Los rumores erizaban el vello. La noticia es para tirarse de los pelos. Los Sacramento Kings han hecho oficial la renovación de Kevin Martin por la salvaje cifra de 55 millones de dólares por 5 temporadas. Las carcajadas de Jason Levien (también responsable de que Alexander Johnson continúe en la NBA) deben oírse ya de uno a otro extremo de los Estados Unidos.
Era un verano (y con este ya van dos) en el que se esperaba que los máximos mandatarios de la franquicia dieran paso a una reconstrucción de esas que tanto gustan en el deporte norteamericano pero que tan necesaria se hace en este caso. Sin embargo, los que tenían que salir no se mueven, ni lo que debía venir se asoma por el horizonte. Al contrario. Se sigue dando cuerda a un proyecto que, partido a partido, pide que lo maten.
Por si fuera poco, los jugadores de complemento se pagan ya a precio de estrella y el neófito se va muriendo antes de que tenga la oportunidad de nacer. Las primeras ofertas alcanzaban cifras aún razonables de 43 millones. Sin embargo, el precio se ha disparado, concediendo con dinero al jugador un status que sobre la cancha no ha alcanzado.
Para ponerlo en perspectiva, Kevin Martin cobrará durante las próximas 5 temporadas sólo 5 kilos menos que Chauncey Billups y, ojo, 8 millones más que Gerald Wallace (el ex-king ha firmado por casi el mismo dinero un contrato de un año más de duración). Si tuviéramos que improvisar la definición de sobrepagado, Martin saldría a la palestra.
Resulta complicado tratar de comprender el camino que lleva a cometer errores de este calibre. 20 puntos por partido en su cuarto año, sí. Pero podríamos decirlo mejor: es un jugador que sólo ha sido capaz de aportar anotación en un equipo que vagaba a la deriva, sin alternativas en ataque que estuvieran en buen estado de forma (o de mentalidad) y con pocos, muy pocos partidos ganados para una plantilla que tendría que haber dado más de sí.
Un jugador de ataque y de ataque limitado en opciones. No es un jugador franquicia. No es nadie sobre el que construir nada sólido. No es un seguro de vida. No crea opciones para nadie y en no muchas ocasiones se las crea siquiera a él mismo. Necesita el balón en las manos y tirar para resultar útil. Y en defensa, no pasa de la media en un equipo que puja por el dudoso honor de ser el peor en defensa de la liga.
Señores, cuando uno se hipoteca el futuro, al menos debe estar seguro de que puede hacer de esa la casa de su vida. Nadie se hipoteca por un piso de 30 metros que sólo sirva de picadero.
No lo hace, porque sinceramente no lo vale.
4 comentarios:
Michigan, grandisimo articulo, y no puedo estar mas de acuerdo. No creo que se haga acreedor (aun) a tal contrato, un jugador muy atletico, bueno en transicion, pero con mucho por mejorar.
La pregutna que me acecha la cabeza, quien esta mas sobrepagado, K-Martin o Shard Lewis¿
Que triste que se tire el dinero asi. Paso con Gerald Wallace y Rashard lewis.
Juanejo, yo creo que Rashard esta muy mmuy sobrepagado, lo puse hace ya en mi blog y habian datos escalofriantes. Los magic la han cagado
Gracias por los comentarios.
Lo de Rashard Lewis es la mayor burrada que he visto en mi vida. Una estrella más de la liga que ha conseguido un contrato al que sólo aspiran los 5-10 mejores jugadores de la liga.
Han acabado con cualquier resquicio salarial que pudieran tener en el futuro.
Lo de Rashard para mi acaba con las opciones de los Magic para ganar un anillo en media década. Sobre Martin ya lo has dicho todo, sobrepagado a más no poder e hipotecando totalmente el futuro de los Kings.
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