La noticia saltó la semana pasada. Su agente, Andy Miller, pronto salió a los medios para desmentir los rumores, pero ya era demasiado tarde. La labor resultó inútil y los rumores clavaron las cifras de ceros y temporadas desde el primer momento. 60 millones de dólares que mantendrán vinculado a la Motown a uno de los mejores bases de la liga durante los próximos 5 años.
Joe Dumars ya se había encargado de cubrirse las espaldas en el draft con las elecciones de Rodney Stuckey y Sammy Mejia. Dos rookies para el puesto de base por si los dedos que en su día apuntaron a Memphis ya Milwaukee como posibles destinos resultaban tener razón. O para tirarse un farol durante las negociaciones. Sea como fuere, los Pistons, otro de esos equipos que al igual que los Suns viven bajo la amenaza de un dueño reticente a pagar el impuesto de lujo, consiguen así retene a uno de los pilares básicos de su formación a un precio mucho más que razonable.
Pese a que Rodney Stuckey anda demostrando en Las Vegas que los de la Motown no se han equivocado con su elección, poner a un novato al frente de un equipo con aspiraciones muy serias, hubiera resultado muy complicado. Billups, que siempre estará agradecido a la organización con la que se encumbrara en la liga tras años de tumbos por la geografía norteamericana, da así continuidad a un proyecto que se resiste a ser enterrado.
Porque ser un Bad Boy es un estilo de vida.
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