio. Un pívot veterano, buen defensor y que liberará el próximo verano 8 millones de dólares. Las rondas, por su parte, servirán para continuar un proceso de reconstrucción que en 20 días ha quemado etapas a un ritmo vertiginoso.

Bien aprovechada la debilidad de Phoenix, tan sólo resta que las piezas empiecen a funcionar.

Phoenix Suns. Sarver-se quien pueda.

Chiste malo. Las tareas de recorte de presupuesto siguen su curso imparable, que no esperado, y tras el acuerdo cerrado con los Seattle Supersonics, Steve Kerr casi cierra por completo la misión. Al menos por este año. Cuando todo parecía indicar que la acuciante situación económica en la que vivía la franquicia de Arizona acabaría obligando a la ruptura del Trío Mágico, apareció el traspaso del único hombre itnerior del banquillo para conceder a la columna vertebral del equipo la que puede suponer su última gran oportunidad.

Porque visto a simple vista, el traspaso no podría ser considerado más que lamentable para los hombres de Mike D'Antoni: dos primeras rondas y Kurt Thomas a cambio de una segunda ronda de 2009. Obviamente, detrás de todo esto hay mucho más.

Lo mismo que inspiró la inclusión de James Jones en la venta del número 24 del draft a Portland. Lo mismo que ha inspirado la venta de los picks de primera ronda año tras año, es lo que se esconde tras esta operación. La orden de Robert Sarver , dueño del equipo
(el de la izquierda, sí), fue clara: no estaba por la labor de pagar el impuesto de lujo, y Kerr debería hacer todo lo posible por evitarlo.

Y así lo ha hecho. El traspaso del pívot a Seattle supone un ahorro descomunal para la franquicia: nada menos que 16 millones de dólares. Por supuesto que traspasar a tu único hombre interior de banquillo (exceptuando a Pat Burke y el recién renovado Sean Marks) por razones económicas parece demencial, pero la pregunta en este caso es muy sencilla: ¿Vale Kurt Thomas 16 millones de dólares? La respuesta es clara y no es otra que no. Los ojos ahora están por tanto puestos en la búsqueda de un hombre interior capaz de aportar la buena defensa que ofrecía Thomas a cambio de un salario mínimo. Puesto que sólo le interesa continuar en las canchas si es en un equipo con aspiraciones de anillo o en Florida, y en Chicago ya le han puesto los cuernos (otra broma fácil, sí), PJ Brown es el hombre en el que se centran las miradas.

Así pues, los Suns logran mantener un año más su quinteto titular y su sexto hombre después de haber solucionado los problemas salariales en gran medida (a falta de la posible incorporación de otro interior). Puede parecer excesiva la inclusión de esas dos primeras rondas, pero lo más probable es que, de nuevo, hubieran sido vendidas.

El hambre agudiza el ingenio y en el desierto pasan mucha.

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